Viaje al califato a trav¨¦s de Turqu¨ªa
El pa¨ªs refuerza la vigilancia de la frontera siria por la presi¨®n occidental
Probablemente nunca fue tan f¨¢cil como ahora unirse a la yihad violenta. De ah¨ª que unas adolescentes como las brit¨¢nicas Amira, Shamima y Kadiza puedan haber llegado, seg¨²n las ¨²ltimas informaciones, hasta Siria. No son las primeras ni ser¨¢n las ¨²ltimas. A lo largo de los cuatro a?os de guerra civil en este pa¨ªs el flujo de islamistas radicales a Siria a trav¨¦s de Turqu¨ªa ha sido constante, escondi¨¦ndose entre los millones de turistas, comerciantes y empresarios que cada a?o atraviesan esta regi¨®n.
El viaje, desde Europa, comienza con un simple billete de avi¨®n. Con el empuje que ha gozado el turismo en Turqu¨ªa durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, las aerol¨ªneas y los aeropuertos con destino a Estambul han incrementado su capacidad, y es muy f¨¢cil encontrar vuelos a bajo coste en cualquier momento del a?o. Adem¨¢s, Ankara ha firmado acuerdos con numerosos pa¨ªses europeos, asi¨¢ticos y del norte de ?frica que eximen a sus ciudadanos de la necesidad de solicitar un visado para entrar en el pa¨ªs.
El pasado 2 de enero, una semana antes de que su marido, Amedy Coulibaly, pereciese en el ataque a un supermercado kosher de Par¨ªs, Hayat Boumedienne lleg¨® al aeropuerto Sabiha G?k?en de Estambul, procedente de Madrid. La acompa?aban otras cuatro personas, entre ellas Mohamed Belhoucine, ya anteriormente implicado en actividades yihadistas. Seg¨²n una fuente cercana a la inteligencia turca consultada por EL PA?S, en muchas ocasiones los aprendices de yihadista viajan acompa?ados de mentores o facilitadores o, en caso contrario, disponen de un contacto en Estambul que les ayuda a proseguir el viaje.
"Se ve a muchos barbudos hablando lenguas extranjeras", dice un analista
Pese a que la v¨ªa a¨¦rea es la m¨¢s habitual para llegar a Estambul, en los ¨²ltimos meses se ha detectado tambi¨¦n un incremento de los cruces a Turqu¨ªa a trav¨¦s de la frontera b¨²lgara, de acuerdo al Ministerio del Interior de ese pa¨ªs.
La siguiente etapa del viaje es m¨¢s sencilla y consiste en desplazarse ¡ªbien en avi¨®n, bien en autob¨²s¡ª hasta la regi¨®n sureste de Turqu¨ªa, principalmente a la provincia de Urfa, que linda con territorio sirio controlado por el Estado Isl¨¢mico (EI). La se?al telef¨®nica de Boumedienne se detect¨® por ¨²ltima vez en Ak?akale, localidad fronteriza de la provincia de Urfa, s¨®lo separada por una valla de la poblaci¨®n siria de Tel Abyad, en manos del EI.
Seg¨²n los expertos consultados, Ak?akale es actualmente el principal punto de paso a Siria y la zona es un hervidero de yihadistas. ¡°Se ve a muchos barbudos hablando lenguas extranjeras, incluso en la capital de la provincia¡±, asegura Ismail Kaplan, dirigente provincial del partido kurdo DBP. Es m¨¢s, este pol¨ªtico afirma que sus colegas han sorprendido a supuestos yihadistas tratando de penetrar en Siria a trav¨¦s de los campos de cultivo en torno a la localidad de Suru? y descendiendo por la ribera del ?ufrates a la altura de Karkamis, pues al otro lado se encuentra otro de los bastiones del EI en Siria: Jarabulus. Otro importante punto de paso se encuentra en la provincia turca de Kilis, unas decenas de kil¨®metros m¨¢s al oeste.
Kaplan denuncia que, pese a sus quejas, las autoridades turcas han hecho poco por reforzar los controles. ¡°Turqu¨ªa siempre ha hecho la vista gorda a [las actividades] de estos grupos extremistas para debilitar a los kurdos de Siria¡±, opina por su parte el analista kurdo Mutlu Civiroglu.
Sin embargo, debido a la presi¨®n occidental, la situaci¨®n ha cambiado en los ¨²ltimos meses y Turqu¨ªa se ha tomado m¨¢s en serio la vigilancia. A finales del a?o pasado se instalaron ¡°centros de an¨¢lisis de riesgo¡± en aeropuertos y otras entradas al pa¨ªs y el ministro del Interior turco, Efkan Ala, se ha defendido alegando que en los ¨²ltimos a?os Turqu¨ªa ha denegado la entrada de unas 10.000 personas por supuestos lazos yihadistas y otro millar ha sido deportado de Turqu¨ªa por ser sospechoso de pertenecer al EI. ¡°La mayor dificultad es no dar una imagen de que Turqu¨ªa ve a cada turista como un terrorista en potencia. Turqu¨ªa recibe m¨¢s de 25 millones de visitantes cada a?o y hay que compaginar las exigencias de seguridad con el no intimidar a los turistas¡±, se?ala Mehmet ?zkan, director del centro de estudios sobre terrorismo UTSAM, vinculado a la polic¨ªa turca. Para ?zkan, aunque ha mejorado, es imprescindible que los aliados compartan con Turqu¨ªa m¨¢s informaci¨®n de inteligencia para poder detener a los radicales antes de que abandonen el pa¨ªs.
Por otro lado, el Ej¨¦rcito turco ha incrementado sus patrullas y, en las ¨²ltimas semanas, varias decenas de personas han sido arrestadas en la zona fronteriza. Pero los cerca de 400 kil¨®metros de frontera que comparten Turqu¨ªa y Siria son muy porosos y esta regi¨®n ha sido tradicionalmente un lugar de contrabando de mercanc¨ªas. Ahora, los traficantes se ganan la vida ayudando a transportar combatientes al otro lado de la frontera.
Una vez dentro de Siria llega lo que una reclutadora del EI, la escocesa Aqsa Mahmoud, considera ¡°la cuesti¨®n m¨¢s dif¨ªcil¡± para los voluntarios extranjeros: la llamada a casa. Avisar a la familia de que se est¨¢ en Siria, de que se ha terminado la vida anterior y comienza una nueva, al servicio de la m¨¢s brutal de las organizaciones yihadistas.
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