El color de Obama
EE UU es hoy una sociedad posracista pero no posracial
Los fantasmas del pasado del racismo, legalmente enterrado, reaparecen en Estados Unidos en la etapa final del primer presidente de color en ocupar la Casa Blanca. Justo cuando Obama acaba de celebrar en Alabama, en el profundo Sur, la marcha con el hist¨®rico cruce del puente de Selma, hace 50 a?os, que provoc¨® la recuperaci¨®n de los derechos civiles y el desmantelamiento de la segregaci¨®n en escuelas, estaciones de autobuses, en los lavabos p¨²blicos, de los negros. Este era su ¨²nico y despectivo nombre. Ciudadanos de segunda, todav¨ªa eran linchados por fan¨¢ticos blancos, sus casas y sus iglesias quemadas.
Hoy, el Fiscal General del pa¨ªs es afroamericano y el Departamento de Justicia que dirige acaba de publicar un informe denunciando que la polic¨ªa de Ferguson, donde el pasado verano Michael Brown, un joven negro de 18 a?os, fue abatido a tiros por un polic¨ªa blanco que posteriormente fue declarado inocente por un jurado mayoritariamente blanco, est¨¢ sesgada contra la poblaci¨®n negra al igual que la justicia local.
El jefe de la polic¨ªa y el juez municipal de Ferguson han dimitido. El mi¨¦rcoles, dos polic¨ªas fueron tiroteados frente a la comisar¨ªa. Obama, al que su raza no le ha considerado nunca suficientemente negro y por eso gustaba al electorado blanco, jug¨® con habilidad y prudencia, en la campa?a electoral y luego en la Casa Blanca, la cuesti¨®n racial. ?Su presidencia ha mejorado la suerte de los ciudadanos de color? S¨ª en el discurso: ¡°No hay una Am¨¦rica negra y blanca, sino unos Estados Unidos de Am¨¦rica¡±. No tanto en el objetivo de la igualdad. Se puede hablar ahora de la desigualdad racial despu¨¦s del racismo; como describe en su ¨²ltimo n¨²mero Foreign Affairs, EE UU ser¨ªa hoy una sociedad posracista pero no a¨²n posracial. ¡°La historia racial de esta naci¨®n todav¨ªa proyecta una larga sombra sobre nosotros¡±, reconoci¨® Obama en Selma.
Rosa Parks se sent¨® en un asiento para blancos en un autob¨²s en Montgomery para que Martin Luther King tuviera un sue?o, que sus cuatro hijos no fueran juzgados en el futuro por el color de su piel, y Barack Obama llegara a la Casa Blanca. Pero el s¨ª podemos no era tan simple. ?Por qu¨¦ sigue siendo enorme la desconfianza entre la comunidad de color y las fuerzas del orden? ?Por qu¨¦ si eres negro tienes muchas m¨¢s posibilidades de ser la v¨ªctima de un crimen? Los negros tienen tres veces m¨¢s probabilidades que los blancos de ser pobres, y seis veces m¨¢s de ir a la c¨¢rcel.
Persiste la incomodidad de la decreciente mayor¨ªa blanca ante la minor¨ªa negra negando intenci¨®n racista; el papel de la raza es m¨¢s sutil que antes pero no menos potente. Contin¨²a el racismo sin racistas, afirma el soci¨®logo Eduardo Bonilla. Todav¨ªa instituciones, en teor¨ªa neutrales, producen resultados racialmente desequilibrados. EE UU no es una sociedad ciega ante el color. No ha cruzado del todo el puente. La Marcha no ha acabado.
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