M¨¦xico rompe el hist¨®rico duopolio de la televisi¨®n
La reforma de las telecomunicaciones adjudica a dos ¨²nicos concursantes las cadenas en abierto que competir¨¢n con Televisa y TV Azteca
M¨¦xico ha abierto el candado televisivo. La licitaci¨®n de dos nuevas cadenas, destinada a acabar con el hist¨®rico duopolio que controla las emisiones en abierto, culmin¨® anoche con su adjudicaci¨®n a Cadena Tres, de Olegario V¨¢zquez Ra?a, y Grupo Centro, de Francisco Aguirre. La decisi¨®n materializa uno de los hitos del proyecto reformista de Enrique Pe?a Nieto, pero lo hace por la puerta peque?a. El proceso, que gener¨® una enorme expectaci¨®n en sus primeros d¨ªas, ha registrado una fuga masiva de pretendientes y ha llegado a su tramo final exhausto.
S¨®lo dos jugadores han resistido las dificultades y, para sorpresa general, han presentado ofertas netamente superiores al m¨ªnimo exigido por las autoridades, de casi 60 millones de d¨®lares por cadena. El Grupo Centro, de corte conservador y que controla 15 emisoras de radio, puso sobre la mesa cerca de 200 millones, muy por encima de Cadena Tres, un peque?o emporio medi¨¢tico, en el que figura el tradicional peri¨®dico Exc¨¦lsior, que ofreci¨® 115 millones. La disparidad no afect¨® a la resoluci¨®n. Dado que s¨®lo hab¨ªa dos concursantes, cada uno recibi¨® una televisi¨®n.
Esta falta de contendientes muestra la p¨¦rdida de atractivo que ha sufrido la reforma estrella de las telecomunicaciones. Al dar sus primeros pasos, en septiembre pasado, la licitaci¨®n atrajo a la flor y nata del empresariado mexicano. En juego hab¨ªa un mercado de 4.000 millones de d¨®lares anuales en publicidad y venta de contenidos. Doce grandes grupos se prepararon para la liza. Entre ellos destacaban fortunas como Germ¨¢n Larrea, El Rey del Cobre, o cl¨¢sicos del establishment mexicano como Mario V¨¢zquez Ra?a o la familia Maccise.
Con el paso de los meses, el concurso fue reduciendo su fulgor. La crisis del petr¨®leo enfri¨® el clima econ¨®mico?y los problemas que al inicio se atisbaban lejanos han cobrado envergadura. En un sector maduro, con crecimientos apenas superiores a los de la inflaci¨®n, los nuevos competidores deber¨¢n enfrentarse a dos gigantes firmemente asentados en el territorio y que absorben pr¨¢cticamente toda la publicidad: Televisa (45% audiencia) y Televisi¨®n Azteca (20% audiencia).
Para hacerlo tendr¨¢n que satisfacer el pago por la licencia sin tener claro su terreno de juego. Las nuevas cadenas s¨®lo pueden emitir en digital, lo que las hace extremadamente dependientes del apag¨®n anal¨®gico, previsto para el pr¨®ximo 31 de diciembre. Es un punto crucial. El 45% de los hogares mexicanos sigue con televisi¨®n anal¨®gica y, por tanto, no puede captar la se?al de las nuevas cadenas. Si se retrasa el apag¨®n o no se cierra completamente la brecha anal¨®gica, el campo de acci¨®n de los nuevos contendientes, con una inversi¨®n ya hecha, quedar¨ªa muy mermado. ¡°No es justo que tengamos un pago realizado en un mercado que todav¨ªa no existe¡±, ha dicho el presidente de Grupo Radio Centro, Francisco Aguirre.
Se prev¨¦ que las nuevas televisiones solo ocupen un 8,5%?para 2020
Para paliarlo, el Gobierno ha optado por una soluci¨®n in¨¦dita: regalar televisores digitales a quien no puede costearlo. El pol¨¦mico plan, criticado por clientelar, ha permitido la entrega en pleno a?o electoral de m¨¢s de dos millones de aparatos a familias pobres. Los 10 millones restantes han quedado en entredicho debido a los ajustes en el gasto p¨²blico adoptados por la crisis del petr¨®leo.
La inseguridad es alta y, seg¨²n los expertos, la capacidad de evolucionar dentro de un mercado tan maduro y saturado es escasa. El propio Instituto Federal de Telecomunicaciones, el organismo que concede las licencias, prev¨¦ que las nuevas televisiones solo ocupen para 2020 un 8,5% del mercado. ¡°La reforma nace con muchos retos, entre ellos una estructura de mercado muy dif¨ªcil y una transici¨®n digital demasiado lenta. Creo que Cadena Tres y Grupo Cero terminar¨¢n juntos para poder enfrentarse a Televisa y Televisi¨®n Azteca. Se ha tardado tanto en llevar a cabo la reforma, que quiz¨¢ es demasiado tarde, pero no deja de ser una buena noticia: hay m¨¢s opciones y, por tanto, debe haber m¨¢s calidad¡±, se?ala el analista Mony de Swaan, expresidente de la Comisi¨®n Federal de Telecomunicaciones.
El Ejecutivo ha tratado de reducir estas dificultades permiti¨¦ndoles una combinaci¨®n de servicios (televisi¨®n de pago, telefon¨ªa m¨®vil y fija e Internet) que ampl¨ªe el per¨ªmetro de su negocio. Pero las dudas sobre su viabilidad subsisten. Tampoco est¨¢ claro para los expertos que los reci¨¦n llegados puedan acabar con la baja calidad que ahora domina el espectro televisivo. La cuesti¨®n, en un pa¨ªs donde la televisi¨®n es el medio de informaci¨®n por excelencia, trasciende el sector. Dado el alto contenido pol¨ªtico que se le dio a esta reforma, un fracaso en la pluralidad afectar¨ªa a la credibilidad del propio Gobierno y mostrar¨ªa las dificultades para acabar con las inercias del pasado. La verdadera reforma empieza ahora.
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