¡°La debilidad de Rousseff abre la puerta a una moci¨®n de censura¡±
Uno de los l¨ªderes del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), el senador Jos¨¦ Serra, volvi¨® a subirse la semana pasada a la tribuna del Senado para intentar dar un giro a su partido en la oposici¨®n a Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT). El viernes pasado, justo antes de la publicaci¨®n de la lista de los pol¨ªticos involucrados en el esc¨¢ndalo de Petrobras, Serra recibi¨® a EL PA?S en su oficina en S?o Paulo. Es uno de los pol¨ªticos brasile?os con m¨¢s experiencia - ha sido ministro, alcalde, diputado federal y gobernador del Estado de S?o Paulo-.
Pregunta. ?C¨®mo va a comportarse el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) con el Gobierno de Rousseff despu¨¦s de que el presidente del Senado, Renan Calheiros, devolviera la medida provisional con parte de los ajustes fiscales?
Respuesta. No vi el gesto de Calheiros como un gesto puramente partidista. Su argumento era correcto en el sentido de que no se puede hacer un cambio fiscal de este tama?o a trav¨¦s de una medida provisional. Esto unido al hecho de que esta medida no era urgente. Era relevante, pero no urgente.
P. Usted fue uno de los defensores de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), ?el ajuste devuelto por Calheiros no fue una manera de intentar obligar al Gobierno a cumplir con la LRF?
R. No hay la menor duda de que este pa¨ªs necesita una reforma fiscal ante los propios desequilibrios causados por el Gobierno de Rousseff. O m¨¢s bien, agravados por ¨¦l, ya que esto viene de lejos, desde el segundo Gobierno de Lula. Esta reforma, en las condiciones que se est¨¢ produciendo, tiene aspectos discutibles. Deber¨ªa hacerse mejor y de una forma m¨¢s segura, apuntando a perspectivas de medio y largo plazo. Sin eso, esta reforma no funciona ni para estabilizar la econom¨ªa.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa?
R. Yo no soy ministro. Mi funci¨®n es se?alar los problemas, hacer cr¨ªticas y decir lo que el Gobierno no deber¨ªa estar haciendo.
P. ?Por ejemplo?
R. El aumento de intereses con la econom¨ªa en recesi¨®n. M¨¢s a¨²n con un aumento de la inflaci¨®n que est¨¢ siendo causado principalmente por los ajustes de los precios. Esta es una inflaci¨®n totalmente diferente a los intereses. Tenga en cuenta que el aumento de intereses promovido por el Gobierno Dilma desde la reelecci¨®n tiene un coste anual de unos 27 billones de reales, eso es equivalente al 40% de la mejora en el resultado deseado por el ministro.
P. ?No ve con buenos ojos la llegada de Joaquim Levy al Ministerio de Hacienda?
Mercosur fracas¨® porque tuvo metas demasiado ambiciosas
R. No lo veo con buenos ni malos ojos. No tengo ning¨²n problema con ¨¦l. Creo que es una figura p¨²blica seria. S¨®lo que no creo en la existencia de dos Gobiernos, Rousseff y Levy.
P. En el primer discurso tras ser reelegida, Rousseff dijo que estaba abierta al di¨¢logo. ?Ha notado alg¨²n esfuerzo de reconciliaci¨®n con la oposici¨®n?
R. El PSDB, en los primeros a?os de Rousseff, tuvo en su mayor parte una posici¨®n muy indulgente con el Gobierno. Yo era esc¨¦ptico de esta posici¨®n. La m¨ªa era una de las voces aisladas. Vi que el PT segu¨ªa como siempre, algo que ya ocurri¨® claramente en las elecciones municipales de 2012 y que el Gobierno estaba completamente sin rumbo. Ella nunca se aproxim¨® a ning¨²n tipo de propuesta. Hasta mand¨® mensajes de cumplea?os al expresidente Fernando Henrique Cardoso, pero despu¨¦s ella misma lider¨® la demonizaci¨®n de su imagen. Y es una demonizaci¨®n ampliamente desmoralizada.
P. ?Por qu¨¦ raz¨®n hay esta polarizaci¨®n en la que el PT siempre culpa al PSDB por los males del pa¨ªs, y viceversa?
R. Porque el PT divide al pa¨ªs entre ¨¢ngeles y demonios, entre buenos y malos. Si est¨¢s en el lado del PT, est¨¢s a salvo de todos los pecados. Si est¨¢s en el lado de la oposici¨®n, concentras todos los pecados del mundo. Es una especie de polarizaci¨®n que dificulta,incluso, el debate de las ideas. Brasil es un pa¨ªs sin debate. El proceso siempre termina siendo radicalizado. Esto es parte del origen del PT. El enemigo principal siempre ha sido el PSDB. Sin ning¨²n escr¨²pulo, sin relatividad
P. ?Por qu¨¦ sucede esto?
R. Porque identifican que somos un partido socialdem¨®crata m¨¢s competente para gestionar, para gobernar.
P. En las ¨²ltimas cuatro elecciones presidenciales el ataque del PT tuvo su recompensa.
R. Pero Lula perdi¨® tres antes.
P. ?A qu¨¦ se deben esas ¨²ltimas derrotas de su partido? ?Fueron por una falta de combate de la oposici¨®n?
R. Esa interpretaci¨®n es demasiado simplista. Cada elecci¨®n es diferente de la otra y las circunstancias de la ¨¦poca interfieren. En 2002, despu¨¦s de ocho a?os de Fernando Henrique Cardoso, hubo muchas crisis externas que afectaron a la estabilidad de la econom¨ªa, se produjo un gran desgaste y eso favoreci¨® la elecci¨®n de Lula. Aunque estoy bien considerado como ministro de Salud. En las elecciones de 2006, la econom¨ªa era buena, a pesar del desgaste por el caso de corrupci¨®n conocido como mensal?o que produjo una crisis en 2005. En 2010 la econom¨ªa estaba en su apogeo, creciendo al 10%, con un fuerte apoyo a Dilma del sector empresarial. Y en las ¨²ltimas elecciones casi perdieron. No se puede tener una regla de tres que explique los resultados de las elecciones entre el PSDB y el PT. En la d¨¦cada de 1990 el panorama era diferente.
Defiendo la reducci¨®n del tama?o de Petrobras para que pueda sobrevivir
P. ?Por qu¨¦ defiende la reducci¨®n de Petrobras?
El PT no es el partido de los pobres. Es el partido de intereses
R. Defiendo la reducci¨®n del tama?o de Petrobras para que pueda sobrevivir. Y ya ha empezado a hacerse, vendiendo activos. En una proporci¨®n mayor de lo que yo imaginaba. Es una empresa gigante y no existe empresa estatal de petr¨®leo en el mundo que se haya diversificado tanto. Que se haya endeudado tanto para poder invertir y despu¨¦s invertir de manera ineficiente. La actividad principal de Petrobras, que debe continuar, es la explotaci¨®n y extracci¨®n de petr¨®leo. No creo que Petrobras deba producir fertilizantes o textiles, como ha sucedido.
P. Hay una lectura entre los analistas pol¨ªticos que refuerza la idea de que el antipetismo es una fuerza superior a cualquier partido de la oposici¨®n. ?C¨®mo ve esto?
R. Es perfectamente normal que el rechazo a un partido sea mayor que la adhesi¨®n a otro.?Lo que tenemos que hacer es encarnar para estas personas la posibilidad de un cambio.
P. ?Estimulando las manifestaciones?
R. La poblaci¨®n debe entender que el PSDB es diferente. Pero eso no es a corto plazo. Las manifestaciones son siempre sanas, siempre y cuando sean pac¨ªficas. Apoyo todo movimiento popular, pero otra cosa son los esl¨®ganes. Lo que est¨¢ detr¨¢s de todo esto es la insatisfacci¨®n.
P. ?Est¨¢ en contra de la impugnaci¨®n de Dilma Rousseff?
R. No. Yo solo creo que la impugnaci¨®n no surge ahora como una cuesti¨®n pol¨ªtica. No es un eslogan que surge hoy. Resulta que el Gobierno est¨¢ tan d¨¦bil que da margen para que la poblaci¨®n reivindique la impugnaci¨®n de la presidenta.
P. ?Por qu¨¦ raz¨®n defiende cambios en el Mercosur?
R. Mercosur fracas¨® porque tuvo metas demasiado ambiciosas. La Uni¨®n Europea tard¨® 40 a?os en pasar de zona de libre comercio a las Uni¨®n Aduanera. Y Mercosur quer¨ªa hacerlo en cuatro a?os. La Uni¨®n Aduanera significa una pol¨ªtica de comercio unificada en relaci¨®n al resto del mundo.
P. Cuando usted era gobernador de S?o Paulo (2007-2010), sin duda recibi¨® advertencias sobre la crisis del agua que se aproxima.?
R. No recib¨ª nada. M¨¢s bien al contrario, la alerta de la naturaleza fueron las inundaciones. Las mayores inundaciones en d¨¦cadas en S?o Paulo tuvieron lugar al final de mi mandato. Y nosotros aumentamos en un 10% la disponibilidad de agua. Pero hoy, con la peor sequ¨ªa en 85 a?os, en realidad no hay pol¨ªtica preventiva suficiente para esta situaci¨®n. Fue una sorpresa.
P. Su partido defiende m¨¢s rigor en la investigaci¨®n del caso Petrobras. Pero en S?o Paulo se topa con una crisis grave [el caso de corrupci¨®n de los trenes en el Estado de S?o Paulo, que implica al PSDB] donde hubo comisiones que fueron bloqueadas por el Gobierno. ?No hay contradicci¨®n en defender la investigaci¨®n en un caso, pero no en este?
R. El caso [de los trenes] est¨¢ entre los casos m¨¢s investigados por la Administraci¨®n brasile?a, por el ministerio p¨²blico, por la Polic¨ªa Federal. Hasta el momento no se ha mostrado nada que implique responsabilidad de los Gobiernos.
P. ?Est¨¢ usted diciendo que este sistema implica solo algunos directivos. ?Es eso?
R. Hab¨ªa algunos gerentes, desde hace mucho tiempo, que eran corruptos. Eso es bastante posible. De hecho, la corrupci¨®n es una enfermedad que afecta a todos los gobiernos de todos los pa¨ªses. Otra cosa es que la corrupci¨®n se convierta en una forma de Gobierno, como ocurri¨® durante la era del PT en Brasil.
P. Hace m¨¢s de 20 a?os que el PSDB gobierna el Estado de S?o Paulo, pero en los ¨²ltimos a?os nunca ha conseguido el mismo apoyo nacional, ?por qu¨¦?
R. En S?o Paulo, el PSDB gobierna durante mucho tiempo y, de alguna manera, cal¨® en la poblaci¨®n la idea de que el PSDB gobierna bien. Pero Brasil es un pa¨ªs muy heterog¨¦neo. Las realidades pol¨ªticas de cada regi¨®n son muy diferentes y la realidad nacional es la suma de todas ellas.
P. ?Estas distintas realidades refuerzan el discurso de la lucha de clases, de los ricos los contras pobres?
R. Esta es una falsa polarizaci¨®n. El PT no es el partido de los pobres. Es el partido de algunas corporaciones, de intereses. El PT es aquello que dije en 2003, una especie de bolchevismo sin utop¨ªa. Tienen el comportamiento de un partido bolchevique en el sentido de que la ¨¦tica del individuo se sustituye por la ¨¦tica del partido. Tienen hasta sus m¨¢rtires, como es el caso de Del¨²bio [Soares, tesorero del partido sentenciado en caso de corrupci¨®n 'mensal?o'], como es el caso de Juan Vaccari [tesorero investigado en Lava Jato]. Son m¨¢rtires en el sentido de que les afectan acusaciones graves para ellos y se mantienen fieles. Respaldan al partido. Es la l¨®gica bolchevique. Pero no tienen ninguna utop¨ªa, igualdad, pobres. Si tuvieran esa preocupaci¨®n con los pobres no habr¨ªan dejado una cuesti¨®n como la sanidad como la dejaron. Ni habr¨ªan desperdiciado tantos recursos en el ¨¢rea de educaci¨®n.
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