El presente a¨²n pesa en Auschwitz
La ausencia de Putin empa?a el 70 aniversario de la liberaci¨®n del campo nazi por el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico y refleja el alejamiento de Mosc¨² de la UE
Pese al tiempo transcurrido, J¨®sef Paczynski parece no haber olvidado ni un d¨ªa de los cinco a?os que pas¨® en Auschwitz. Cuando el martes se conmemore el 70 aniversario de la liberaci¨®n del lugar que simboliza la barbarie nazi, este hombre a punto de cumplir los 95 a?os podr¨¢ recordar, por ejemplo, la primera vez que tuvo que cortar el pelo al carcelero mayor del campo de concentraci¨®n y exterminio, el alem¨¢n Rudolf H?ss. ¡°Entr¨® y no dijo absolutamente nada. Claro que pens¨¦ que podr¨ªa matarlo, pero sab¨ªa lo que me pasar¨ªa a m¨ª y a muchos de los prisioneros. Conoc¨ªa las represalias habituales¡±, asegura no muy lejos del lugar donde sufri¨® lo que hoy resulta imposible de imaginar.
Una docena de jefes de Estado ¡ªentre ellos los presidentes de Francia, Alemania, Polonia y Ucrania¡ª rendir¨¢n homenaje a los m¨¢s de 1,1 millones de hombre y mujeres que murieron en Auschwitz y a los 7.000 que quedaban con vida el 27 de enero de 1945, cuando por fin fueron liberados por el Ej¨¦rcito Rojo. Los soldados sovi¨¦ticos se encontraron entonces un panorama que el superviviente Primo Levi describir¨ªa m¨¢s tarde como ¡°un inmenso lodazal en el que a medida que la nieve se derret¨ªa los cad¨¢veres y la muerte envenenaban el aire¡±.
Pero m¨¢s que la presencia de Fran?ois Hollande o Joachim Gauck, destacar¨¢ la ausencia del ruso Vlad¨ªmir Putin, que s¨ª particip¨® en una conmemoraci¨®n parecida hace 10 a?os. El conflicto ucranio ha tensado tanto las cuerdas entre Mosc¨² y las capitales europeas que Putin prefiere renunciar a recordar un momento glorioso de la historia rusa si para ello tiene que dejarse fotografiar con l¨ªderes como el ucranio Petr¨® Poroshenko o el polaco Bronislaw Komorowski. En representaci¨®n de Espa?a ir¨¢ el presidente del Congreso de los Diputados, Jes¨²s Posada; y EE UU y Reino Unido enviar¨¢n a miembros de sus Gobiernos.
La pol¨¦mica estall¨® hace dos semanas, cuando Putin anunci¨® que no acudir¨ªa a Auschwitz, situado en territorio polaco, porque no hab¨ªa sido invitado por las autoridades del pa¨ªs, que desde el inicio del conflicto en Ucrania han destacado por su dureza contra Rusia. ¡°Nadie ha recibido una invitaci¨®n oficial. Contactamos con las embajadas de los pa¨ªses interesados para preguntarles si enviar¨ªan una delegaci¨®n y qui¨¦n la presidir¨ªa. Y por supuesto que Rusia estaba entre los contactados¡±, responde a un grupo de periodistas internacionales Piotr Cywinski, director del Museo Auschwitz-Birkenau. Cywinski habla no muy lejos de las celdas donde los nazis castigaban a morir por inanici¨®n y de los cub¨ªculos del tama?o de una cabina de tel¨¦fono donde se pod¨ªan hacinar durante varias noches cuatro o cinco prisioneros considerados rebeldes por sus carceleros.
¡°El se?or Putin tiene a finales de enero una agenda muy intensa ligada a cuestiones de la pol¨ªtica nacional. Representar¨¢ a Rusia el jefe de la Administraci¨®n Presidencial, Sergu¨¦i Ivanov¡±, responden en la embajada rusa en Berl¨ªn. La pol¨¦mica ha llegado a tal extremo que el ministro de Exteriores polaco rest¨® importancia a la ausencia de Putin con el argumento de que fueron tropas ucranias del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico las que entraron en Auschwitz en 1945. ¡°Todo el mundo sabe que el Ej¨¦rcito Rojo estaba formado por distintos grupos ¨¦tnicos que participaron en esa heroica batalla. Ser¨ªa aconsejable no esparcir m¨¢s histeria antirrusa y dejar de faltar al respeto la memoria de los que dieron su vida para liberar Europa¡±, respondi¨® el Gobierno ruso.
Mientras todas las miradas se dirigen a Mosc¨², los organizadores de la ceremonia insisten en que los protagonistas de la jornada no ser¨¢n los l¨ªderes presentes. Acostumbrados a pronunciar discursos, los reyes, pr¨ªncipes y presidentes se limitar¨¢n en esta ocasi¨®n a escuchar los testimonios de hombres y mujeres que s¨ª pueden imaginar el sufrimiento de prisioneros como Paczynski porque pasaron por algo parecido.
¡°Por cuestiones de edad, este es el ¨²ltimo aniversario redondo con un n¨²mero importante de supervivientes. Por eso ellos ser¨¢n el centro de atenci¨®n y no habr¨¢ discursos de pol¨ªticos. Ser¨¢ muy emotivo escuchar a los testigos, pero debemos pensar c¨®mo las generaciones posteriores a la guerra mantendremos la memoria¡±, a?ade el director del museo en el que se ha convertido el antiguo campo nazi, que el a?o pasado recibi¨® 1,5 millones de visitantes.
El martes estar¨¢n presentes unos 300 antiguos cautivos. Pero Paczynski no ser¨¢ uno de ellos. ¡°Me gusta verme con antiguos compa?eros, pero no ir¨¦ a la conmemoraci¨®n. ?Qu¨¦ har¨ªa yo all¨ª? Me volver¨ªa todo: recordar¨ªa a los colegas que seleccionaban para ir a trabajar y a los que iban al barrac¨®n n¨²mero 11, al que llam¨¢bamos el de la muerte. No me deja indiferente¡±, asegura.
S¨ª acudir¨¢ Tadeusz Smreczynski, que entr¨® en Auschwitz con 19 a?os, y atiende a los periodistas en Cracovia, a unos 70 kil¨®metros del campo. ?Guarda rencor a los que le hicieron sufrir tanto? ¡°Muchas veces me re¨²no con j¨®venes alemanes. Mi experiencia me dice que no hay pueblos buenos o malos, sino que en todas partes el delito es posible y en todas partes hay seres humanos capaces de lo m¨¢s noble¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.