Silencio en el barrio de Lubitz
Lubitz comparti¨® casa en Unterbach, a las afueras de D¨¹sseldorf, con su novia
Las persianas del apartamento que el copiloto del vuelo GWI9525, Andreas Lubitz, de 27 a?os, compart¨ªa supuestamente con su novia, permanecen este viernes cerradas a cal y canto. Algunos vecinos del barrio de Unterbach, a unos 13,5 kil¨®metros al sureste del centro de D¨¹sseldorf (Alemania), aseguran que ah¨ª viv¨ªa la pareja, aunque algunos medios locales han especulado sobre una ¡°ruptura¡± de ambos. El buz¨®n de este edificio blanco, de reciente construcci¨®n, a¨²n refleja que all¨ª vivieron dos personas.
¡°?Qu¨¦ hombre tan est¨²pido!¡±, exclam¨® una vecina mientras descargaba la compra en una de las calles principales de este barrio de clase media-alta. En Unterbach, un rinc¨®n recogido entre un bosque y una ladera repleta de hojas secas, todos los vecinos conocen la noticia del accidente del avi¨®n. Tambi¨¦n que Lubitz lo estrell¨® contra los Alpes franceses. Pero nadie habla de su relaci¨®n con ¨¦l. ¡°No le conoc¨ªa¡±, sostienen los trabajadores del Waldhotel, un motel aparentemente vac¨ªo justo al otro lado de la calle.
Enyia, una joven de 11 a?os que acaba de regresar del colegio, est¨¢ sola. Con su mochila a la espalda y las manos en los bolsillos, no quita la vista de la propiedad en la que viv¨ªa Lubitz. ¡°He venido a mirar, mirar y mirar¡±, sostiene en un ingl¨¦s muy b¨¢sico la joven quien m¨¢s tarde es acompa?ada por su padre. Dos trabajadores de DHL, que prefieren no dar su nombre, confirman que Lubitz vivi¨® all¨ª con su pareja. ¡°Es una chica de cabello casta?o claro, como de 25 a?os m¨¢s o menos¡±, recuerda el conductor de la furgoneta, repleta de cartas y paquetes. ¡°La ¨²ltima vez que le vi [a Lubitz] fue hace dos meses¡±.
Mahmoud ?zback, de origen turco, regenta desde hace seis meses una mercer¨ªa a pocos metros de la casa de Lubitz. Confiesa no haber hablado con ¨¦l nunca, pero cree que deb¨ªa estar bien posicionado, pues el alquiler de ese tipo de apartamentos ¡°cuesta alrededor de 1.000 euros al mes¡±. Se desconoce si el copiloto ¡ªque seg¨²n la Fiscal¨ªa de D¨¹sseldorf ten¨ªa un parte de baja para el d¨ªa del siniestro ¡ª era el propietario de esta vivienda o si la alquilaba.
Los vecinos de la residencia en la que a veces viv¨ªa el copiloto ¡ªpermanec¨ªa tambi¨¦n largas temporadas en la casa de sus padres en Montabaur, a medio camino entre D¨¹sseldorf y Fr¨¢ncfort¡ª guardan silencio. De vez en cuando, se?oras curiosas se asoman t¨ªmidamente entre las cortinas de sus casas. Probablemente atra¨ªdas por el revuelo medi¨¢tico.
Luto y vigilancia en la casa del copiloto en Dusseldorf #GWI9525 ultimo balc¨®n de en medio pic.twitter.com/IdIRI6h9UM
— Belen Dominguez (@belendomingz) March 27, 2015
A media ma?ana, una pareja con su hija de no m¨¢s de tres a?os esquivaba a los periodistas y acced¨ªa al interior de su vivienda por la puerta del garaje. ¡°No vamos a hablar con nadie¡±, exclam¨® la mujer. Media hora despu¨¦s, los dos guardias que vigilaban la entrada del domicilio de Lubitz se subieron a su furgoneta y se fueron. La incertidumbre en este barrio exclusivo permanece. Una bandera alemana improvisada en un poste de electricidad ondea, cuatro d¨ªas despu¨¦s de la tragedia, frente a la casa de Lubitz.
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