Am¨¦rica Latina pide a EE UU y Venezuela que se sienten a dialogar
La OEA insta a los dos pa¨ªses a resolver sus diferencias
Am¨¦rica Latina le ha dejado claro este jueves a Estados Unidos que est¨¢ enormemente molesta por su decisi¨®n unilateral de declarar a Venezuela una ¡°amenaza inusual¡± que requiere una declaraci¨®n de ¡°emergencia nacional¡±, un lenguaje que a la regi¨®n le trae recuerdos intervencionistas del vecino del norte.
Pero si la canciller de Venezuela, Delcy Rodr¨ªguez, esperaba salir de la reuni¨®n que hab¨ªa solicitado en la sede de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) para denunciar la acci¨®n de Washington con un apoyo tan rotundo como el recibido d¨ªas antes en las reuniones del Alba y Unasur, no ha podido cantar victoria. Porque pese a que ha recibido un claro respaldo ante la ret¨®rica estadounidense, este no se ha traducido siquiera en una declaraci¨®n.
Adem¨¢s, Rodr¨ªguez ha tenido que escuchar numerosos llamados -diplom¨¢ticos, pero firmes- a que Venezuela resuelva de una vez y de forma pac¨ªfica, la polarizaci¨®n pol¨ªtica y social que vive su pa¨ªs desde hace m¨¢s de un a?o. Y a que se garantice la celebraci¨®n de elecciones legislativas este a?o.
¡°Creemos que tambi¨¦n a nivel interno el di¨¢logo es la ¨²nica forma de resolver las diferencias pol¨ªticas¡±, ha dicho el vicecanciller colombiano, Francisco Echeverry , quien ha recordado que esa es una lecci¨®n que su pa¨ªs ha tenido que aprender despu¨¦s de 50 a?os de conflicto. Tambi¨¦n ha destacado las elecciones legislativas venezolanas como ¡°un importante momento para dirimir con todas las garant¨ªas constitucionales las diversas pol¨ªticas existentes¡±.
Rodr¨ªguez hab¨ªa solicitado la reuni¨®n en la OEA -organismo al que Venezuela ha negado insistentemente el ¨²ltimo a?o cualquier papel de mediador para solucionar la tensi¨®n que se vive en su pa¨ªs desde las protestas de febrero de 2014- para ¡°alertar¡± a la regi¨®n y al mundo de la ¡°agresi¨®n¡± que suponen las medidas dictadas por el presidente Barack Obama el 9 de marzo.
En su alocuci¨®n, ha reiterado los argumentos del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro acerca de la ¡°violaci¨®n¡± de las normas nacionales e internacionales que suponen las sanciones estadounidenses. Tambi¨¦n ha vuelto a advertir de que podr¨ªan ser el preludio de una ¡°intervenci¨®n militar¡±. O de la imposici¨®n de un ¡°bloqueo¡± econ¨®mico y financiero al pa¨ªs como el que sufre Cuba desde hace medio siglo. Y ha ido m¨¢s all¨¢ al afirmar que Washington podr¨ªa tener en su mira con estas medidas el petr¨®leo venezolano: ¡°Alertamos que intereses hegem¨®nicos pretenden apoderarse de la mayor reserva de petr¨®leo del mundo, que est¨¢ en la frontera de nuestro territorio nacional¡±.
Los se?alamientos han sido rechazados tajantemente por la delegaci¨®n estadounidense. ¡°No estamos preparando una invasi¨®n militar. No buscamos desestabilizar o derrocar el Gobierno de Maduro mediante un golpe de Estado. No estamos participando en una conspiraci¨®n internacional para da?ar la econom¨ªa venezolana o a su gente. Somos el principal socio econ¨®mico de Venezuela¡±, ha declarado el embajador interino ante la OEA, Michael Fitzpatrick.
"Simplemente queremos impedir que venezolanos individuales que creemos que han violado derechos humanos de otros venezolanos viajen a EE UU o guarden su dinero en nuestro sistema financiero. Es as¨ª de simple", ha agregado. ¡°Frente a lo que cualquiera pueda afirmar, no hay m¨¢s que eso¡±, ha acotado.
Durante las casi cuatro horas de sesi¨®n, la mayor parte de los pa¨ªses ha tomado la palabra para manifestarle a Washington su desacuerdo con el lenguaje empleado frente a Caracas, por mucho que le crea -o no- sus aseveraciones de que no tiene oscuras intenciones en Venezuela.
Desde Guatemala a Chile o Nicaragua, ¡°cuando uno escucha hablar de una orden ejecutiva, por m¨¢s que el representante de EE UU diga que no es una amenaza, uno tiene, por experiencia, por historia, por sensibilidad humana que entender que nosotros miramos la historia¡±, ha recordado el canciller argentino, H¨¦ctor Timerman. ¡°Y esta nos indica que tal vez una orden ejecutiva que no es una amenaza acaba siendo despu¨¦s un desastre en nuestra regi¨®n y crea condiciones imposibles de evitar una vez que comienza¡±, ha a?adido.
Pero m¨¢s que declaraciones de apoyo irrestricto a Venezuela, como las expresadas por Nicaragua o Ecuador, la preocupaci¨®n compartida este jueves en la OEA es que el enfrentamiento entre Washington y Caracas, pueda ¡°contaminar¡±, como ha dicho el representante de Brasil, la Cumbre de las Am¨¦ricas que se celebrar¨¢ en Panam¨¢ en menos de un mes y a la que Cuba ha sido invitada por primera vez, tras el comienzo de la normalizaci¨®n de relaciones con EE UU.
Panam¨¢ ser¨¢ ¡°la oportunidad que hemos anhelado por muchos a?os para que todos, sin excepci¨®n, construyamos juntos una agenda de desarrollo y prosperidad para nuestros pueblos¡±, ha recordado la subsecretaria mexicana para Am¨¦rica Latina y el Caribe, Vanessa Rubio M¨¢rquez. Y temas bilaterales no deber¨ªan empa?ar una cumbre ¡°hist¨®rica para nuestro hemisferio¡±, ha subrayado.
Para que esto no suceda, Washington y Caracas deben hablar, coincidieron la mayor parte de los pa¨ªses, que han ofrecido una vez m¨¢s sus buenos oficios para propiciar ese di¨¢logo anhelado por la regi¨®n. El hecho, sin embargo, de que ni la delegaci¨®n venezolana ni la estadounidense hayan querido revelar si durante la estancia de Rodr¨ªguez se ha producido alg¨²n tipo de di¨¢logo bilateral demuestra lo dif¨ªcil de esa tarea, m¨¢s a¨²n cuando el tiempo hasta la cita paname?a vuela.
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