El mapa y el carpintero
Felipe Gonz¨¢lez examina en Washington los riesgos geopol¨ªticos en un mundo en desorden
Cuando en noviembre de 1977 el joven Felipe Gonz¨¢lez, entonces l¨ªder socialista en la Espa?a de la incipiente transici¨®n, viaj¨® a Washington y visit¨® la Casa Blanca, le recibieron el vicepresidente Walter Mondale y el consejero de seguridad nacional, Zbigniew Brzezinski. ¡°La prueba de que esta entrevista es importante¡±, le dijo Mondale, ¡°es que est¨¢ presente en ella Brzezinski¡±.
Brzezinski fue durante la Guerra Fr¨ªa uno de los cerebros de la pol¨ªtica exterior de EE UU. M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s de aquel encuentro en la Casa Blanca, Zbig, como le llaman sus conocidos, recibi¨® este jueves de nuevo a Felipe Gonz¨¢lez, presidente de Espa?a entre 1982 y 1996, el socialista que, en los ¨²ltimos a?os de la Guerra Fr¨ªa, ancl¨® a su pa¨ªs en el bloque occidental.
¡°Gracias por su presentaci¨®n po¨¦tica y pol¨ªtica¡±, le dijo Brzezinski a Gonz¨¢lez tras m¨¢s de una hora de discurso y preguntas en un acto organizado por el Instituto Brzezinski sobre Geoestrategia en el Center for Strategic and International Studies (CSIS), el principal laboratorio de ideas en Washington en materia de pol¨ªtica exterior y de seguridad. Por po¨¦tica, Zbig se refer¨ªa quiz¨¢ a su habilidad verbal, o a la afici¨®n art¨ªstica privada, la carpinter¨ªa, que el presidente de CSIS, John Hamre, glos¨® en su introducci¨®n.
De Rusia al Estado Isl¨¢mico, de China a Cuba, de Syriza a Podemos, del euro a Averroes, la intervenci¨®n de Gonz¨¢lez fue un repaso del mapa mundial, un examen brzezinskiano de un mundo que, seg¨²n escribe Kissinger en su ¨²ltimo libro, Orden mundial, se mueve entre la busca angustiada de un orden y el caos que acecha a cada esquina.
El expresidente defiende la pol¨ªtica de Estados Unidos frente a la austeridad europea
La tensi¨®n entre el orden y el caos empieza por casa, por Europa. ¡°Desde el punto de vista coyuntural, Europa se ha equivocado enfrentando la crisis. Y probablemente se ha equivocado por el peso relativo de Alemania mucho mayor que el de otros pa¨ªses¡±, dijo. El expresidente, que encabez¨® el Grupo de Reflexi¨®n del Consejo Europeo sobre el futuro de la UE, alud¨ªa a las pol¨ªticas de austeridad que propician el auge de partidos alternativos.
¡°Si se comparan magnitudes semejantes, las pol¨ªticas coyunturales de EE UU contra la crisis han sido mucho m¨¢s eficientes, y creo que tambi¨¦n apuntan mejor en las estructurales¡±, dijo. ¡°La mitad de la poblaci¨®n griega¡±, expuso, ¡°ha perdido, en t¨¦rminos de riqueza por habitante, el 50% en cinco a?os. Cr¨¦anme, esas cosas es milagroso que sobrevivan con votos, porque hist¨®ricamente se hac¨ªan con botas¡±.
A una pregunta sobre las elecciones en Espa?a, Gonz¨¢lez respondi¨® que la hegemon¨ªa bipartita ha terminado. ¡°Vamos a un modelo italiano pero sin italianos¡±, dijo. ¡°En Espa?a el factor dominante lo defini¨® Unamuno con el sentimiento tr¨¢gico de la existencia. Y el factor dominante en Italia, por fortuna para Italia, es: vivamos lo mejor posible que la vida es corta¡±.
¡°Vamos a un modelo italiano pero sin italianos¡±, dice sobre la crisis del bipartidismo en Espa?a
El paso de dos a cuatro partidos ¡ªPSOE, PP, Podemos, Ciudadanos¡ª aboca al pa¨ªs a una crisis de gobernanza, con un PP, dijo, desplazado a ¡°muy hacia la derecha¡± y que ha descuidado el centro, un PSOE preocupado por Podemos a la izquierda y Podemos con v¨ªnculos bolivarianos.
La moderadora, Heather Conley, responsable de Europa en el CSIS, y los periodistas le preguntaron por la crisis europea y Espa?a, pero fueron las amenazas geopol¨ªticas las que centraron el discurso. Gonz¨¢lez ve un ¡°movimiento tect¨®nico¡± en las relaciones internacionales, que es la consolidaci¨®n de China en Asia.
M¨¢s inmediata es la amenaza integrista en Oriente Pr¨®ximo, una batalla, seg¨²n el expresidente, que EE UU y Europa no pueden ganar: tienen que ser los musulmanes. Y no es optimista Gonz¨¢lez sobre el tercer desaf¨ªo, el pulso con Rusia por Ucrania. Vlad¨ªmir Putin, dijo, ¡°tiene un prop¨®sito, Europa no lo tiene, Estados Unidos duda entre la posici¨®n europea y la petici¨®n que se hace aqu¨ª de armar a Ucrania, que no s¨¦ si es suficiente¡±.
El joven izquierdista que lleg¨® a la Casa Blanca en 1977 es ahora un elder statesman, un venerable estadista, identificado en EE UU con la mayor era de prosperidad y democracia de la historia de Espa?a. ¡°Estamos en un momento tumultuoso, confuso, especialmente en Europa. Y necesitamos desesperadamente carpinteros, personas que construyan¡±, dijo Hamre, el presidente del CSIS. ¡°Estoy preocupado, porque Am¨¦rica necesita una Europa cohesionada y unida¡±.
Tres espa?oles en D.C.
Juan Carlos I, Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Tres de los m¨¢ximos protagonistas de la historia de la Espa?a democr¨¢tica han coincidido esta semana en Washington.
El Rey visitaba la capital estadounidense para inaugurar el festival cultural Iberian Suite y entregar el premio Bernardo de G¨¢lvez el senador Bob Men¨¦ndez. Este mi¨¦rcoles asisti¨® como p¨²blico a una charla del expresidente Felipe Gonz¨¢lez con Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si Gonz¨¢lez, como explic¨® en el coloquio del BID, siente un apego casi visceral por Am¨¦rica Latina, Aznar tiene una querencia especial por Estados Unidos. Se mueve con comodidad, y se le respeta, en ambientes republicanos y neoconservadores. El lunes habl¨® antes los miles de asistentes a la conferencia anual de AIPAC, el lobby proisrael¨ª. Y el martes asisti¨® como p¨²blico al controvertido discurso del primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, ante el Congreso de EE UU.
Juan Carlos I ha concidido en la estancia washingtoniana con el socialista Gonz¨¢lez y con el sucesor de este, el popular Aznar. Gonz¨¢lez y Aznar no coincidieron.
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