La Orden Ejecutiva de Obama
Se le brind¨® a Maduro, en bandeja de plata, el enemigo externo con el que sue?an todos los dictadores
Venezuela es un pa¨ªs tan polarizado que cualquier decisi¨®n, cualquier idea, dan lugar a discusiones apasionadas, insultos y descalificaciones. No es de extra?arse por lo tanto que la reciente Orden Ejecutiva de Obama sobre sanciones a siete funcionarios del gobierno de Maduro, haya provocado una infinidad de comentarios.
Empezando por los extremos, el lenguaje de dicha resoluci¨®n ha revivido la ret¨®rica patriotera y anti imperialista, sacando del ba¨²l de los recuerdos un discurso en contra de ¡°la planta insolente del extranjero¡± pronunciado por el dictador Cipriano Castro hace m¨¢s de un siglo. En el otro lado tenemos a los admiradores incondicionales de los EEUU, que olvidando toda evidencia hist¨®rica aseguran que los presidentes norteamericanos ¡°no dan puntada sin dedal¡± y deben conocer datos horribles sobre el chavismo que los simples mortales ignoramos.
Lo interesante de la discusi¨®n sobre las medidas tomadas por Obama es que no se limita a Venezuela
Entre estas dos opiniones extremas hay muchos matices que van desde la aceptaci¨®n del lenguaje, como una ¡°necesaria formalidad jur¨ªdica¡±, hasta la afirmaci¨®n del Cardenal de la Iglesia Cat¨®lica asegurando que Venezuela no presenta ninguna amenaza grave para los EEUU. El Profesor venezolano V¨ªctor Mijares, desde la Universidad de Hamburgo, se basa en las muy peculiares declaraciones del General Kelly, Jefe del Comando Sur, para aventurar la idea de que los EEUU, con la aparente torpeza de sus declaraciones, m¨¢s bien pueden estar tratando de evitar una salida brusca de Maduro. En efecto, seg¨²n el General Kelly un cese de las remesas petroleras venezolanas a Petro Caribe puede significar una cat¨¢strofe econ¨®mica para ciertos pa¨ªses y un influjo de inmigrantes inconveniente para los EEUU. Por lo tanto Maduro es pr¨¢cticamente un mal necesario.
Bas¨¢ndose en declaraciones muy similares del Secretario de Estado Kerry, el comentarista espa?ol German Gorraiz L¨®pez llega a conclusiones opuestas: las sanciones forman parte de la ¡°guerra econ¨®mica¡± denunciada por Maduro y tienen como objetivo acabar con Petro caribe y la influencia del chavismo en la regi¨®n. Otra tesis que se aleja de las explicaciones convencionales fue expuesta por una periodista normalmente bien informada, a quien sus fuentes le dijeron que Netanyahu, en su reciente visita a Washington, dio datos precisos sobre los yacimientos de uranio venezolanos en manos iran¨ªes, de all¨ª que el gobierno chavista significa una amenaza para la paz global.
Lo interesante de la discusi¨®n sobre las medidas tomadas por Obama es que no se limita a Venezuela. Quiz¨¢s las explicaciones m¨¢s completas sobre el peligro que puede representar el gobierno actual para la estabilidad regional, las escribi¨® Carlos Alberto Montaner, citando el lavado de dinero, el narcotr¨¢fico y los contactos con el terrorismo isl¨¢mico. Pero Montaner agrega que la medida ¡°solo sirve para construirle un pretexto nacionalista a Maduro, aumentar la represi¨®n y despertar el avispero latinoamericano¡±
Otros expertos y pol¨ªticos de varios pa¨ªses han opinado sobre el tema, centr¨¢ndose principalmente en el lenguaje de la resoluci¨®n. Dichos expertos est¨¢n perfectamente al tanto de las exigencias burocr¨¢ticas o legales necesarias para imponer sanciones, sin embargo estiman que el lenguaje fue innecesariamente ¨¢spero, recordando los tiempos ya pasados del intervencionismo y el ¡°Gran Garrote¡±. Michael Schifter, del Di¨¢logo Interamericano, piensa que ¡°el inconfundible matiz de guerra fr¨ªa del lenguaje de Washington, aunque sea un mero formalismo, es desafortunado...Este tipo de lenguaje hace que los l¨ªderes de Am¨¦rica Latina se sientan menos dispuestos a presionar a Maduro por los problemas de Venezuela¡±.
En Europa, Peter Birle del Instituto Iberoamericano de Berl¨ªn opina que Obama ¡°torpedea su propia pol¨ªtica: busca reducir sus fricciones con Cuba y en consecuencia con los otros gobiernos de Am¨¦rica Latina. No puedo imaginar que le convenga caldear los ¨¢nimos en Venezuela¡±. El Canciller de Espa?a rechaza las medidas y naturalmente UNASUR, el ALBA y muy posiblemente la OEA, ponen el grito al cielo, llamando a Obama a revocar las sanciones. El Presidente Morales de Bolivia le exige a Obama que le ¡°pida disculpas a toda Am¨¦rica Latina¡±. En cuanto a los franceses, opinan que el mensaje de UNASUR expresa claramente una derrota para los EEUU.
En resumidas cuentas, despu¨¦s de tantas y tan variadas explicaciones, como venezolana sigo creyendo que las sanciones son necesarias. No al pa¨ªs, ni tampoco a siete individuos de segunda categor¨ªa. Quisiera que se castigara al m¨¢s alto nivel, a los culpables de las violaciones a los DDHH: aquellos que ordenan las torturas y el aislamiento de Leopoldo L¨®pez y la prisi¨®n de Ledezma, a quienes han ideado centros de torturas como la Tumba para encerrar presos pol¨ªticos, a quienes redactaron la ley que permite usar armas de guerra contra pac¨ªficos manifestantes. Quisiera que se castiguen a los corruptos poderosos, los que convirtieron a PDVSA en la caja chica de un partido y de su propia familia, al Presidente de la Asamblea Nacional que ha sido se?alado como jefe de carteles de droga, al antiguo compa?ero de Ch¨¢vez due?o de haras y propiedades fastuosas en Florida.
Quisiera ver en esa lista muchas personas m¨¢s, con mayor responsabilidad en el desastre que vivimos. Pero al mismo tiempo estoy convencida que al usar el lenguaje ¡°burocr¨¢tico¡± de la Orden Ejecutiva, no se tomaron en cuenta las reacciones inmediatas que provocar¨ªa en una Am¨¦rica Latina en donde el antiamericanismo est¨¢ siempre a flor de piel. Con unas expresiones desproporcionadas se le brind¨® a Maduro, en bandeja de plata, el enemigo externo con el que sue?an todos los dictadores. Las consecuencias las pagar¨¢ la oposici¨®n. Veremos sin duda m¨¢s insultos, mayor represi¨®n y quiz¨¢s hasta una suspensi¨®n de las elecciones parlamentarias porque estamos ¡°en guerra con el Imperio¡±.
Maruja Tarre es profesora en la Universidad Simon Bolivar. Twitter @marujatarre
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