As¨ª se fraguan los EE UU del futuro
El dem¨®grafo William Frey desgrana en su ¨²ltimo trabajo la evoluci¨®n de las minor¨ªas raciales
Hace tan s¨®lo tres a?os que los nacimientos de beb¨¦s de minor¨ªas raciales en Estados Unidos superaron a los de ni?os blancos. En apenas tres d¨¦cadas, los ciudadanos blancos ya no ser¨¢n mayor¨ªa en el pa¨ªs, resultado de un cambio demogr¨¢fico con consecuencias sociales, econ¨®micas, pol¨ªticas y culturales y con capacidad de transformar desde barrios hist¨®ricos como Harlem, en Nueva York, o lo que piensa una sociedad de los matrimonios interraciales. Pero el ¨¦xito de esta nueva versi¨®n de una de las naciones m¨¢s diversas depende, seg¨²n el dem¨®grafo William Frey, de la resoluci¨®n del mismo desaf¨ªo que ya quiere resolver el presidente Obama: la desigualdad.
Frey es el autor de ¡®Diversity Explosion¡¯, una obra en la que ha desgranado los datos del ¨²ltimo censo de poblaci¨®n en esta obra en la que compara los efectos de esta explosi¨®n de las minor¨ªas con el ¡®baby boom¡¯ que tuvo lugar en EE UU entre 1946 y 1960. ¡°Lo que fueron los baby boomers para el siglo XX es lo que representar¨¢n las minor¨ªas raciales en ¨¦ste¡±, afirma para EL PA?S. Son hispanos, asi¨¢ticos o africanos y Frey los ha denominado los diversity boomers.
Desde 2010, los blancos ya son minor¨ªa en 22 de las 100 ¨¢reas metropolitanas m¨¢s grandes del pa¨ªs?
El responsable de la obra m¨¢s exhaustiva sobre el cambio que ha creado un nuevo EE UU, entiende la demograf¨ªa como una herramienta para adelantarse al futuro. Su avalancha de datos, una vez dibujados sobre el mapa, permiten imaginar una oleada de personas en circulaci¨®n por todo el pa¨ªs, abandonando ciudades e inaugurando barrios hispanos, asi¨¢ticos o africanos en otras donde ninguna minor¨ªa hab¨ªa pisado antes. Frey ha identificado en la ¨²ltima d¨¦cada hasta 145 nuevos destinos de minor¨ªas e inmigrantes en todo el pa¨ªs.
¡°Los datos nos permiten empezar a planificar de cara al cambio en las distintas localidades y comunidades del pa¨ªs y para ayudar a distintos sectores de la poblaci¨®n a salir de las dificultades en las que se encuentran¡±, explica. Las ciudades han cambiado: desde 2010, los blancos ya son minor¨ªa en 22 de las 100 ¨¢reas metropolitanas m¨¢s grandes del pa¨ªs, en comparaci¨®n con 14 en el a?o 2000 y cinco en 1990.
¡°En alg¨²n momento despu¨¦s de 2040 no habr¨¢ una mayor¨ªa racial en el pa¨ªs¡±, augura. En 46 estados ha descendido el n¨²mero de ni?os blancos. En 86 de las 100 ciudades m¨¢s grandes tambi¨¦n ha descendido, aunque la poblaci¨®n creci¨® por el nacimiento de ni?os de minor¨ªas. El n¨²mero de j¨®venes hispanos creci¨® en todos los Estados y en todas las ciudades excepto Los ?ngeles. Y en m¨¢s de un tercio de las 100 grandes ¨¢reas metropolitanas los ni?os blancos ya son minor¨ªa.
Estos datos est¨¢n en el otro lado de la balanza en la que el primero de los baby boomers se jubil¨® en 2011 y el ¨²ltimo no lo har¨¢ hasta 2030, por lo que la mano de obra, como la poblaci¨®n, ser¨¢ cada vez m¨¢s diversa. Entre 2010 y 2030 la poblaci¨®n jubilada crecer¨¢ un 81%, en comparaci¨®n con un 6% de la mano de obra. Pero si en los a?os 50 y 60 el despegue econ¨®mico impuls¨® aquel estallido demogr¨¢fico, en la actualidad el avance de las minor¨ªas est¨¢ condicionado por la desigualdad. Sus retos minor¨ªas son, para Frey, los retos de EE UU.
¡°Dada la diversidad actual entre los j¨®venes y el papel que jugar¨¢n en el mercado laboral del futuro, necesitamos responder a la desigualdad de oportunidades que existe por la segregaci¨®n que padecen en los lugares donde viven¡±, asegura en la obra. Si en 1959 m¨¢s de la mitad de los afroamericanos viv¨ªan en la pobreza, en 2010 el porcentaje todav¨ªa alcanzaba el 39%. La falta de acceso a titulaciones superiores para las minor¨ªas, la pobreza, la desigualdad, la ausencia de oportunidades laborales o la segregaci¨®n econ¨®mica en barrios y escuelas, pueden convertirse en el verdadero obst¨¢culo para el despegue definitivo de la econom¨ªa estadounidense, seg¨²n el autor.
Las minor¨ªas reemplazan a los blancos
Preguntado por la cifra clave que describe la envergadura de este cambio, Frey elige el descenso de poblaci¨®n blanca de menos de 18 a?os en 46 de los 50 estados de la naci¨®n. "Si queremos que crezca la poblaci¨®n, deber¨¢n encargarse las minor¨ªas raciales", afirma. Solo as¨ª el pa¨ªs podr¨¢ contar con suficientes personas para alimentar el mercado laboral.
Las predicciones actuales apuntan a que la poblaci¨®n de hispanos y asi¨¢ticos se duplicar¨¢ en los pr¨®ximos 40 a?os. En el caso de los primeros, por un aumento de los nacimientos y en el de los segundos, por inmigraci¨®n. La fortaleza econ¨®mica de EE UU depende, en gran parte, de que ese aumento sea superior al de la p¨¦rdida de ciudadanos blancos por el envejecimiento de su poblaci¨®n y el descenso de nacimientos.
El reemplazo de esos ciudadanos blancos por otros de minor¨ªas, ya sea por inmigraci¨®n o por nacimientos, no est¨¢ ausente de fricciones y conflictos. "El espectro de una minor¨ªa blanca sigue dando miedo a muchos americanos, miedo al cambio, miedo a perder privilegios, miedo a que haya grupos no deseados en sus comunidades", escribe. Las leyes antiinmigrantes de 2010 en Arizona, Georgia o Luisiana respond¨ªan a otra de las consecuencias de esta explosi¨®n demogr¨¢fica: el desplazamiento de las minor¨ªas a localidades donde antes no hab¨ªan migrado. "Ese movimiento se va a acelerar a¨²n m¨¢s cuando la econom¨ªa despegue", asegura. Cambiar¨¢ el rostro del sur de Estados Unidos y "puede obligar a cambiar algunas pol¨ªticas".
La demograf¨ªa se convierte as¨ª en una lupa que permite identificar las demandas que deber¨¢n satisfacer los futuros l¨ªderes del pa¨ªs. ¡°Deber¨¢n asegurarse de que la pr¨®xima generaci¨®n de trabajadores, los diversity boomers, no lo hagan desde un lugar de profunda desigualdad con respecto a los blancos. Debemos lidiar con esto para que no se repitan los mismos patrones del pasado: que mejore su calidad de vida, se reduzca la pobreza y la desigualdad, que tengan ayuda en las escuelas. ¡°Todo el pa¨ªs debe abordar estas medidas, por el bien de todos¡±, afirma.
El autor celebra medidas como la anunciada por el presidente Obama en el discurso sobre el estado de la Uni¨®n, con la creaci¨®n de un programa para cubrir las matr¨ªculas de los colegios universitarios para j¨®venes sin recursos. ¡°Necesitamos cuidar de la educaci¨®n de la pr¨®xima generaci¨®n. Cuando los padres cuentan con un alto nivel educativo, con recursos para cuidar de sus hijos, acceso a servicios sociales¡ las siguientes generaciones est¨¢n m¨¢s integradas¡±, dice Frey. El autor defiende que estos programas ¡°tienen que estar en la primera l¨ªnea de la agenda pol¨ªtica¡±.
Su obra es tambi¨¦n un primer acercamiento a las consecuencias de esta desigualdad en pr¨®ximas elecciones. Frey explica que las minor¨ªas y los descendientes de inmigrantes, tienen una visi¨®n distinta de las prioridades que debe cubrir, por ejemplo, el presupuesto federal. Los diversity boomers conocen el impacto de una educaci¨®n p¨²blica con buenos recursos en el futuro de un estudiante y su familia, por lo que apoyan a candidatos que proponen medidas para salir de la pobreza. Los baby boomers, el grupo de poblaci¨®n m¨¢s amplio entre los jubilados y tercera edad, apuesta por garantizar los fondos de la seguridad social. Frey anuncia aqu¨ª la pr¨®xima tensi¨®n socioecon¨®mica de EE UU: esos fondos que necesitan quienes ya se han retirado de la mano de obra tienen que ser alimentados por minor¨ªas.
¡°Si queremos competir en la econom¨ªa mundial, con el ritmo al que est¨¢ descendiendo el porcentaje de trabajadores blancos, necesitan saber que la mano de obra tambi¨¦n va a ser cada vez m¨¢s diversa¡±, dice el autor. La solidez de la econom¨ªa de EE UU depende de que esas minor¨ªas puedan acceder a puestos de trabajo especializados y tengan la preparaci¨®n adecuada para ellos, un camino que empieza en lugares como el programa que acaba de anunciar Obama. ¡°Sabemos que hay cierto rechazo y reticencia a esto, pero estas son las comunidades futuras del pa¨ªs¡±.
El autor asegura que ¡°pocos aprecian realmente la magnitud y el potencial¡± de este cambio a pesar del protagonismo que ha cobrado la demograf¨ªa en los ¨²ltimos ciclos electorales, gracias al respaldo de las minor¨ªas a la candidatura de Obama en 2008 y 2012. La sensaci¨®n de la poblaci¨®n depende de d¨®nde vivan y del impacto de las minor¨ªas en la econom¨ªa y la pol¨ªtica local, por lo que Frey aboga por una mayor divulgaci¨®n de las cifras que ya han cambiado el pa¨ªs. Seg¨²n ¨¦l, aquellos que todav¨ªa no han olido el cambio, ¡°se van a enterar muy pronto¡±.
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