La misi¨®n del Kremlin para elegir a su hombre en Crimea
Rusia envi¨® dos grupos para atar la operaci¨®n de la anexi¨®n
En la noche del 26 de febrero de 2014, representantes del Ministerio de Defensa de Rusia y del Servicio Federal de Seguridad (FSB en ruso) llegados desde Mosc¨² buscaban en Simfer¨®pol, la capital de la Rep¨²blica Aut¨®noma de Crimea (Ucrania), una figura local dispuesta a legitimar la operaci¨®n de ¡°retorno de Crimea a Rusia¡±.
Los emisarios actuaban por separado y sin coordinarse entre s¨ª, pero con una misi¨®n com¨²n. La iniciativa del presidente Vlad¨ªmir Putin, que ha trastocado el orden internacional, iba a ejecutarse pocas horas despu¨¦s, en la madrugada del 27, cuando los ¡°hombres verdes¡± (militares rusos enmascarados) se apoderaron de Parlamento local.
Aquella b¨²squeda contrarreloj la cuenta a EL PA?S Leonid Grach, el hombre en el que recay¨® la elecci¨®n de Putin o as¨ª se lo dijeron sus emisarios, asegura. Grach, de 67 a?os, fue el l¨ªder comunista de Crimea en ¨¦poca de la URSS, y despu¨¦s presidente del Soviet Supremo de la Rep¨²blica Aut¨®noma de Crimea (1998 a 2002) y diputado de la Rada de Ucrania (de 2002 a 2012).
El 26 de febrero por la noche, Grach acept¨® la misi¨®n del Kremlin. ¡°Vinieron a mi casa tres personas, Yuri Jaliullin, un ingeniero naval militar muy competente viejo amigo m¨ªo, acompa?ado de Oleg Bel¨¢ventsev, otro ingeniero naval que hizo carrera, y el vicealmirante Alexandr Fedotenko, vicejefe de la Armada rusa y exjefe de la Flota del mar Negro, explica. El 23 de febrero, Jaliullin le hab¨ªa visitado ya, junto con Bel¨¢ventsev, al que por entonces Grach no conoc¨ªa.
¡°El 23 nos limitamos a discutir la situaci¨®n, pero la conversaci¨®n del 26 ya fue m¨¢s seria, ya no se trataba de debatir, sino de actuar¡±, explica. ¡°Bel¨¢ventsev me dijo que en Mosc¨² opinaban que yo deb¨ªa dirigir el Consejo de Ministros de Crimea¡±. El primer ministro de la autonom¨ªa hab¨ªa cesado, y el 27 hab¨ªa que elegir su sustituto en el parlamento. ¡°Afirm¨¦ que estaba dispuesto a todo por Crimea, y Bel¨¢ventsev me dijo que no me preocupara, que hab¨ªa helic¨®pteros y servicios de seguridad que se ocupar¨ªan de transportar a mi familia a sitio seguro, y yo le respond¨ª que no tem¨ªa nada y que estaba de acuerdo¡±. ¡°Los visitantes me comunicaron por un tel¨¦fono blindado con el ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoig¨², con quien yo trat¨¦ en el pasado¡±, asegura.
¡°[Shoig¨²] me dijo que se hab¨ªa decidido defender, tomar y unir Crimea [a Rusia]. Dijo que Putin hab¨ªa dado el visto bueno a mi candidatura¡±. ¡°Dije que estaba de acuerdo y que iba a servir a los intereses del Estado. Yo era autor de una constituci¨®n de Crimea que reconoc¨ªa el derecho a decidir las fronteras de la regi¨®n en refer¨¦ndum, as¨ª que hab¨ªa creado la base legal para lo que iba a suceder¡±, explica. ¡°Hablamos del Parlamento [de Crimea] y yo les dije que en la C¨¢mara hab¨ªa bandidos, gente que no me soportaba y ¨¦l me dijo que no tendr¨ªa problemas y me pidi¨® que al d¨ªa siguiente organizara un mitin en el que declarara que estaba dispuesto a asumir responsabilidades¡±.
En la troika de visitantes, el principal y que coordinaba a todos era Bel¨¢ventsev¡±, afirma. Bel¨¢ventsev, hoy el representante de Putin en Crimea, estudi¨® ingenier¨ªa naval en Sebastopol, sirvi¨® en la flota del Norte. En los ¨²ltimos a?os ten¨ªa cargos al frente de empresas industriales vinculadas o dependientes del Ministerio de Defensa. La cena del 26 de febrero no hab¨ªa terminado cuando ¡°un general conocido del aparato central del FSB me llam¨® para pedirme que me entrevistara con su representante en Simfer¨®pol esa misma noche. Le dije que ir¨ªa despu¨¦s de la cena¡±, explica Grach. Los invitados se marcharon. Grach se dirigi¨® en coche al lugar de la cita con el enviado del FSB. Al acercarse, vio el coche de quienes hab¨ªan sido sus hu¨¦spedes. En el interior de un hotel, Bel¨¢ventsev se estaba entrevistando con Vlad¨ªmir Konstantinov, el jefe del Parlamento de Crimea, cuyo coche estaba aparcado tambi¨¦n en las inmediaciones. Konstantinov estaba reunido con Bel¨¢ventsev y esperando a Sergu¨¦i Axi¨®nov, que por entonces era un diputado de un grupo marginal prorruso.
Grach se retir¨® a una cierta distancia hasta que lleg¨® el representante del FSB con el que estaba citado. ¡°Me dijo lo mismo que los otros, que ten¨ªa que presentarme como primer ministro¡±. ¡°El GRU y el FSB me propon¨ªan lo mismo. Hac¨ªa una hora que le hab¨ªa dicho a Shoig¨² que estaba de acuerdo y mi interlocutor me propon¨ªa el mismo plan. Le dije que estaba de acuerdo, pero que resolvieran el problema de los diputados [del Parlamento de Crimea] que no me tragaban¡±.
Por la ma?ana, al frente de 150 personas, se manifest¨® como le hab¨ªan pedido. Al poco tiempo, el grupo del Ministerio de Defensa lleg¨® a la oficina de Grach. Luego llegaron dos funcionarios del FSB (el interlocutor distinto y un colega suyo reci¨¦n llegado aquella ma?ana). Los mensajeros de un grupo y de otro fueron alojados en despachos distintos y no tuvieron contacto entre s¨ª, afirma. ¡°Al cabo de un rato vi que Bel¨¢ventsev se pon¨ªa nervioso. Yo hab¨ªa pasado la noche del 26 al 27 sin dormir, pensando en la responsabilidad que tendr¨ªa, las resistencias que encontrar¨ªa, y ten¨ªa tambi¨¦n dudas y sospechas, pues si se hab¨ªan puesto de acuerdo conmigo, ?por qu¨¦ hab¨ªan ido a reunirse con Konstant¨ªnov y ese otro (Axi¨®nov)? Me dije que tal vez hab¨ªan ido a convencer a Konstant¨ªnov¡±. ¡°Pero, por lo visto, Konstantinov dijo que ¨¦l quer¨ªa a Axi¨®nov y no a Grach¡±, se?ala y a?ade: ¡°Yo nunca hubiera permitido la corrupci¨®n que hay ahora¡±.
Mientras tanto, el coronel Igor Girkin (alias Strelkov), que seg¨²n Grach se subordinaba al GRU, ya ¡°azuzaba a los diputados a la sesi¨®n del Parlamento para que hubiera qu¨®rum¡±. Axi¨®nov fue elegido primer ministro de Crimea en aquella truculenta sesi¨®n.
Grach dice haber comprendido que ¡°los del FSB no estaban informados del cambio de decisi¨®n¡± respecto a ¨¦l. ¡°Les di las gracias y les dije que no iba a hacer de payaso en un mitin. Mientras tanto, Bel¨¢ventsev se escap¨® de mi oficina y no he vuelto a verlo¡±. En los puestos claves en la pen¨ªnsula hay personajes curtidos, con experiencia en el sector de Defensa. De su conversaci¨®n con Bel¨¢ventsev el 23 de febrero, Grach sac¨® la conclusi¨®n de que el alto funcionario no tuvo nada que ver con la operaci¨®n de salvamento de Yanuk¨®vich, como creen otras fuentes en Crimea. ¡°Le mandaron a ver c¨®mo se desarrollaban los acontecimientos y tomaron decisiones sobre la marcha y se decidieron primero por m¨ª y luego por Axi¨®nov¡±.
Refiri¨¦ndose a los dirigentes rusos implicados en el ¡°retorno de Crimea¡±, Grach dice: ¡°No creo que ninguno de ellos calculara las consecuencias y la reacci¨®n internacional que ha tenido su decisi¨®n¡±.
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