Los rebeldes Huthi toman la tercera ciudad de Yemen

Los rebeldes Huthi de Yemen se han hecho este domingo con el control de Taiz, la tercera ciudad del pa¨ªs y la puerta de entrada hacia el sur en la carretera que une la capital, San¨¢, con Ad¨¦n. Ese avance, de la mano de fuerzas leales al expresidente Ali Abdal¨¢ Saleh, ignora el llamamiento a la negociaci¨®n lanzado la v¨ªspera por el actual jefe del Estado, Abdrabbo Mansur Hadi. M¨¢s grave a¨²n, si prosigue el desaf¨ªo, corre el riesgo de arrastrar al enfrentamiento a Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, las potencias regionales que, respectivamente, respaldan a los Huthi y a Hadi.

La llegada de las tropas no fue una sorpresa. Desde el pasado viernes, los yemen¨ªes han usado las redes sociales para difundir fotos de tropas y blindados desplaz¨¢ndose hacia el sur desde San¨¢, 262 kil¨®metros m¨¢s al norte. De acuerdo con el relato de residentes en Taiz, los milicianos Huthi tomaron de madrugada el aeropuerto de esa ciudad sin que las autoridades locales opusieran resistencia. No parece casualidad que una de las tres brigadas leales a Saleh se encontrara estacionada precisamente all¨ª.

¡°En Taiz, los Huthi son una broma. Todo es un juego de Saleh¡±, tuite¨® el m¨¦dico Abdulkader Alguneid.

Pero la poblaci¨®n de Taiz, eminentemente sun¨ª y de las m¨¢s activas en la revuelta popular de 2011 que derroc¨® a Saleh, no est¨¢ dispuesta a dejarse controlar por una milicia chi¨ª. Una multitudinaria manifestaci¨®n se ech¨® a las calles por la ma?ana para rechazar esa presencia. Hubo al menos un muerto cuando los rebeldes dispararon para dispersarla.

El l¨ªder del los Huthi, Abdelmalik Huthi, jefe del poderoso clan chi¨ª, proclam¨® este domingo que perseguir¨¢n a los milicianos sun¨ªes que perpetraron el atentado contra fieles chi¨ªes el viernes y advirti¨® de que el pa¨ªs corre el riesgo de caer en un caos similar al de Libia.

Por otra parte, los Huthi han emitido un pasaporte al exiliado ex vicepresidente Ali Salem al Beidh del antiguo Yemen del Sur, lo que significa que est¨¢n tratando de forjar alianzas en esa parte del pa¨ªs donde apenas cuentan con simpatizantes.

La toma de Taiz es el hasta ahora ¨²ltimo cap¨ªtulo de la crisis que se desat¨® el pasado enero cuando los Huthi se hicieron con el control de San¨¢ y tomaron rehenes al presidente y al Gobierno. Desde entonces, Hadi, que cuenta con el respaldo internacional pero carece de una milicia propia, ha logrado huir a Ad¨¦n, en el sur, desde donde intenta reconstruir un amago de autoridad y el s¨¢bado pidi¨® la ayuda de la ONU (el Consejo de Seguridad se re¨²ne este domingo de urgencia para estudiar la situaci¨®n).

El vac¨ªo de poder, en un pa¨ªs que ya albergaba a una de las filiales m¨¢s activas de Al Qaeda y que tras el atentado del pasado viernes --en el que murieron casi 150 fieles chi¨ªes durante el rezo-- se sospecha que tambi¨¦n una rama del Estado Isl¨¢mico, ha alarmado a Arabia Saud¨ª, con quien comparte 1.500 kil¨®metros de frontera. Este pa¨ªs ha convocado a todas las partes yemen¨ªes a una reuni¨®n en Riad para la que a¨²n no hay fecha.

El problema es que los saud¨ªes acusan a los Huthi de ser un instrumento de Ir¨¢n, su rival regional y el pa¨ªs de referencia para los chi¨ªes. Aunque las reclamaciones de estos no son en esencia sectarias (primero reclamaron igualdad de derechos y desde el a?o pasado, la lucha contra la corrupci¨®n) su confesi¨®n zayd¨ª, una de las ramas del islam chi¨ª, les convierte en sospechosos a ojos de unos vecinos sun¨ªes que recelan del avance de Ir¨¢n en la zona. Aunque ese pa¨ªs ha pedido una salida dialogada, tambi¨¦n ha sugerido, en contra de la opini¨®n general, que Hadi deje el poder para evitar el derramamiento de sangre.