Rechazo a una ley de Indiana acusada de discriminar a homosexuales

Una ley de libertad religiosa aprobada por el Estado de Indiana que facilita el rechazo contra gais y lesbianas por parte de empresarios que aleguen que, en el caso de proporcionarles sus servicios, estar¨ªan atentando contra sus creencias, se ha convertido en el ¨²ltimo punto de enfrentamiento en la lucha por el avance de los derechos de los homosexuales en Estados Unidos.

El Tribunal Supremo estudiar¨¢ dentro de cuatro semanas un caso que puede desembocar en el reconocimiento del derecho al matrimonio de los homosexuales. La sentencia llegar¨¢ unos meses despu¨¦s, pero ya ha sido anticipada como el cruce definitivo de la ¨²ltima frontera en la batalla por los derechos civiles, y los conservadores est¨¢n agotando sus ¨²ltimos recursos para impedirlo.

Es el caso del gobernador Mike Pence, de Indiana, un pol¨ªtico republicano que est¨¢ considerando su candidatura a las presidenciales de 2016, por lo que puede convertir este asunto en una de las espinas de la campa?a. Esta semana, Pence firm¨® en su despacho una ley que protege ¡°las libertades religiosas que muchos sienten est¨¢n siendo atacadas por el Gobierno¡±.

La ley ha sido rechazada por un gran n¨²mero de organizaciones y personalidades por su parecido a las leyes que permitieron hace d¨¦cadas negar acceso y servicios por motivos raciales. El gobernador ha defendido sin embargo que la ley no es discriminatoria. ¡°Si supiera que iba a legalizar la discriminaci¨®n, la hubiera vetado¡±, asegur¨® Pence.

Hillary Clinton rechaz¨® el paso dado por el gobernador Pence y lament¨® que esta ley ¡°pueda aprobarse hoy en Am¨¦rica¡±

La normativa establece que desde el pr¨®ximo 1 de julio, los due?os de restaurantes de Indiana puedan negarse a servir banquetes de boda a parejas del mismo sexo, por ejemplo. Floristas, cocineros o fot¨®grafos tambi¨¦n podr¨¢n negar sus servicios a clientes gais si consideran que esto atenta contra su libertad religiosa y ser¨¢n defendidos por el Estado si son acusados de discriminaci¨®n, tal y como asegura el grupo Advance America, que ha promocionado la legislaci¨®n.

El caso es un ejemplo del constante tira y afloja de la sociedad estadounidense entre los derechos de los ciudadanos, frente a las regulaciones federales que, seg¨²n consideran en este caso los conservadores, interfieren en las libertades de otros. La ley de Indiana puede ser rechazada en las cortes, sin embargo, los jueces deber¨¢n demostrar que una persona est¨¢ obligada a actuar en contra de la religi¨®n cuando exista un ¡°inter¨¦s apremiante¡± en impedir la discriminaci¨®n.

El dif¨ªcil equilibrio de ese inter¨¦s es el que llev¨® al Supremo a dar la raz¨®n el a?o pasado a un grupo de empresarios religiosos que se negaban a proporcionar determinados seguros m¨¦dicos a sus empleadas porque cubr¨ªan el gasto de anticonceptivos. Aquel fue el caso conocido como Hooby Lobby y el hecho de que la Corte reconociera que la libertad religiosa de los empresarios estaba por encima del derecho de las trabajadoras a ese seguro m¨¦dico, inspir¨® esta nueva estrategia de Indiana.

La exsecretaria de Estado Hillary Clinton y posible candidata a la presidencia en 2016 rechaz¨® en Twitter el paso dado por el gobernador Pence y lament¨® que esta ley ¡°pueda aprobarse hoy en Am¨¦rica¡±. Otra de las voces en contra de la legislaci¨®n fue Tim Cook, presidente de Apple, quien la calific¨® de ¡°decepcionante¡±. Y el alcalde de San Francisco ha anunciado el primer boicot a la ley: la ciudad no pagar¨¢ con dinero p¨²blico ning¨²n viaje de sus funcionarios a Indiana.

La firma de esta ley coincide adem¨¢s con la llegada de la final de la liga universitaria de baloncesto a Indiana, cuyo impacto econ¨®mico puede verse reducido si siguen adelante las protestas. El exjugador Jason Collins, el primer baloncestista que revel¨® su homosexualidad durante su etapa profesional en 2013, pregunt¨® desde su cuenta de Twitter al gobernador si estaba ¡°legalizando la discriminaci¨®n¡± contra ¨¦l cuando viaje a la final.

La controvertida ley de Indiana coincide adem¨¢s con lo que ya advirti¨® la juez del Supremo Ruth Ginsburg tras la sentencia del caso Hobby Lobby, al asegurar que a pesar de que ese caso solo abordaba una pregunta sobre cobertura de anticonceptivos, la sentencia ¡°invitaba a las empresas privadas a buscar excusas¡± para incumplir normas bas¨¢ndose en cuestiones religiosas. ¡°?Qu¨¦ pasa si un empresario se siente ofendido por las obligaciones de vacunaci¨®n o porque no cree en que deba pagar lo mismo a un hombre que a una mujer?¡±. Seg¨²n la juez, el Supremo acababa de adentrarse ¡°en un campo de minas¡±.