Cuando se atraganta la democracia

Los ciudadanos y pol¨ªticos de California est¨¢n acostumbrados a ver todo tipo de excentricidades, mezcladas con propuestas serias, intentar abrirse paso hacia las urnas a trav¨¦s de su avanzada democracia directa. Sin embargo, una iniciativa legislativa disparatada autodenominada ¡°Ley de Eliminaci¨®n de la Sodom¨ªa¡±, que directamente propone matar a los homosexuales a tiros, ha provocado una reacci¨®n pol¨ªtica inaudita y un debate poco habitual sobre si se debe poner l¨ªmites al proceso de iniciativa popular.

El texto de la propuesta, que firma un abogado de Huntington Beach, al sur de Los ?ngeles, empieza diciendo: ¡°El abominable crimen contra la naturaleza conocido como sodom¨ªa es una maldad monstruosa que Dios Todopoderoso (¡­) nos ordena que eliminemos¡±, bajo amenaza de acabar como en Sodoma y Gomorra. Con esta premisa, la l¨®gica es aplastante: ¡°Dado que es mejor que los criminales mueran a que Dios nos mate a todos (¡­) el pueblo de California ordena, temeroso de Dios, que se mate a cualquier persona que voluntariamente toque a otra del mismo g¨¦nero con el prop¨®sito de gratificaci¨®n sexual, con disparos a la cabeza o por cualquier otro m¨¦todo conveniente¡±. Adem¨¢s, proh¨ªbe la propaganda gay bajo pena de un mill¨®n de d¨®lares y destierro del Estado.

California tiene uno de los sistemas de democracia directa m¨¢s avanzados del mundo, aprobado hace m¨¢s de un siglo e inspirado en Suiza. Los ciudadanos pueden proponer leyes cuando opinan que sus representantes est¨¢n faltando a su obligaci¨®n de legislar sobre algo, pueden votar para echar a cargos electos y pueden revocar en refer¨¦ndum leyes aprobadas por el Legislativo. El autor ha podido presentar este texto como iniciativa legal tras pagar una tasa de 200 d¨®lares. No hay nada que legalmente las autoridades puedan hacer para frenarlo. De hecho, est¨¢n obligadas a cooperar en el resto del proceso.

El siguiente paso es buscar las firmas necesarias para que la iniciativa llegue a votarse en las urnas. Para ello es necesario reunir un n¨²mero de firmas equivalente al 5% de los votos emitidos en la ¨²ltima elecci¨®n a gobernador. El a?o pasado eran medio mill¨®n de firmas, pero la participaci¨®n ha ca¨ªdo tanto que desde la elecci¨®n del pasado noviembre hacen falta unas 365.000 firmas. Las posibilidades de que la ¡°Ley para la Eliminaci¨®n de la Sodom¨ªa¡± acabe en la papeleta son remotas. El mismo tipo intent¨® en 2003 que se votara una ley para adoptar la Biblia como libro de texto en la escuela primaria. Nunca reuni¨® las firmas necesarias y qued¨® en el olvido como tantas otras iniciativas.

Todo el mundo da por hecho que el extremista en cuesti¨®n jam¨¢s lograr¨¢ esa cifra y no habr¨¢ que pasar por el bochorno de votar algo as¨ª en las elecciones de 2016. Sin embargo, esta semana la fiscal general del Estado, Kamala Harris, le ha regalado a la iniciativa una publicidad impagable con una reacci¨®n inaudita tras saltar a la prensa el texto. Harris tiene la desagradable obligaci¨®n de escribir un t¨ªtulo y un sumario de 100 palabras de la iniciativa que ser¨¢n los que se presenten para la petici¨®n de firmas. Harris hizo p¨²blico un comunicado el pasado mi¨¦rcoles en el que ped¨ªa a la Corte Suprema de California que le permita no hacer su trabajo en el caso de esta ley, que ¡°no solo amenaza la salud p¨²blica, es patentemente inconstitucional, absolutamente rechazable y no tiene lugar en una sociedad civilizada¡±.

Harris es la favorita y ¨²nica candidata por ahora a ocupar el esca?o en el Senado de Barbara Boxer, quien ha anunciado su retirada para 2016. Harris anunci¨® su candidatura muy pronto, y la potencia de su campa?a ha hecho que al menos dos contendientes dem¨®cratas con historial, personalidad y ambici¨®n como para haberlo intentado, como el exalcalde de Los ?ngeles Antonio Villaraigosa o el millonario fil¨¢ntropo Tom Steyer, hayan desistido de presentarse. Es el primer esca?o libre en el Senado por California desde 1992.

Organizaciones de derechos humanos y algunos opinadores se han sumado al debate pidiendo que se bloquee de alguna manera el proceso, algo inaudito en un Estado que valora su democracia como un tesoro, pero al mismo tiempo reconoce que el sistema necesita mejoras, seg¨²n las encuestas. El consenso de los expertos legales es que Harris no tiene ninguna capacidad para frenar la iniciativa. Dos legisladores dem¨®cratas han presentado una propuesta para subir la tasa de 200 d¨®lares a 8.000 d¨®lares y as¨ª disuadir las locuras, pero no es una soluci¨®n muy popular. No ser¨¢ la primera vez que California aprueba en votaci¨®n una ley inconstitucional, pero eso lo deciden los tribunales.?Para 2016 hay ya varias iniciativas curiosas, como una que declara ilegal la destrucci¨®n de la "vida humana inocente", otra que proh¨ªbe las deportaciones y otra que quiere cambiar el t¨ªtulo de gobernador de California por el de "presidente".

Hasta el momento, la reacci¨®n m¨¢s interesante contra la "Ley de Eliminaci¨®n de la Sodom¨ªa" (Sodomite Suppression Act) es, c¨®mo no, otra iniciativa legislativa. El miercoles, una conocida activista llamada Charlotte Laws present¨® una proposici¨®n llamada "Ley del Gilipollas Intolerante" (Intolerant Jackass Act), que dice: "El abominable crimen conocido como prejuicio contra la orientaci¨®n sexual (...) es una visi¨®n destructiva que la sociedad nos obliga a eliminar". Por tanto, propone que cualquier persona "que presente una propuesta a votaci¨®n que anime a matar gays y lesbianas" sea obligada a hacer cursos de sensibilizaci¨®n y a donar 5.000 d¨®lares a una organizaci¨®n de defensa de los homosexuales.

El pasado septiembre, el gobernador de California, Jerry Brown, aprob¨® una ley que por primera vez introduce novedades en el proceso de iniciativa popular. Las nuevas reglas ampl¨ªan el plazo de recogida de firmas, establecen 30 d¨ªas durante los cuales los autores pueden enmendar sus iniciativas (ese plazo ya ha pasado en el caso de la "Ley de Sodom¨ªa") y obligan a dar a conocer a los diez mayores donantes de la campa?a de una iniciativa.