C¨®mo se investiga un accidente a¨¦reo

Como en cualquier accidente en el que se hayan producido v¨ªctimas mortales, las autoridades judiciales son las encargadas de investigar lo ocurrido. La recuperaci¨®n de los restos de las v¨ªctimas para su identificaci¨®n y autopsia y los del avi¨®n se prev¨¦ compleja. Seg¨²n los testimonios recogidos en el lugar del siniestro los restos del A320 est¨¢n bastante fragmentados y dispersos. El procurador de la rep¨²blica francesa (fiscal) en Montpellier, Brice Robin, ha explicado que est¨¢ en marcha una "investigaci¨®n coordinada" con Alemania y Espa?a para determinar "qu¨¦ hab¨ªa dentro del avi¨®n", sin aportar m¨¢s datos ni aclarar si existe alguna sospecha sobre la carga o los equipajes que se transportaban, informa Rebeca Carranco. Robin a?adi¨® que 14 magistrados participan en el levantamiento de los cad¨¢veres.

Pero en el caso de los accidentes a¨¦reos una parte importante de la misma, la t¨¦cnica, corre a cargo de los expertos designados por las autoridades de aviaci¨®n civil de cada Estado.

La Oficina de Investigaci¨®n francesa (BEA) es la responsable de conducir las pesquisas para saber qu¨¦ pas¨® al GWI9525, pero en el caso del avi¨®n de Malasia Airlines abatido supuestamente por un misil sobre Ucrania, el Gobierno de Kiev deleg¨® la investigaci¨®n en Holanda, de donde hab¨ªa despegado el MH17 con 298 personas a bordo, de las que 193 eran holandesas. En ese caso los restos quedaron esparcidos en un ¨¢rea de 10 por cinco kil¨®metros y la recuperaci¨®n fue dificultosa por el conflicto b¨¦lico en la zona. En el caso del avi¨®n de Germanwings siniestrado este martes, el problema es lo inaccesible y escarpado del terreno donde est¨¢n esparcidos los restos, un ¨¢rea bastante extensa, cuyas dimensiones no han sido especificadas a¨²n.

Ahora la BEA, que ha enviado a siete investigadores acompa?ados de t¨¦cnicos de Airbus, el fabricante del avi¨®n, y CFM, el de los motores, custodia y analiza las cajas negras, que incluyen balizas para facilitar su localizaci¨®n. De momento se ha hallado una, la que contiene el registro de voz de la cabina de pilotaje, da?ada, pero analizable. Habitualmente las carcasas est¨¢n afectadas por la presi¨®n o el fuego pero los m¨®dulos de memoria que alojan la informaci¨®n suelen ser recuperables, aunque en ocasiones es necesario someterlos a procesos muy complejos que pueden llevar d¨ªas (a veces semanas).

Pero los investigadores cuentan ya con los datos enviados durante el vuelo por los ordenadores del sistema ACARS abordo al centro de mantenimiento (en este caso de Lufthansa), que pueden suministrar informaci¨®n clave para determinar las causas del siniestro.

La BEA, que esta tarde dar¨¢ una rueda de prensa en la que previsiblemente dar¨¢n algunos datos m¨¢s sobre el siniestro, debe determinar las causas del accidente, realizar las recomendaciones de seguridad que considere necesarias y publicar un informe final sobre el suceso. Todo ello con el ¨²nico objetivo de mejorar la seguridad y no para se?alar culpables ni responsables.

Por la intr¨ªnseca condici¨®n internacional de esta industria cuando se produce una tragedia muy a menudo hay m¨¢s de un pa¨ªs implicado. Desde 1951 una convenci¨®n regula qui¨¦n investiga qu¨¦, y qu¨¦ tiene derecho a saber. Y cu¨¢ndo. Se trata del Anexo 13 del Convenio de la Aviaci¨®n Civil Internacional, el conocido como Convenio de Chicago.

En el caso del GWI9525, Francia es el Estado responsable de la investigaci¨®n por haber ocurrido el siniestro en su territorio. Alemania tiene derecho a designar representantes acreditados en la investigaci¨®n por ser el pa¨ªs donde est¨¢ matriculado el avi¨®n y radicado su operador. Tambi¨¦n tendr¨ªa derecho, por ejemplo, Estados Unidos si el aparato fuese un Boeing, por ser el de dise?o y fabricaci¨®n. A Espa?a solo le corresponde un experto que tenga acceso al lugar del suceso por ser especialmente afectado ya que ten¨ªa a algunos de sus ciudadanos entre las v¨ªctimas.