Amnist¨ªa data 90.000 desplazados y 260 desaparecidos en Libia en 2014
La organizaci¨®n reclama que la ONU fije ya sanciones
Amnist¨ªa Internacional ha publicado este mi¨¦rcoles un nuevo y dram¨¢tico informe sobre la situaci¨®n de la violencia y los abusos de los derechos humanos en Libia, que siguen empeorando en el pa¨ªs y que durante 2014 ha provocado el desplazamiento desde sus ciudades o pueblos de m¨¢s de 90.000 personas y la desaparici¨®n de al menos 260. Como conclusi¨®n del documento la organizaci¨®n no gubernamental demanda "con urgencia" al Consejo de Seguridad de la ONU "que imponga sanciones espec¨ªficas como la prohibici¨®n de viajar y la congelaci¨®n de activos" a quienes hayan cometido esa violaciones y a la Corte Penal Internacional que ampl¨ªe sus investigaciones para incluir los cr¨ªmenes de guerra cometidos desde la ca¨ªda del dictador Muamar el Gadafi en 2011 y hasta ahora.
El trabajo de Amnist¨ªa, que recoge tambi¨¦n datos de organizaciones locales como la Sociedad Libia de la Media Luna Roja, se ha dado a conocer este mi¨¦rcoles justo despu¨¦s del despavorido ataque que una rama local del Estado Isl¨¢mico perpetr¨® este martes contra el hotel Corinthia de Tr¨ªpoli, en el que se alojan normalmente desde el primer ministro del Gobierno local no reconocido internacionalmente hasta diplom¨¢ticos y hombres de negocio. Murieron 12 personas (incluidos los tres terroristas) y se registr¨® al d¨ªa siguiente de que varios dirigentes de partidos y entidades sociales hubieran retomado en la sede de la ONU en Ginebra las conversaciones para lograr un alto el fuego y un futuro Ejecutivo de unidad. Algunos de sus participantes han filtrado que ese objetivo podr¨ªa ser posible en dos semanas.
Amnist¨ªa retrata en su trabajo un escenario m¨¢s que terror¨ªfico en Libia, y en concreto en torno a la ciudad de Bengasi, la segunda urbe del pa¨ªs y la te¨®rica capital econ¨®mica. Es sobre todo en Bengasi donde se est¨¢ librando la batalla interna m¨¢s sangrienta entre las milicias locales armadas en torno al llamado Consejo Consultivo de Revolucionarios, de tendencia islamista, y las fuerzas militares leales al general Halifa Hifter, que apoya y es respaldado por el Gobierno oficial y reconocido con base en Tobruk, a 1.400 kil¨®metros de Tr¨ªpoli. Los combates en Bengasi son diarios desde hace meses, en concreto desde mayo de 2014, aunque se recrudecieron este oto?o, y Amnist¨ªa Internacional subraya que all¨ª "los abusos son espeluznantes".
"La escalada de los ataques de represalia entre fuerzas rivales en Bengasi han sumido a la ciudad en una espiral descendente hacia el caos y el desgobierno. La violencia desenfrenada entre los grupos rivales y sus simpatizantes clamando venganza ha desgarrado la ciudad", afirma Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del programa de Amnist¨ªa para Oriente Medio y el Norte de ?frica.
El panorama que describe Amnist¨ªa refleja que las fuerzas de ambos bandos "han secuestrado y ejecutado sumariamente a decenas de personas, con la aparici¨®n posterior en redes sociales de fotograf¨ªas y v¨ªdeos de sus cad¨¢veres abandonados, a menudo con se?ales de tortura". Tambi¨¦n a?aden que se han registrado casos de asesinatos de activistas, dirigentes religiosos y periodistas en ataques de motivaci¨®n pol¨ªtica y sobre los cuales sigue sin conocerse muchos meses despu¨¦s ning¨²n tipo de identidad o culpabilidad sobre sus responsables.
El informe apunta como culpables de esta batalla sangrienta tanto a las milicias islamistas de Ansar al Sharia vinculadas al denomimado Consejo Consultivo de Revolucionarios de Bengasi como a las fuerzas militares de la llamada Operaci¨®n Dignidad del general Hifter, que mantienen desde octubre una lucha cruenta para controlar la ciudad, su aeropuerto y puerto comercial y que han destrozado barrios enteros como Al Sabri.
Las consecuencias humanitarias de esa lucha son cifradas por Amnist¨ªa Internacional en 90.000 personas forzadas a desplazarse por los combates y una poblaci¨®n civil que permanece y que tiene que librar una pugna diaria ante la carencia de suministro de agua, los cortes de luz, la escasez de combustible y de gas para la cocina, las subidas en los precios de los alimentos y los problemas para encontrar personal m¨¦dico capacitado y los medicamentos. Varios hospitales han sido cerrados y evacuados tras ser bombardeados y la mayor¨ªa de las escuelas permanecen clausuradas.
En ese contexto, el respeto a los m¨ªnimos derechos fundamentales es una quimera. Amnist¨ªa asegura que m¨¢s de 260 personas, entre civiles y combatientes, han desaparecido entre el mes de junio y el mes de noviembre de 2014, seg¨²n datos recabados por la Media Luna Roja local. Muchos de esos secuestros han sido obra de grupos vinculados a Ansar al Shar¨ªa. En la mayor¨ªa, la v¨ªctima fue secuestrada en plena calle o en su casa por hombres con la cara cubierta. Tambi¨¦n se ha secuestrado a personal de centros de salud para obligarles a que traten a miembros heridos de esas milicias en sus hospitales de campa?a.
Amnist¨ªa tambi¨¦n denuncia que los militares de la Operaci¨®n Dignidad, por su cuenta, han capturado, torturado y ejecutado sumariamente a combatientes y civiles del otro bando bajo la acusaci¨®n de pertenecer o ayudar a los grupos armados islamistas. Algunas familias han revelado luego que no supieron nada de la situaci¨®n de sus v¨ªctimas hasta que reconocieron los cad¨¢veres posteriormente cuando se los mostraron en fotograf¨ªas y en las redes sociales, como Facebook.
En la localidad de Al Marj, a unos 90 kil¨®metros al este de Bengasi, se subieron a las redes sociales al menos 17 fotograf¨ªas de cuerpos sin identificar abandonados. Amnist¨ªa afirma que encontr¨® indicios de que al menos cuatro de esos hombres hab¨ªan sido ejecutados sumariamente tras ser detenidos por militares de la fuerza Operaci¨®n Dignidad.
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