Bruselas admite el riesgo de accidente en Grecia y da un serio aviso a Tsipras
La Comisi¨®n advierte de que una salida del euro ser¨ªa cat¨¢strofica para la eurozona
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, lleg¨® este viernes a Bruselas en busca de alianzas, de comprensi¨®n, de un poco de aire tras seis semanas muy duras en el poder. Y encontr¨® buenas palabras en p¨²blico por parte de las instituciones europeas y alguna que otra se?al ¡ªm¨ªnima¡ª para el optimismo, pero sobre todo serias advertencias en privado: Bruselas quiere progresos r¨¢pidos y decididos tras mes y medio perdido, y reclama a Tsipras un perfil mucho m¨¢s bajo por parte de sus ministros m¨¢s incisivos para rebajar la tensi¨®n con los socios del euro. La Comisi¨®n Europea y la Euroc¨¢mara consideran que Tsipras ha dilapidado un tiempo precioso y buena parte de su capital pol¨ªtico en una estrategia diplom¨¢tica desastrosa, que se ha llevado por delante las simpat¨ªas iniciales que hab¨ªa despertado para su causa. Hasta el punto de que ya nadie descarta un accidente con Grecia. Ni siquiera los propios griegos.
La Comisi¨®n Europea alert¨® este viernes de la ¡°cat¨¢strofe¡± que supondr¨ªa una suspensi¨®n de pagos acompa?ada de una salida del euro de Grecia. El brazo ejecutivo de la Uni¨®n admite as¨ª p¨²blicamente que esa opci¨®n empieza a estar sobre la mesa, tras unas declaraciones recientes del ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, en las que no descart¨® ninguna posibilidad. El jefe de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, habl¨® de evitar ¡°un fracaso¡±. ¡°No es tiempo de divisi¨®n¡±, subray¨® en una breve rueda de prensa con Tsipras, a pesar de que parte del partido de centroderecha que encabeza la canciller Angela Merkel, am¨¦n del establishment econ¨®mico germano m¨¢s conservador, abogan p¨²blicamente por una salida de Grecia del euro.
Bruselas y Atenas iniciaron el pasado mi¨¦rcoles el trabajo t¨¦cnico destinado a detallar las reformas imprescindibles para que la ayuda financiera llegue a Grecia. Pero no est¨¢ nada claro que el Gobierno de Syriza ¡ªuna coalici¨®n de partidos de izquierda¡ª est¨¦ en disposici¨®n de cumplir los compromisos que reclaman los socios del euro. Tsipras lleg¨® a Bruselas con un mensaje constructivo y reclam¨® ¡°solidaridad¡± a Europa, ¡°un mensaje de esperanza y no solo de aplicar obligaciones y m¨¢s obligaciones¡±. Pero su Ejecutivo insiste en ense?ar los dientes: un portavoz del Gobierno griego explic¨® que Atenas se ver¨¢ obligado a convocar ¡°un refer¨¦ndum¡± si los acreedores de Grecia piden medidas extra de austeridad a cambio de ayuda financiera. Varios ministros, incluido Yanis Varoufakis ¡ªque provoca urticaria entre sus hom¨®logos de la eurozona¡ª, han apuntado en esa direcci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas, con una votaci¨®n que se convertir¨ªa en una suerte de plebiscito sobre la salida de Grecia del euro.
Bruselas no quiere ver ni en pintura ese tipo de escenarios, que siguen siendo improbables pero han aparecido como parte de la estrategia de negociaci¨®n ¡ªen el mejor de los casos¡ª o porque realmente existen. El comisario de Asuntos Econ¨®micos, Pierre Moscovici, explic¨® en Der Spiegel que los efectos de un accidente ser¨ªan ¡°catastr¨®ficos, pero no solo para Grecia: tambi¨¦n para la eurozona en su conjunto¡±. ¡°Si un pa¨ªs abandona la Uni¨®n, los mercados se preguntar¨¢n inmediatamente cu¨¢l es el pr¨®ximo. Ser¨ªa el principio del fin de euro¡±. No est¨¢ claro, sin embargo, que todo el mundo en Europa comprenda bien ese riesgo. El 52% de los alemanes estar¨ªa a favor de una salida de Grecia de la eurozona, seg¨²n una encuesta de ZDF. Y varios ministros del Eurogrupo han dado a entender que se tratar¨ªa de un problema manejable.
Ese riesgo, en fin, ya est¨¢ ah¨ª. En parte por razones pol¨ªticas. Pero tambi¨¦n por motivos econ¨®micos: el PIB griego se ha parado en seco; los ingresos han ca¨ªdo a plomo; la banca es dependiente del BCE, y Grecia es incapaz de financiarse en los mercados. A ese panorama se le suma el desaf¨ªo diplom¨¢tico: el presidente de la Euroc¨¢mara, Martin Schulz, subray¨® tras un encuentro con Tsipras ¡°las dificultades¡± en las relaciones con los socios. El clima se ha enrarecido en Alemania (tras la reclamaci¨®n de las reparaciones de guerra), pero Berl¨ªn ha encontrado aliados incluso entre los pa¨ªses perif¨¦ricos rescatados ¡ªPortugal, Irlanda, Espa?a¡ª, que ejercen de arietes en las reuniones contra Grecia porque no quieren ver ni en pintura un trato de favor que ninguno de ellos ha tenido. Y si esa fiebre no baja, todo es posible en Europa.
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