Volver a la c¨¢mara de gas
Oklahoma plantea ejecutar a los condenados a muerte con gas nitr¨®geno ante la falta de barbit¨²ricos para la inyecci¨®n letal
Estados Unidos tiene en com¨²n con Arabia Saud¨ª, China, Ir¨¢n y Yemen que son los pa¨ªses que m¨¢s personas ejecutan cada a?o. En la categor¨ªa de m¨¦todos b¨¢rbaros, Arabia Saud¨ª decapita a los condenados; China los fusila; Ir¨¢n los ahorca y lapida; Yemen usa el fusilamiento; y Estados Unidos se plantea la vuelta a la tenebrosa c¨¢mara de gas.
Con las ejecuciones en Oklahoma en suspenso pendientes de la decisi¨®n del Tribunal Supremo de si uno de los tres componentes que se usan en el c¨®ctel mortal de drogas para acabar con la vida del condenado por inyecci¨®n letal viola la Constituci¨®n de EEUU, legisladores republicanos est¨¢n a un paso de convertir ese Estado en el primero que permita el uso de gas nitr¨®geno para acabar con la vida de los reos.
Se tratar¨ªa de una muerte por hipoxia, al utilizar gas nitr¨®geno y privar al preso de ox¨ªgeno en la sangre, lo que en opini¨®n de quienes patrocinan la ley es equiparable a una muerte sin dolor como la que sufren los pilotos cuando la cabina de un avi¨®n se despresuriza. ¡°No se necesitar¨ªa a ning¨²n m¨¦dico para hacerlo¡±, asegura el representante Mike Christian, antiguo polic¨ªa de carreteras. ¡°Es muy pr¨¢ctico y es eficiente¡±, concluye.
Durante m¨¢s de un siglo, Estados Unidos busc¨® la forma ¡®m¨¢s humana¡¯ de acabar con la vida de alguien en nombre del Estado. La horca y el pelot¨®n de fusilamiento primero, y la electrocuci¨®n de los condenados (la primera silla el¨¦ctrica data de 1890) y la muerte en la c¨¢mara de gas (1920) despu¨¦s, her¨ªan los sentimientos de incluso quienes participaban en la gran farsa de la muerte humana auspiciada por el Estado.
A finales de enero, el Supremo aceptaba dictaminar sobre la inyecci¨®n letal en Oklahoma
Se lleg¨® a la adopci¨®n de la inyecci¨®n letal tras un macabro acto de evoluci¨®n propiciado por un forense partidario de la pena capital, que consideraba que se mataba animales ¡°con m¨¢s humanidad que con la que se mataba a personas¡±. Parad¨®jicamente, ese forense, Jay Chapman, resid¨ªa en el mismo Estado que ahora ve amenazada por el Tribunal Supremo la supervivencia del m¨¦todo por cruel y se plantea la vuelta a la c¨¢mara de gas. El padre de la inyecci¨®n letal no pudo imaginar all¨¢ por 1982 ¨Cprimera vez que se us¨® tal m¨¦todo, en Texas- que su invento ser¨ªa desterrado por algo tan simple como un problema de oferta ¨Cya que los laboratorios ya no quieren vender anestesia para uso en las c¨¢rceles- que no demanda.
Las autoridades penitenciarias de Oklahoma son conscientes de que el midazolam ¨Cun sedante, supuestamente la benzodiacepina de efecto m¨¢s r¨¢pido del mercado, y que ha venido a sustituir a la anestesia con pentotal s¨®dico- no es la mejor opci¨®n a la hora de ejecutar a alguien, como qued¨® probado en abril del a?o pasado despu¨¦s de que un preso tardara m¨¢s de 40 minutos en morir entre convulsiones y la declaraci¨®n ag¨®nica en sus propias palabras de que algo no funcionaba.
La Casa Blanca calific¨® la ejecuci¨®n de Clayton Lockett de ¡°inhumana¡± y Oklahoma cancel¨® las citas con la inyecci¨®n letal de otros presos. A finales de enero, el Supremo aceptaba dictaminar sobre la inyecci¨®n letal en ese Estado en un caso que podr¨ªa tener implicaciones para cientos de condenados en los corredores de la muerte de EE UU.
Ante la posibilidad de que la m¨¢xima corte dictamine ilegal el uso del midazolam, Oklahoma ya tiene listo el proyecto de ley que establece la vuelta a la c¨¢mara de gas y lo que costar¨ªa la construcci¨®n de esta, en torno a los 300.000 d¨®lares. En la actualidad, cuatro Estados permiten la muerte en c¨¢mara de gas ¨CArizona, California, Misuri y Wyomoing-, pero todos ellos tienen la inyecci¨®n letal como primer m¨¦todo de ejecuci¨®n.
El ¨²ltimo preso ejecutado en una c¨¢mara de gas fue Walter LaGrand en Arizona en 1999. Seg¨²n la ley actual de Oklahoma, si la inyecci¨®n letal es considerada inconstitucional, el Estado deber¨ªa de usar la silla el¨¦ctrica. La tercera opci¨®n ser¨ªa el pelot¨®n de fusilamiento. El representante Mike Christian asegura que se plantea presentar una ley que elimine la silla el¨¦ctrica como opci¨®n.
Nadie ha usado antes el gas nitr¨®geno como m¨¦todo para acabar legalmente con la vida de un condenado. De nuevo, como ha sucedido con el midazolam, se estar¨ªa ante ¡°un experimento con seres humanos¡±, como declara Richard Dieter, director del Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte (DPIC, siglas en ingl¨¦s). ¡°No existe la muerte perfecta¡±, asegura Dieter, quien busca la abolici¨®n en lugar de remendar un sistema caduco y brutal. ¡°Hay que usar la medicina y la tecnolog¨ªa para ir hacia delante no hacia atr¨¢s¡±, concluye Dieter.
¡°Cuando Estados Unidos abandone por fin la horrenda pr¨¢ctica de la pena capital, los primeros a?os del siglo XXI se observar¨¢n como un periodo peculiar durante el cual personas razonables para muchos otros temas debat¨ªan acaloradamente c¨®mo matar a otras personas infringiendo la menor cantidad de dolor constitucionalmente admitida¡±. La frase pertenece a un editorial del diario The New York Times del 27 de enero sobre la farsa que representa buscar ¡°humanidad¡± en la pena de muerte.
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