Por qu¨¦ las mujeres ganan menos que los hombres

?Cu¨¢ntas mujeres, entre las que conoce, son jefas? Puede que si usted vive en Jamaica, el n¨²mero sea bastante alto: la isla caribe?a tiene el mayor porcentaje en el mundo de directivas, con un 60%. Le siguen otros dos pa¨ªses de la regi¨®n, Colombia, donde el 53% de todos los directivos son mujeres, y Santa Luc¨ªa, con el 52,3%, seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) que mide los pa¨ªses donde es m¨¢s probable que una mujer ocupe altos cargos y mandos gerenciales.

Sin embargo, no todo es color de rosa. A igual trabajo ¡ªno importa si son jefas o empleadas¡ª las mujeres ganan menos y, pesar de que en muchos casos est¨¢n mejor preparadas, no obtienen siempre los mejores empleos. De hecho, en Am¨¦rica Latina, ellas ganan entre el 64% y el 90% de lo que ganan los hombres, seg¨²n revela el estudio El efecto del poder econ¨®mico de las mujeres en Am¨¦rica Latina y el Caribe.

Los altos niveles de acceso a la educaci¨®n de las mujeres no se traducen en el ¨¢mbito laboral

Jonna Lundwall, especialista social del Banco Mundial, explica que hay un 7% m¨¢s de ni?as que ni?os en escuelas secundarias y que ¡°la brecha se expande al llegar a niveles universitarios: hay casi un 30% m¨¢s de mujeres estudiando que hombres¡±.

Sin embargo, los altos niveles de acceso a la educaci¨®n de las mujeres no se traducen en el ¨¢mbito laboral. ¡°Las mujeres se encuentran en los empleos m¨¢s vulnerables¡±, explica la experta.

¡°No hay suficientes mujeres en sectores como las ciencias o ingenier¨ªa¡±, apunta un especialista del Banco Mundial

Un 27% de las mujeres est¨¢ empleado en trabajos de mediotiempo, contra un 10% de los hombres. ¡°Los trabajos a tiempo parcial y el cuentapropismo responden a la necesidad de flexibilidad que tienen las mujeres, quienes todav¨ªa son las que tienen la mayor responsabilidad en el cuidado de los ni?os y los ancianos¡±, argumenta Lundwall quien subraya que esto tambi¨¦n trae consigo aparejados altos niveles de informalidad.

Otra brecha persistente tiene que ver con la segregaci¨®n ocupacional. Mujeres y hombres se ubican en diferentes sectores, profesiones y tipos de empresas, algo que ocurre desde la selecci¨®n de la carrera universitaria. ¡°No hay suficientes mujeres en sectores como las ciencias o ingenier¨ªa¡±, acota Lundwall.

Romper con las normas sociales

En todo el mundo, casi cuatro de cada 10 personas piensan que, si hay pocos trabajos, los hombres deben tener mayor derecho que las mujeres a tener un empleo, seg¨²n el informe G¨¦nero en el Trabajo del Banco Mundial.

¡°En Am¨¦rica Latina estas normas no parecen tan fuertes como en los pa¨ªses ¨¢rabes, por ejemplo. Pero hay una clara tendencia entre esta percepci¨®n y las tasas de participaci¨®n laboral de hombres y mujeres¡±, dice Lundwall. ¡°Sin estos preconceptos, podr¨ªamos superar la segregaci¨®n ocupacional, y por ende la brecha salarial¡±, agrega.

Pero no todo el panorama es gris para la mujer latina de la regi¨®n. ¡°Nuestra experiencia en la regi¨®n demuestra que mejoras hacia la igualdad de g¨¦nero tienen sentido econ¨®micamente hablando¡±, argumenta Lundwall. De hecho, el Informe sobre el Desarrollo Mundial sobre G¨¦nero destaca que una mayor igualdad de g¨¦nero puede incrementar la productividad agr¨ªcola y del empleo, mejorar los resultados en materia de desarrollo para la pr¨®xima generaci¨®n y hacer que las instituciones sean m¨¢s representativas.

En Am¨¦rica Latina, las inversiones en capital humano, en conjunto con la diminuci¨®n de la fertilidad y la edad mayor para casarse, contribuyeron a mejorar las oportunidades econ¨®micas de las mujeres y su participaci¨®n laboral creci¨® 7 puntos porcentuales entre 2000 a 2010. Como resultado, las mujeres han jugado un papel clave en la dr¨¢stica disminuci¨®n de la pobreza y la desigualdad de la que es testigo Am¨¦rica Latina: seg¨²n estimaciones del Banco Mundial, el ingreso laboral femenino contribuy¨® a reducir un 30% la pobreza extrema y un 28% la desigualdad en la ¨²ltima d¨¦cada.

Posibles l¨ªneas de acci¨®n

A pesar del viento a favor que Am¨¦rica Latina experimenta en relaci¨®n a la participaci¨®n de la mujer en el mercado laboral, hay acciones que se pueden llevar a cabo para reducir la brecha salarial y favorecer la transici¨®n de la mujer entre la educaci¨®n y el trabajo:

La ampliaci¨®n de la guarder¨ªa p¨²blica gratuita en Argentina aument¨® la participaci¨®n femenina en el ¨¢mbito laboral un 7%

Aumentar el tiempo disponible de las mujeres. Esto se puede traducir a mejoras en el transporte y un mayor acceso al cuidado infantil y opciones de horario flexible. En Argentina, la ampliaci¨®n de la guarder¨ªa p¨²blica gratuita ayud¨® a aumentar la participaci¨®n femenina en el ¨¢mbito laboral un 7% en 2011.

• Incrementar el acceso a los activos, la tierra y el cr¨¦dito. Por ejemplo, expandir el acceso a los mercados formales de cr¨¦dito (m¨¢s all¨¢ del microcr¨¦dito) y proporcionar formaci¨®n financiera.
• Apoyar a familias vulnerables. En especial, aquellos hogares pobres encabezados por mujeres solteras.
• Expandir el empoderamiento de las mujeres a trav¨¦s de programas de formaci¨®n y apoyo en la transici¨®n al mercado de trabajo y la creaci¨®n de redes de mujeres.

Por otra parte, para la experta es vital trabajar con el sector privado para acortar la brecha salarial y laboral, ya que es este el que emplea a casi el 90% de las personas en el mundo.

Mar¨ªa Victoria Ojea es productora online del Banco Mundial.