Grecia empieza a liberar a los inmigrantes retenidos
Tsipras ordena el cierre gradual de los centros de detenci¨®n Los que tienen juicios pendientes seguir¨¢n bajo arresto
El suicidio de un paquistan¨ª de 28 a?os internado en un centro de detenci¨®n de extranjeros ha precipitado una de las primeras medidas palpables del Gobierno que dirige Alexis Tsipras. El suceso, ocurrido el pasado d¨ªa de San Valent¨ªn en las instalaciones de Amygdaleza (norte de Atenas), no es el primero de este calibre ¡ª¡°ha habido varios antes que no salieron a la luz¡±, cuentan en una ONG¡ª, pero fue el detonante de la visita al lugar del ministro adjunto de Protecci¨®n Ciudadana, Yanis Panusis. La ¡°sensaci¨®n de verg¨¹enza¡± que le caus¨® fue tal, que decret¨® la apertura de los cinco centros de detenci¨®n del pa¨ªs y la liberaci¨®n progresiva de los 3.500 internos, seg¨²n cifras oficiales ¡ªun millar m¨¢s, seg¨²n las ONG¡ª, entre ellos 216 menores no acompa?ados. S¨®lo los indocumentados con alg¨²n delito pendiente o una orden de expulsi¨®n seguir¨¢n recluidos.
El suicidio de un interno y la visita de un ministro precipitan la medida
El egipcio Tariq, de 29 a?os, y los banglades¨ªes Husein (34) y Al¨¢ (25) han pasado casi un a?o y medio en Amygdaleza sin poder salir, hacinados en contenedores, entre alambradas y sin m¨®viles ¡ªlos tienen prohibidos¡ª, bajo custodia policial y con una comida que los dos ¨²ltimos meses, despu¨¦s de que el Estado dejara de pagar a los proveedores, se reduc¨ªa a raciones diarias de arroz y patatas. ¡°La comida era lo peor, y tambi¨¦n la falta de duchas y aseos para tanta gente, pero tambi¨¦n estar all¨ª sin hacer nada¡±, cuentan Husein y Al¨¢, hatillo al hombro, al descender del autob¨²s que los ha trasladado, con escolta policial, hasta el centro de Atenas.
M¨¢s entradas
??Un total de 50.831 inmigrantes irregulares fueron interceptados el a?o pasado en Grecia, Bulgaria y Chipre, seg¨²n la agencia europea Frontex. En 2013 ascendieron a 24.800. La mayor¨ªa es de nacionalidad siria (31.670), afgana (12.475) y somal¨ª (1.655).
??El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) contabiliz¨® en sus ¨²ltimos datos, de 2013, la presencia de 3.485 refugiados reconocidos en Grecia. Casi 50.000 solicitaron asilo ese a?o.
En el bolsillo del pantal¨®n llevan, bien guardada, su mejor pertenencia, un permiso de seis meses que les permitir¨¢ burlar cualquier redada como la que dio con sus huesos en ese ¡°campo de concentraci¨®n¡±, como lo llaman (o ¡°Guant¨¢namo griego¡±). Los tres forman parte de los primeros liberados, a un ritmo diario de entre 20 y 30 que habr¨¢ vaciado Amygdaleza, el m¨¢s duro de todos los centros ¡ªcon mil reclusos en instalaciones capaces de albergar s¨®lo 400¡ª, en unos cien d¨ªas.
Tariq llevaba diez a?os en Atenas cuando, durante una de las macrorredadas de la Operaci¨®n Xenios Zeus (paradojas de la nomenclatura: Zeus el Hospitalario, en espa?ol), cay¨® en manos de la polic¨ªa. La apertura de Amygdaleza fue uno de los reclamos electorales de 2012, cuando el Gobierno tecn¨®crata ¡ªy la oposici¨®n, que jug¨® la carta de vincular la inseguridad con la presencia de extranjeros¡ª repararon en que la gesti¨®n de la inmigraci¨®n se les hab¨ªa ido de las manos (con un corolario conocido: la irrupci¨®n en el mapa pol¨ªtico griego del partido neonazi y xen¨®fobo Aurora Dorada). Desde entonces, hasta hoy, los centros revientan por las costuras por el periodo de detenci¨®n legal, hasta 18 meses, que algunos de los internos superan. Entre los primeros en salir est¨¢n los que han superado o rondan ese plazo, como Tariq y sus compa?eros banglades¨ªes, y los solicitantes de asilo. Los menores tardar¨¢n algo m¨¢s, pues el Gobierno les est¨¢ buscando centros de acogida para evitar que acaben en la calle.
Tras la visita de Panusis, el Ministerio encarg¨® a la rama local de la ONG M¨¦dicos del Mundo (MDM) que evaluara la salud de los internos. Un equipo de especialistas m¨¦dicos visit¨® Amygdaleza el 18 de febrero (cuatro d¨ªas despu¨¦s del suicidio) y redact¨® un informe demoledor. ¡°Amygdaleza se qued¨® sin atenci¨®n sanitaria el 30 de diciembre, cuando el Estado dej¨® de pagar¡±, explica Evguenia Thanou, directora de MDM-Grecia. ¡°En este tiempo los internos han quedado a cargo de la polic¨ªa, tambi¨¦n desde el punto de vista sanitario. Cuando alguno se sent¨ªa mal, lo llevaban al hospital, pero a veces eran s¨®lo artima?as para poder escapar. En general, presentaban un estado de salud normal, con problemas dermatol¨®gicos por las malas condiciones de higiene, la humedad y el fr¨ªo, y ciertas dolencias gastrointestinales por la dieta. Entre los menores examinados, de 13 a 17 a?os y procedentes de Afganist¨¢n en su mayor¨ªa, pero tambi¨¦n de Pakist¨¢n y Somalia, destacaban la p¨¦rdida de apetito, insomnio, depresi¨®n y angustia¡±. En otro centro de la periferia de Atenas, el de Ellinik¨®, la ONG ha examinado a 60 mujeres mientras 15 ni?os eran evacuados a centros sociales.
A la puerta de la sede central de MDM hay estos d¨ªas m¨¢s movimiento que de costumbre. ¡°Vienen a ver a nuestros trabajadores sociales, porque salen con lo puesto, sin trabajo, sin dinero, sin nada¡±, explica Thanou. La mayor¨ªa, como Tariq, Husein y Al¨¢, terminar¨¢n en casas-patera de compatriotas, hacia donde los tres se dirig¨ªan este mi¨¦rcoles, cegados por el sol del atardecer y el aire libre. ¡°Como fantasmas atrapados en la nada¡±, resume Nasim Lomani, de la Red de Refugiados e Inmigrantes; ¡°Europa no los quiere y Grecia no los puede acoger¡±.
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