La secta radical nigeriana Boko Haram jura lealtad al Estado Isl¨¢mico
El l¨ªder de la organizaci¨®n terrorista, Abubaker Shekau, afirma en un audio que jura "escuchar y obedecer en lo f¨¢cil y en lo dif¨ªcil¡± a Al Bagdadi
El l¨ªder de la secta radical islamista nigeriana Boko Haram, Abubaker Shekau, ha jurado lealtad al califa Ibrahim, nombre con el que se conoce a Abubaker al Bagdadi, m¨¢ximo responsable del Estado Isl¨¢mico (EI), grupo yihadista que controla un amplio territorio entre el noreste de Siria y el noroeste de Irak. En un audio de ocho minutos y veinte segundos colgado en la Red, bajo el sello de la Fundaci¨®n Al Urwah al Wuthqa, brazo medi¨¢tico de Boko Haram, Shekau da su bayah (juramento de lealtad) al iraqu¨ª Al Bagdadi, al que jura ¡°escuchar y obedecer en lo f¨¢cil y en lo dif¨ªcil¡±, tanto en aquello ¡°que les agrade como en lo que les desagrade¡±, y llama a todos los musulmanes a hacer lo mismo.
Si bien Shekau ha nombrado ¡°califa¡± a Al Bagdadi en algunas de las grabaciones emitidas por Boko Haram desde el pasado verano, e incluso ha rezado por ¨¦l, es este audio el mensaje m¨¢s serio y definitivo de la adhesi¨®n expresa de la secta nigeriana al EI. Se estima que tras este juramento de lealtad, el Consejo de la Shura del EI, m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n del grupo yihadistas, formado por combatientes iraqu¨ªes y sirios, pueda manifestarse al respecto.
El bayah de Shekau es la guinda que muchos analistas estaban esperando tras los ¨²ltimos v¨ªdeos difundidos por la secta, con una factura sin duda similar a la de las grabaciones del EI. La pasada semana, el grupo colg¨® en Internet un v¨ªdeo en el que decapitaba supuestamente a dos hombres acusados de espionaje. Este tipo de asesinatos no eran habituales ni en la t¨¢ctica b¨¦lica ni propagand¨ªstica de Boko Haram ¨Ctraducido del hausa como ¡°la educaci¨®n occidental est¨¢ prohibida- , que pretende la implantaci¨®n y seguimiento riguroso de la shar¨ªa (ley isl¨¢mica) bajo su gobierno.
La secta, que controla ya un ¨¢rea del noreste de Nigeria de alrededor de 20.000 kil¨®metros cuadrados, con especial presencia en los Estados de Borno, Adawama y Yobe, alcanz¨® especial relevancia tras el secuestro en abril de 2014 de m¨¢s de 200 alumnas de un colegio de Chibock (Borno). Se desconoce el n¨²mero de milicianos que forman parte del grupo, pero se calcula que en los ¨²ltimos dos a?os, periodo en el que su violencia se ha desatado combinando atentados y ataques indiscriminados a punta de Kal¨¢shnikov, han matado a unas 13.000 personas.
Este s¨¢bado, varios ataques han vuelto a golpear Maiduguri, capital de Borno y una de las ciudades m¨¢s ansiadas por Boko Haram. Seg¨²n informaci¨®n recogida por Reuters, al menos medio centenar de personas perdieron la vida entre dos atentados contra mercados de la localidad y un coche bomba. A pocos kil¨®metros de esa ciudad, hacia el noreste, se encuentra el lago Chad, entre las fronteras de Nigeria, N¨ªger, Chad y Camer¨²n. Estos pa¨ªses han empezado a coordinarse para atacar a la secta, por tierra y aire, en una frontera terriblemente porosa, a la espera de la puesta en marcha de la fuerza internacional de 8.700 hombres prevista por la Uni¨®n Africana.
Nigeria celebrar¨¢ elecciones generales el pr¨®ximo 28 de marzo, seis semanas despu¨¦s de la primera fecha prevista, pospuesta por el actual presidente Goodluck Jonathan aduciendo problemas de seguridad en el pa¨ªs ante el despliegue militar en el noreste, insuficiente, seg¨²n se ha constatado, para hacer frente a la secta.
La adhesi¨®n de Boko Haram al dictado del califa Ibrahim recuerda a la uni¨®n del grupo terrorista somal¨ª Al Shabab a Al Qaeda central. Las luchas intestinas en la direcci¨®n de Al Shabab llevaron a Osama bin Laden a frenar la adhesi¨®n total de los dos grupos. Con Bin Laden muerto, Ayman al Zawahiri dio luz verde a la asociaci¨®n. Boko Haram y el EI comparten una ideolog¨ªa, el salafismo/wahabismo, y unos m¨¦todos para implantarla (atentados, secuestros, ataques coordinados¡) que compiten en brutalidad. Sin embargo, el poder medi¨¢tico del EI y su fuerza de captaci¨®n, tras conquistar enormes parcelas de terreno a ambos lados de la frontera sirio-iraqu¨ª, est¨¢n a a?os luz de la de la secta de Shekau, hasta hace unos meses considerada un problema que solo afectaba al noreste de Nigeria, pobre y alejado del rico sur petrol¨ªfero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.