La poblaci¨®n se vuelca para ayudar a las familias de las v¨ªctimas

El despliegue que el Gobierno franc¨¦s ha preparado en la zona de la cat¨¢strofe es impresionante. Cuenta con una pl¨¦yade de voluntarios que, espont¨¢neamente, se han sumado a todas las tareas. Se prestan para trabajar como int¨¦rpretes, para ayudar a la polic¨ªa de monta?a, para aportar caf¨¦¡­

En Digne-les-Bains, a 40 kil¨®metros de Seyne-les-Alpes, el lugar donde se estrell¨® el martes el Airbus de Germanwings, se habilit¨® a primera hora de este mi¨¦rcoles el palacio de Congresos para acoger a los familiares de las v¨ªctimas que lleguen al lugar. El secretario general de la prefectura se reun¨ªa en la puerta con un grupo de trabajadores y voluntarios del Ayuntamiento. Les advert¨ªa: ¡°Esto va a durar tiempo. Ahora llegar¨¢n algunos familiares, pero otros preferir¨¢n hacer el duelo en casa y venir despu¨¦s. Quiz¨¢ dentro de una semana¡±. Este peque?o pueblo de Los Alpes de 16.000 habitantes est¨¢ totalmente movilizado. Desde anoche, muchos ofrecen sus casas a trav¨¦s de las redes sociales. Quieren ayudar. Como sea. No importa el tiempo que les lleve.

Dentro del Palacio de Congresos, el concejal Jean-Louis Bartolini informa a EL PA?S: se han instalado unas 200 hamacas para que los familiares puedan descansar. Hay m¨¢s de 20 psic¨®logos, se ha habilitado una cafeter¨ªa, y muchos podr¨¢n quedarse a dormir. Pero se ha habilitado, sobre todo, la solidaridad. Llegar hasta Seyne-les-Alpes es complicado. La carretera de monta?a que lleva a ese pueblito de apenas mil habitantes se interna por el profundo valle donde el martes ocurri¨® la cat¨¢strofe. Los picos nevados rodean el pueblo. Las autoridades creen que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil atender a quien lo necesita en una zona m¨¢s accesible: en Digne-les-Bains.

Todo estaba preparado para recibir a las familias. Han llegado algunas. Ninguna de ellas es espa?ola, seg¨²n asegur¨® a este peri¨®dico, por la tarde, la ministra de Fomento, Ana Pastor. Las autoridades espa?olas frenan la llegada de los suyos, pero los primeros comenzar¨¢n a llegar ma?ana jueves a Seyne-les-Alpes. Venir es traum¨¢tico y, como dice una voluntaria de la Cruz Roja francesa, ¡°estas naves son inh¨®spitas para acogerles¡±. En cualquier caso, el impresionante operativo vela para que las pocas familias que acceden a la zona no sean importunadas; menos a¨²n por la prensa.

El Ayuntamiento al completo de Digne-les-Bains, con todos sus ediles, est¨¢ movilizado, y no menos de una cincuentena de personal de la Cruz Roja francesa. Pero hay m¨¢s. Once trabajadores de la Unidad de Emergencias del Ayuntamiento de Barcelona ya est¨¢n a la espera en el enorme pabell¨®n que este mi¨¦rcoles por la ma?ana segu¨ªa medio vac¨ªo. Casi todos son psic¨®logos, como Isabel Ferrer, que tiene experiencia en este tipo de tragedias. ¡°Nuestro trabajo consiste en acompa?arles. Es todo lo que podemos hacer. Lo que no podemos hacer es quitar el dolor a nadie¡±.

El subprefecto, un hombre de edad avanzada llamado Pascal Zingraff, supervisa todo el operativo. Fuera hay sitio para los autocares. Todos est¨¢n preparados para ver la tragedia de cerca. ¡°En toda la comarca solo hay 16.000 habitantes, pero hay muchos voluntarios, como ve¡±, explica.

La movilizaci¨®n de la poblaci¨®n alpina de este lugar, acostumbrada a que nunca pase nada, como explica un operario de la zona industrial situada junto al aer¨®dromo de Seyne-les-Alpes, impresion¨® este mi¨¦rcoles de manera especial a los tres mandatarios que recorrieron la zona durante tres horas. La canciller alemana Angela Merkel y el presidente del Gobierno espa?ol Mariano Rajoy valoraron especialmente la actitud de los lugare?os. ¡°A todos ellos quiero darles las gracias¡±, dijo Rajoy.

Todav¨ªa este mi¨¦rcoles sub¨ªan a la zona decenas de polic¨ªas franceses movilizados de todas partes del pa¨ªs, y especialmente de Marsella, la segunda ciudad m¨¢s importante de Francia. La m¨¢xima preocupaci¨®n es atender a los familiares de las v¨ªctimas. ¡°Me ha tocado hacer atentados y es terrible. Son situaciones de dolor inimaginables¡±, comenta uno de los gendarmes franceses llegado este mi¨¦rcoles desde a Marsella a Digne-les-Bains.