Ashton Carter, el bur¨®crata que quiere acabar con la burocracia

Ashton Carter no quiere pasar desapercibido. El nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, tras ser confirmado este jueves por una ampl¨ªsima mayor¨ªa del Senado, ser¨¢ el cuarto inquilino en la c¨²pula del Pent¨¢gono en los seis a?os de Gobierno de Barack Obama. Y posiblemente ser¨¢ el ¨²ltimo. Carter tiene un a?o y once meses por delante. Sus ambiciones son grandes y promete ser una voz independiente, seg¨²n se desprende de su comparecencia de nominaci¨®n la semana pasada en el Capitolio.

Carter -un f¨ªsico de 60 a?os apasionado por la historia y con una larga experiencia en los entresijos del Departamento de Defensa- evit¨® contradecir la cautela de la Casa Blanca, pero marc¨® distancias en varios asuntos de calado: se mostr¨® partidario de entregar armas al Ej¨¦rcito ucranio (Obama a¨²n no ha tomado una decisi¨®n al respecto), abri¨® la puerta a retrasar la retirada de las tropas estadounidenses de Afganist¨¢n y denot¨® cierta prisa en recuperar terreno al grupo yihadista Estado Isl¨¢mico en Irak. Tambi¨¦n admiti¨® algo que raramente se escucha en el Pent¨¢gono -menos de un bur¨®crata como ¨¦l- y que prometi¨® solventar: ¡°Hay demasiada burocracia¡±.

A diferencia de los otros secretarios de Defensa del dem¨®crata Obama, Carter no ha servido en el Ej¨¦rcito. Su perfil es distinto. Es un tecn¨®crata erudito y emp¨ªrico. Su obsesi¨®n por estudiar al detalle cada amenaza -desde una crisis nuclear a una terrorista- le ha valido en el pasado algunas cr¨ªticas de alarmista. Para otros, es un gestor pragm¨¢tico que act¨²a basado en evidencias y que no deja que las crisis del momento le oculten los desaf¨ªos estrat¨¦gicos.

Carter parece tener un mayor apetito belicista que Obama, lo que puede hacerle chocar con el presidente

Carter recuerda a los whiz kids (los chicos ingeniosos), el apodo que se dio a los expertos acad¨¦micos que se trajo al Pent¨¢gono en los a?os 60 Robert McNamara, que fue secretario de Defensa en las presidencias de los dem¨®cratas John F. Kennedy y Lyndon Johnson. Como Carter, a McNamara -presidente del fabricante de autom¨®viles Ford antes de ocupar el cargo- le gustaba analizar n¨²meros y basaba sus decisiones en datos. El fiasco de la guerra de Vietnam puso en duda su m¨¦todo.

Graham Allison, director del Centro Belfer de Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard, conoce bien al nuevo secretario de Defensa, con el que mantiene una relaci¨®n cercana. ¡°Ash es y siempre ha sido una voz independiente¡±, dice en una entrevista telef¨®nica. ?l lo contrat¨® en los a?os 80 como profesor en Harvard, escribieron varios art¨ªculos juntos y en los 90 coincidieron en el Pent¨¢gono: Allison fue secretario adjunto de Defensa en la primera Administraci¨®n de Bill Clinton, y Carter secretario asistente de pol¨ªtica de seguridad nuclear.

Unos a?os antes, Carter hab¨ªa sido analista en el programa de misiles nucleares. En 2009, ser¨ªa nombrado subsecretario de Adquisici¨®n, Log¨ªstica y Tecnolog¨ªa. Y dos a?os despu¨¦s, ascender¨ªa tambi¨¦n a n¨²mero dos del Pent¨¢gono, hasta diciembre de 2013.

Allison rechaza llamar tecn¨®crata a Carter. Prefiere decir que su ¡°capacidad t¨¦cnica en el an¨¢lisis de pol¨ªticas¡± es ¨®ptima para el puesto. ¡°Es muy pragm¨¢tico, pero eso no significa que no mire al horizonte o lo que ocurre en la esquina¡±, agrega. Y lo tilda de una persona ¡°informada e inquisitiva¡±.

Ash es y siempre ha sido una voz independiente¡± Graham Allison, director del Centro Belfer de la Universidad de Harvard y amigo de Carter

Carter es licenciado summa cum laude en F¨ªsica e Historia Medieval por la Universidad de Yale. Escribi¨® su tesis sobre los textos latinos de los monjes flamencos en el siglo XII. M¨¢s adelante, se doctor¨® en F¨ªsica Te¨®rica en la Universidad de Oxford. Es coautor de 11 libros y miembro de las academias estadounidenses de Ciencias y Artes, y de F¨ªsica; y del laboratorio de ideas Council on Foreign Relations. Su amplia experiencia acad¨¦mica y pol¨ªtica lo hace una figura respetada entre dem¨®cratas y republicanos, y en los c¨ªrculos militares.

Su comparecencia en el Senado y sus posicionamientos pasados -en 2006 defendi¨® destruir los misiles de Corea de Norte si desarrollaba un arma nuclear-, sugieren que Carter tiene un mayor apetito belicista que Obama. Su principal objetivo ser¨¢ penetrar en el c¨ªrculo cercano de asesores de seguridad de la Casa Blanca. Una batalla que han perdido todos sus predecesores. ¡°Ser¨¦ completamente directo e ir¨¦ de frente al presidente. Har¨¦ que mi consejo hacia ¨¦l en su toma de decisiones sea lo m¨¢s convincente y ¨²til posible¡±, afirm¨® la semana pasada en el Capitolio. El secretario saliente, Chuck Hagel, fue forzado a dimitir a finales de noviembre tras perder la confianza de Obama.

¡°Con sus d¨¦cadas de experiencia, Ash mantendr¨¢ la fortaleza de nuestro Ej¨¦rcito mientras continuamos la lucha contra el terrorismo, modernizamos nuestras alianzas e invertimos en nuevas capacidades para mantener a nuestras fuerzas armadas preparadas para amenazas a largo plazo¡±, se?al¨® Obama en un comunicado tras la aprobaci¨®n del Senado a la designaci¨®n de Carter como el vig¨¦simoquinto secretario de Defensa de Estados Unidos.