La OTAN no tiene quien la pague
La preocupaci¨®n europea por la crisis en el Ucrania no se refleja en las aportaciones a la Alianza. La meta es destinar un 2% del PIB propio en 2024
La OTAN, la mayor alianza permanente de la historia, no tiene quien la pague. Pese a la agresividad verbal de algunos de sus comandantes ante la agresi¨®n rusa en Ucrania o las discusiones entre expertos sobre su papel en el siglo XXI, hay un hecho incontrovertible: ninguno de los aliados grandes, a excepci¨®n de Francia (que invierte un 1, 5% de su PIB), parece que vaya a cumplir con el compromiso, acordado en la cumbre de Gales de hace seis meses, de destinar un 2% del PIB a la defensa com¨²n, un objetivo que deber¨ªa alcanzarse en 2024.
La realidad es que, lejos de crecer, el gasto militar decrece o, en el mejor de los casos, permanece estable. ¡°Por desgracia, en el aspecto militar, la crisis ucrania no ha supuesto un cambio de juego¡±, asegura en un correo electr¨®nico Lukasz Kulesa, director de investigaci¨®n de European Leadership Network, un think tank de seguridad y defensa que la semana pasada present¨® un demoledor informe, titulado El compromiso de Gales revisitado, sobre este reto que analiza los presupuestos de los 15 pa¨ªses que le han facilitado las cifras.
El presupuesto de Mosc¨² supera la suma de los de Par¨ªs y Berl¨ªn para 2016
¡°Es verdad que algunos Estados miembros anunciaron un incremento en el porcentaje del PIB destinado a defensa, visible en 2015 o 2016. Lo han hecho algunos pa¨ªses como los tres b¨¢lticos, Noruega, Polonia o Rumania, pero no es suficiente para contrarrestar el descenso en los grandes como Alemania o Italia. Hay una gran inquietud sobre la defensa en Reino Unido¡±, asegura el analista.
La necesidad de aumentar el gasto colectivo en defensa es un viejo mantra de la organizaci¨®n ya que Estados Unidos corre con el 75% del presupuesto (unos 534.000 millones de euros, el 3,4% de su PIB), que no ha hecho m¨¢s que declinar desde los noventa. El actual secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, ha visitado recientemente Par¨ªs y Roma, donde, adem¨¢s de cuestiones de seguridad, ha discutido c¨®mo se van a sufragar los grandes retos a los que se enfrenta la Alianza, no s¨®lo en su flanco este, sino en lugares como Libia.
Pero la gran preocupaci¨®n en el cuartel de Bruselas es Londres, el segundo contribuyente despu¨¦s de Washington, cuyo presupuesto militar se reducir¨¢ este a?o de 55.000 millones de libras (unos 76.000 millones de euros) a 54.000, lo que significa una bajada del 2,7% del PIB al 1,88%. Esta reducci¨®n ha encendido todas las alarmas al otro lado del Atl¨¢ntico. Tanto que el jefe de las Fuerzas Armadas de EE UU, el general Raymond Odierno, ha pedido al Gobierno de David Cameron que mantenga la inversi¨®n en defensa, sugiriendo que las tropas brit¨¢nicas podr¨ªan acabar empotradas en unidades estadounidenses, m¨¢s que combatiendo de igual a igual. ¡°Mentir¨ªa si no dijera que estoy muy preocupado por esta situaci¨®n¡±, declar¨® Odierno al Daily Telegraph.
El Sur teme m¨¢s los riesgos de ?frica y Oriente Pr¨®ximo que los de Rusia
¡°La situaci¨®n es muy preocupante. Desde luego, con la presencia de EE UU, la OTAN seguir¨¢ siendo la alianza militar m¨¢s potente¡±, dice Kulesa. ¡°Pero los estadounidenses tienen tambi¨¦n otros focos de los que preocuparse como Oriente Pr¨®ximo o el este de Asia, as¨ª que sus fuerzas no estar¨¢n siempre disponibles. Y sus responsables no se cansan de repetir que los europeos tienen que compartir la carga com¨²n¡±, asegura el experto, que esgrime el informe de su organizaci¨®n realizado en 15 de los 28 pa¨ªses miembros.
Desde la OTAN, fuentes oficiales aseguran ser conscientes de que la asignaci¨®n de nuevos recursos no ¡°es f¨¢cil¡± y lleva tiempo, sobre todo en un escenario de crisis econ¨®mica. ¡°Hay aliados que se est¨¢n moviendo en la direcci¨®n adecuada y la organizaci¨®n trabaja de forma muy estrecha para que se consigan estos objetivos y se revisen regularmente¡±. La misma fuente remite a la pr¨®xima cumbre de los ministros de Defensa de la organizaci¨®n, que se celebrar¨¢ en junio.
Pero mientras esto ocurre, hay las dudas sobre si la Alianza ser¨¢ capaz de responder a los viejos y nuevos desaf¨ªos ¡ªpor ejemplo, el Estado Isl¨¢mico (EI)¡ª a largo plazo y con recursos menguantes. Basta pensar que, seg¨²n el semanario de defensa Jane¡¯s, el presupuesto de defensa de Mosc¨² es m¨¢s que la suma combinada de Francia y Alemania para 2016, y que el a?o pasado el gasto militar europeo fue de 230.000 millones de euros, una reducci¨®n de 6.450 millones con respecto al a?o anterior (un 3%), seg¨²n fuentes de la OTAN.
Espa?a dedic¨® el a?o pasado 5.745 millones (0,4% del PIB) y lo aumentar¨¢ en 32 millones para este a?o.
¡°A pesar de concentrarse en Rusia y el este de Europa, la OTAN no puede convertirse en una organizaci¨®n unidimensional. Los pa¨ªses del sur tienen raz¨®n cuando argumentan que los riesgos procedentes de ?frica y de Oriente Pr¨®ximo como Estados fallidos, terrorismo o inmigraci¨®n son m¨¢s importantes que la amenaza de Rusia. La OTAN debe estar preparada para la sorpresa estrat¨¦gica¡±, concluye Kulesa.
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