El zar anticorrupci¨®n griego
Un prestigioso exfiscal experto en lavado de dinero combatir¨¢ como ministro una lacra que supone el 25% del PIB
La silueta varada de un carguero abandonado en una isla con millones de cajetillas de tabaco de contrabando en la bodega. Las cuentas no declaradas en el extranjero de miles de profesionales liberales y empresarios. El dep¨®sito del coche lleno de gasoil industrial, que paga menos tasas. El fakelaki (sobrecito) con que un ciudadano de a pie prev¨¦ lograr una atenci¨®n prioritaria ¡ªo simple cuidado, a secas¡ª en el colapsado sistema de salud. La lista de ejemplos del mal end¨¦mico que es la corrupci¨®n en Grecia es interminable, y todos los conoce muy bien el fiscal Panayotis Nikoloudis (Mani, 1949), ministro de Estado (sin cartera) para el combate de la corrupci¨®n, que tras un mes en el cargo ya sabe lo que es ¡°volver a fumar¡± y, sobre todo, extremar los pies de plomo en este terreno minado. De la excepcionalidad de su tarea da fe el visible aparato de seguridad que custodia su despacho, en una sede provisional en el centro de Atenas, donde se realiz¨® esta entrevista el pasado d¨ªa 27. Otros ministros se mueven libremente, sin escolta, empezando por el de Finanzas, Yanis Varoufakis.
¡°Ojal¨¢ tuviera m¨¢s tiempo; hasta ahora s¨®lo tenemos miles de provisiones pero no resultados concretos. Pero gracias a mi experiencia como fiscal durante 38 a?os, los ¨²ltimos tres como encargado de una unidad independiente contra el blanqueo de dinero, he podido desarrollar m¨¦todos y pr¨¢cticas que ahora me servir¨¢n¡± en el ministerio. ¡°Estos ¨²ltimos a?os he aprendido m¨¢s que en todos los anteriores¡±, contin¨²a quien fuera n¨²mero dos del Tribunal Supremo griego. Y todo, con un equipo formado ¨²nicamente por 30 personas: ¡°Parecen pocas, pero para combatir la corrupci¨®n tienes que controlar hasta el ¨²ltimo de los mecanismos; es decir, hasta la ¨²ltima de las personas [del equipo]¡±.
Nikoloudis, afable y cercano, recuerda que la corrupci¨®n es un ¨¢mbito muy vasto, ¡°de la alta corrupci¨®n o los delitos financieros a la corrupci¨®n cotidiana del fakelaki o el arreglo informal¡±, y viceversa. Pero el combate, subraya, ha de comenzar en las alturas: ¡°La ra¨ªz de la corrupci¨®n est¨¢ en un n¨²cleo formado por la ¨¦lite econ¨®mica, la ¨¦lite pol¨ªtica y los medios de comunicaci¨®n. Desde mediados de los ochenta estos tres elementos constituyen un todo, y para desentra?ar sus intereses hay que romper el n¨²cleo, una tarea muy dif¨ªcil¡±. Tan dif¨ªcil, como desafiar el poder omn¨ªmodo de media docena de apellidos (Laz¨ªs y B¨®bolas al frente) que dominan complejos entramados, de la construcci¨®n a la comunicaci¨®n y las obras p¨²blicas. O que pilotan algunas de las privatizaciones ya aprobadas, como por ejemplo la del antiguo aeropuerto de Ellinik¨®, subastado por un precio muy bajo a un consorcio liderado por Lamda, el emporio de Laz¨ªs. C¨¢lculos de la OCDE estiman que entre el 25% y el 30% de la econom¨ªa griega es informal, negra, pasto de la corrupci¨®n y el fraude.
Nikoloudis asegura contar con el apoyo decidido del primer ministro, Alexis Tsipras, que recurri¨® a ¨¦l, un independiente sin adscripci¨®n partidista, ¡°con una voluntad pol¨ªtica muy clara de reformar a fondo el sistema. Hasta ahora, no sabr¨ªa decir si no quer¨ªamos o no sab¨ªamos hacerlo; somos mediterr¨¢neos, laxos¡¡±
De los 28.000 expedientes que Nikoloudis abri¨® al frente de la unidad de lavado de dinero, se ha sustanciado una peque?a parte, apenas 3.200, relativos a unos cientos de dep¨®sitos bancarios en Grecia y en el extranjero, y ya han sido remitidos a la unidad policial de delitos financieros (SDOE, en sus siglas griegas) para recuperar los 2.500 millones de euros que adeudan al fisco. ¡°Aquel que roba una cartera es execrado por la sociedad y va a la c¨¢rcel; pero al que defrauda o evade impuestos se le mira con sonrisas, cuando no con admiraci¨®n¡ No obstante no me atrever¨ªa a decir que la corrupci¨®n est¨¦ en nuestro ADN¡ Es el liderazgo el que debe dar ejemplo para hacer posible este cambio¡±.
Pero Nikoloudis previene contra cualquier intento de cantar victoria antes de tiempo. ¡°No soy un Heracles, ni un superdetective, ni nada por el estilo¡ No tengo la utop¨ªa de querer convertir a este pa¨ªs en un para¨ªso (esto no se lograr¨¢ jam¨¢s), pero resultados habr¨¢, no s¨¦ si muchos o pocos¡ pero s¨ª radicales¡±.
De evasi¨®n fiscal, una de las patas del ingente problema ¡ª¡°y te¨®ricamente la m¨¢s f¨¢cil de combatir¡±, seg¨²n el ministro¡ª, sabe mucho Haris Theocharis, portavoz del grupo parlamentario del partido To Potami (centro, 17 diputados), que dimiti¨® pocos meses despu¨¦s de ser nombrado responsable de Recaudaci¨®n (Hacienda) en junio de 2014, bajo el Gobierno de Andonis Samar¨¢s. Chocar de frente contra el statu quo le hizo renunciar tan r¨¢pido. ¡°La ¨¦lite, obviamente, no quiere que nada cambie, y si la Administraci¨®n no funciona, se enra¨ªza c¨®modamente¡±, asegura Theocharis, para quien la base de la corrupci¨®n es ¡°la baja calidad de los servicios p¨²blicos, que obliga a pagarlos dos veces¡±. Por eso, pese a la oposici¨®n te¨®ricamente frontal de su partido al Gobierno de la izquierdista Syriza, ¡°To Potami va a votar a favor de las leyes anticorrupci¨®n que presente en el Parlamento¡ Este combate requiere tiempo, unas medidas podr¨¢n aplicarse deprisa, otras llevar¨¢n un a?o y otras m¨¢s incluso¡ pero cada medida adoptada propiciar¨¢ un mejor resultado de la siguiente¡¡±
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