EE UU y Brasil preparan la aplazada visita de Rousseff a Washington

El contexto econ¨®mico y diplom¨¢tico afianza el inter¨¦s de Estados Unidos y Brasil en recomponer su relaci¨®n. Los dos pa¨ªses trabajan en reanudar la visita de Estado de la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, a Washington que estaba prevista para finales de 2013, pero que se cancel¨® tras revelarse que EE UU la hab¨ªa espiado. El escrutinio de la NSA, destapado por las filtraciones del exanalista Edward Snowden, enfureci¨® a Brasilia y enfri¨® el entendimiento entre las dos mayores econom¨ªas de Am¨¦rica.

¡°Los dos gobiernos han dicho que quieren reprogramar la visita de la presidenta Rousseff a Estados Unidos y nuestros equipos han estado trabajando durante meses para establecer una s¨®lida agenda¡±, dice en un correo electr¨®nico Patrick Ventrell, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. ¡°Brasil es un gran actor en el escenario mundial y las visitas de alto nivel son una demostraci¨®n de que queremos invertir en una fuerte relaci¨®n bilateral¡±.

El portavoz evita especular sobre posibles fechas de una reuni¨®n en la Casa Blanca entre Rousseff y el presidente de EE UU, Barack Obama. Y no confirma ni desmiente una informaci¨®n del martes de la agencia Reuters que asegura que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, le hizo una invitaci¨®n formal a Rousseff en una llamada telef¨®nica a mediados de marzo.

Brasil es un gran actor en el escenario mundial y las visitas de alto nivel son una demostraci¨®n de que queremos invertir en una fuerte relaci¨®n bilateral¡± Patrick Ventrell, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca

Biden, seg¨²n Reuters, le ofreci¨® la posibilidad de una visita de Estado -la categor¨ªa m¨¢s distintiva y extendida de las citas bilaterales- en 2016 o una visita de alto nivel pero menos formal para este a?o. Est¨¢ previsto que Obama y Rousseff hablen de posibles fechas en una reuni¨®n en los m¨¢rgenes de la cumbre de las Am¨¦ricas que se celebrar¨¢ en Panam¨¢ en abril. La ¨²ltima vez que ambos se vieron fue en la cumbre del G20 el pasado noviembre en Australia.

Aprovechando su visita a Washington para la designaci¨®n del nuevo secretario general de la OEA, el ministro brasile?o de Exteriores, Mauro Vieira, se reuni¨® la semana pasada con la asesora de seguridad nacional de Obama, Susan Rice. Vieira -que fue embajador de Brasil en EE UU hasta el pasado diciembre- dijo que la ¡°invitaci¨®n¡± de Obama a Rousseff est¨¢ ¡°vigente y firme¡±. Entonces y el martes en el Senado brasile?o, se?al¨® que el objetivo es alcanzar una agenda sustantiva de acuerdos antes de acordar una fecha para la entrevista.

La de Panam¨¢ supondr¨¢ la primera cumbre de las Am¨¦ricas a la que acudir¨¢ Cuba y en la que se visualizar¨¢ el inicio del deshielo entre Washington y La Habana tras el anuncio en diciembre del restablecimiento diplom¨¢tico. El papel de Brasil -por sus buenas relaciones con Cuba- puede ser clave en acercar posiciones entre los antiguos rivales de la Guerra Fr¨ªa.

Brasil, por su influencia, tambi¨¦n puede desempe?ar un papel central de mediaci¨®n entre Venezuela y EE UU. La Casa Blanca declar¨® a principios de marzo una ¡°emergencia nacional¡± respecto a Venezuela y decret¨® sanciones contra siete altos funcionarios de Caracas por violaciones de derechos humanos en la represi¨®n de las protestas contra el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro.

Brasil ha encabezado la intervenci¨®n sudamericana, por medio de Unasur, en la crisis venezolana, que por ahora no ha logrado grandes avances. Y ha adoptado un perfil bajo y ha evitado criticar abiertamente a Caracas, lo que contrasta con la actitud de Washington. El ministro Vieira manifest¨® en la OEA su preocupaci¨®n de que el enfrentamiento entre EE UU y Venezuela pueda ¡°contaminar¡± la cumbre de las Am¨¦ricas.

Brasil, por su influencia, puede desempe?ar un papel central de mediaci¨®n entre EE UU y Venezuela y Cuba?

Pero el inter¨¦s de Washington y Brasilia en recomponer sus relaciones va m¨¢s all¨¢ de estos asuntos regionales. Los contextos econ¨®mico y pol¨ªtico lo propician. Ante el desplome de su econom¨ªa y la creciente impopularidad de Rousseff por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de Petrobras, a Brasil le conviene ampliar sus lazos con EE UU para ganar respaldo diplom¨¢tico e impulsar la internacionalizaci¨®n de su econom¨ªa (los sectores de defensa y alimentaci¨®n est¨¢n muy interesados) para compensar el retroceso de la demanda interna.

A la primera potencia mundial le interesa ganar acceso al gigantesco pero cerrado mercado brasile?o. EE UU es el primer inversor extranjero en Brasil, seg¨²n los ¨²ltimos datos. Y el segundo destino de las exportaciones brasile?as, por detr¨¢s de China. El comercio bilateral se situ¨® en los 72.000 millones de d¨®lares en 2014, un 20% m¨¢s respecto a 2010 y con un super¨¢vit de 12.000 millones a favor de EE UU.

Los lazos econ¨®micos han ayudado a mejorar la relaci¨®n diplom¨¢tica tras el impacto del espionaje de la NSA. El secretario del Tesoro de EE UU, Jacob Lew, viaj¨® el a?o pasado a Brasil. Y tras la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno brasile?o en enero, los ministros de Comercio y Econom¨ªa de Brasil han viajado a EE UU.

El vicepresidente Biden -el principal interlocutor de la Casa Blanca con el palacio de Planalto- se reuni¨® con Rousseff en junio en Brasilia y en enero acudi¨® a su toma de posesi¨®n tras las elecciones. Pese al acercamiento, la inc¨®gnita es si Brasil seguir¨¢ esperando que EE UU se disculpe por el escrutinio de la NSA para enterrar definitivamente la tensi¨®n.