Los expertos a¨ªslan pruebas de ADN de 78 v¨ªctimas del avi¨®n siniestrado

La investigaci¨®n de lo ocurrido el martes, cuando un Airbus A320 de Germanwings se estrell¨® en los Alpes con 150 personas a bordo, sigue en Francia a ritmo acelerado. Tambi¨¦n los trabajos para identificar a las v¨ªctimas. Ya se han aislado 78 ADN diferentes, seg¨²n inform¨® este domingo el fiscal jefe de Marsella, Brice Robin. Cada tarde, las muestras son enviadas a Par¨ªs, donde se centralizar¨¢ la identificaci¨®n de los 150 fallecidos. Solo se podr¨¢ lograr con certeza cuando se comparen los ADN recogidos con los de sus familiares. A estos ¨²ltimos ya se les han tomado muestras en Alemania, Francia y Espa?a.

Las dificultades que impone el escarpado terreno del macizo de Trois ?v¨ºch¨¦s, en los Alpes del sur, solo permite llegar a pie a la zona de la cat¨¢strofe (lo que implica cuatro horas de marcha) o en helic¨®ptero. Unas 40 personas parten cada d¨ªa desde el pueblo de Seyne-les-Alpes, centro de operaciones dotado de helipuerto, para rastrear la superficie de dos hect¨¢reas en la que quedaron dispersados los restos del avi¨®n. Robin ha informado tambi¨¦n de que es probable que este lunes por la tarde se haya logrado abrir ese camino para veh¨ªculos todoterreno, lo que facilitar¨¢ evacuar las piezas m¨¢s grandes de la aeronave.

Por el momento, no se ha identificado a ninguna de las v¨ªctimas

Las autoridades francesas han fijado dos prioridades: encontrar la segunda caja negra y rescatar todos los restos humanos para su posterior identificaci¨®n. Seg¨²n Patrick Touron, director adjunto del Instituto de Investigaci¨®n Criminal de la Gendarmer¨ªa Nacional, los efectos personales, las dentaduras e incluso las huellas dactilares son suficientes para identificar los cad¨¢veres en el 90% de las ocasiones. En este caso, dada la violencia del impacto del avi¨®n contra el macizo franc¨¦s, solo el ADN podr¨¢ determinar con exactitud la identidad de cada v¨ªctima. Fuentes de la fiscal¨ªa de Marsella aseguraron este domingo a este peri¨®dico que, por el momento, no se ha identificado a ninguna; tampoco al copiloto Andreas Lubitz, el hombre que supuestamente estrell¨® la aeronave voluntariamente. Desment¨ªa la fiscal¨ªa algunas informaciones que circularon el s¨¢bado sobre la identificaci¨®n de Lubitz. Una fuente espa?ola que participa en las tareas de investigaci¨®n en suelo franc¨¦s explica a EL PA?S que el protocolo habitual en estos casos es esperar a tener el ADN de todas las v¨ªctimas antes de empezar a cotejarlo con el de los familiares.

Los restos de Lubitz podr¨ªan ayudar a reconstruir con mayor fiabilidad lo ocurrido el pasado 24 de marzo si la cantidad de tejido encontrado es importante. As¨ª lo explica Wolfgang Huckenbeck, del Instituto de Medicina Forense de Hospital Universitario de D¨¹sseldorf. Solo as¨ª se podr¨ªan detectar medicamentos para tratar patolog¨ªas psiqui¨¢tricas en el cuerpo del copiloto. Los restos hallados hasta ahora, muy troceados, no permiten albergar grandes esperanzas en la b¨²squeda de pistas definitivas que expliquen la condici¨®n m¨¦dica de Lubitz.

El hallazgo en su piso de D¨¹sseldorf de cajas sin abrir de psicof¨¢rmacos hace sospechar a las autoridades alemanas que Lubitz podr¨ªa haber interrumpido la medicaci¨®n que necesitaba. El hombre de 27 a?os que supuestamente estrell¨® el avi¨®n estaba tambi¨¦n medicado para superar sus problemas de insomnio.

En paralelo a la informaci¨®n oficial, cada d¨ªa se descubren m¨¢s datos sobre las diferentes dolencias de Lubitz. El s¨¢bado salieron a la luz sus problemas de vista, pero este domingo la edici¨®n dominical del diario alem¨¢n Bild especific¨® que estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina, que, en palabras del catedr¨¢tico de Oftalmolog¨ªa de la Universidad de Santiago de Compostela Manuel S¨¢nchez-Salorio, es ¡°una enfermedad grave que, de no tratarse con l¨¢ser o cirug¨ªa, amenaza gravemente la visi¨®n¡±.

Lo prioritario es hallar la segunda caja negra y los restos humanos

De confirmarse esta enfermedad, Lubitz a?adir¨ªa a sus problemas psiqui¨¢tricos ya conocidos ¡ªepisodios severos de depresi¨®n en una persona obsesiva y quiz¨¢s con un trastorno de la personalidad de tipo narcisista¡ª otro impedimento para revalidar entre junio y julio pr¨®ximos su licencia m¨¦dica y poder seguir volando.

Cerca de la zona del dram¨¢tico impacto, en Seyne-les-Alpes, se ha instalado un laboratorio m¨¦dico-legal al que van a parar todos los restos humanos encontrados. Cuarenta personas suben cada d¨ªa a la monta?a para el rescate. Otra cincuentena de personas (m¨¦dicos, dentistas y polic¨ªas especializados) trabaja en el laboratorio m¨®vil. De ah¨ª parten cada tarde hacia Par¨ªs los restos para su posterior identificaci¨®n. ¡°Queremos devolver los cuerpos a sus allegados lo antes posible¡±, ha declarado Touron a la agencia francesa France Presse.

Ayer por la tarde, los equipos de rescate segu¨ªan buscando la segunda caja negra, que es la que registra los datos de vuelo (Flight Data Recorder). Cruzar esa informaci¨®n delAirbus A320 de Germanwings con las conversaciones grabadas en la cabina en la primera caja negra, ya hallada, permitir¨¢ conocer las circunstancias del siniestro con mayor precisi¨®n. La carcasa de esta segunda caja negra se encontr¨® el mi¨¦rcoles pasado, al d¨ªa siguiente de la cat¨¢strofe.

¡°Hay que trabajar con prudencia y minuciosidad¡±, ha declarado el capit¨¢n de los equipos de alta monta?a Yves Naffrechoux a France Presse. ¡°No se puede recoger una pieza del avi¨®n si hay un resto humano. Antes tenemos que envolverlos y acondicionarlos de la mejor manera posible. Eso, por fuerza, lleva tiempo¡±, aclara el investigador.

A la zona siguen llegando familiares de las v¨ªctimas, aunque ya con cuentagotas. Ayer, seg¨²n el alcalde de Seyne-les-Alpes, Francis Hermitte, apenas hab¨ªa una quincena de allegados. La mayor¨ªa ha hecho un viaje r¨¢pido para rendir homenaje a sus seres queridos cerca del lugar, en la aldea de Le Vernet, donde se ha erigido un peque?o monumento. ¡°La solidaridad y la disponibilidad de alojamiento han superado ampliamente las necesidades¡±, comenta Hermitte a EL PA?S.