Los grupos yihadistas son fuertes en el laico T¨²nez
23 miembros de las fuerzas de seguridad murieron el a?o pasado en atentados
Un simple paseo por el centro de la capital de T¨²nez es suficiente para confirmar la fama que tiene de ser el pa¨ªs m¨¢s laico del mundo ¨¢rabe. Los signos identitarios del islamismo m¨¢s conservador, como el uso del velo integral, no son tan abundantes como en otras capitales de la regi¨®n. Pero el mayor arraigo del concepto del laicismo franc¨¦s en la sociedad tunecina, fruto de su larga experiencia colonial, no significa que el pa¨ªs est¨¦ libre de la lacra del yihadismo.
Unos 3.000 tunecinos se han desplazado a Siria o a Irak para combatir en sus respectivos conflictos b¨¦licos, seg¨²n las cifras de las autoridades tunecinas, y un 80% de ellos se ha unido a las filas del autodenominado Estado Isl¨¢mico (EI), la milicia que controla una amplia franja de territorio en estos dos pa¨ªses.
Sorprendentemente, T¨²nez, con 11 millones de habitantes, es una de las mayores canteras del EI. Por ejemplo, se estima que la cifra de combatientes yihadistas marroqu¨ªes es de unos 1.500, a pesar de que este pa¨ªs cuenta con poblaci¨®n cuatro veces mayor. Los tent¨¢culos del yihadismo tambi¨¦n se dejan sentir dentro de T¨²nez, los atentados perpetrados por estos grupos se saldaron el a?o pasado con la muerte de 23 miembros de las fuerzas de seguridad.
Seg¨²n los expertos, las razones que explican el tir¨®n del yihadismo en T¨²nez son de diversa naturaleza. En primer lugar, no ha sido hasta el ¨²ltimo a?o y medio que el Gobierno tunecino ha situado la lucha contra las redes de captaci¨®n yihadistas en el centro de sus prioridades. Adem¨¢s, la implantaci¨®n de grupos extremistas en los vecinos Libia y Argelia, con quien comparte unas porosas fronteras, ha facilitado la entrada de armas y milicianos experimentados. Este flujo se ha acelerado sobre todo despu¨¦s de la guerra civil en Libia.
Algunos analistas sostienen que Ansar al Sharia es el principal grupo yihadista tunecino. Fue fundado en 2011 por varios extremistas, incluido uno que combati¨® en Afganist¨¢n, y que fueron excarcelados en una amnist¨ªa tras la revoluci¨®n que derroc¨® el r¨¦gimen de Zine el Abidine Ben Al¨ª. El grupo fue disuelto poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s. Sin embargo, otros discrepan de esta opini¨®n, e introducen matices. ¡°Algunos de sus miembros se han integrado en c¨¦lulas yihadistas, pero no se puede decir que sus 10.000 miembros lo sean¡±, sostiene el investigador Stefano Torelli, del think tank italiano ISPI. Entre otros, se le acusa de haber perpetrado el atentado contra la embajada de EE UU en septiembre del 2012. Su principal ¨¢mbito de actuaci¨®n se sit¨²a en las regiones fronterizas con Argelia, lo que da fe de su estrecha alianza con la milicia de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, de ra¨ªces argelinas.
No es f¨¢cil medir cu¨¢l es el verdadero apoyo social con el que cuenta Ansar al Sharia. Ahora bien, los analistas coinciden en que, gracias al control que ejerce sobre algunas mezquitas y a sus actividades sociales, no es un grupo marginal. Su ideolog¨ªa se inscribe dentro de la corriente salafista, una rama ultraconservadora del islam con bastantes adherentes en T¨²nez, lo que dificulta delimitar sus apoyos. Ahora bien, la mayor parte del salafismo tunecino es apol¨ªtico y rechaza el uso de la violencia.
Una gran distancia ideol¨®gica separa al yihadismo de los l¨ªderes del islamista Ennahda, el segundo partido m¨¢s votado en las elecciones del pasado noviembre y que forma parte de la coalici¨®n gobernante en T¨²nez. Ennahda desempe?¨® un papel central en la aprobaci¨®n de la nueva Constituci¨®n democr¨¢tica del pa¨ªs el a?o pasado que consagra la separaci¨®n entre religi¨®n y Estado. Por eso, los extremistas les acusan de haber abandonado el objetivo de implantar un Estado isl¨¢mico. Parad¨®jicamente, la victoria del laicismo en T¨²nez y la moderaci¨®n de Ennahda podr¨ªan haber contribuido a la radicalizaci¨®n de algunas corrientes del islamismo m¨¢s ultraconservador en T¨²nez.
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