Lula critica a una Rousseff cada vez m¨¢s debilitada

Cada d¨ªa parece abrirse un nuevo frente para la ya debilitada presidenta de Brasil. Este martes fue el expresidente, mentor y compa?ero de partido Luiz In¨¢cio Lula da Silva quien critic¨® por primera vez la actual gesti¨®n de la mandataria ante cientos de militantes del Partido de los Trabajadores (PT), miembros de movimientos sociales y sindicatos en S?o Paulo.

¡°Todos cometemos errores. Vamos a dejarlo claro: podr¨ªamos haber aumentado el precio de la gasolina en 2012 y no ahora¡±, reconoci¨® Lula en el primer acto p¨²blico despu¨¦s de la multitudinaria protesta contra el Gobierno en marzo. ¡°Hemos tenido coyunturas desfavorables que no han dependido ¨²nicamente de Dilma¡±, subray¨® despu¨¦s, al defender las reformas econ¨®micas que la presidenta intenta aprobar en el Congreso. ¡°Yo hice un ajuste econ¨®mico a¨²n m¨¢s fuerte en 2003¡±, record¨®. Lula lleg¨® a hacer una promesa a su auditorio en nombre de Rousseff: ¡°Cuando mejore [la situaci¨®n econ¨®mica], Dilma empezar¨¢ a reajustar en favor del pueblo¡±. Y, mirando hacia una c¨¢mara y dirigi¨¦ndole la palabra directamente, dijo: ¡°Quien est¨¢ aqu¨ª es compa?ero tuyo en los buenos y en los malos momentos¡±.

El expresidente fue sutil en sus cr¨ªticas pero ¨¦stas tienen importancia porque en Brasil se especula constantemente con supuestas tensiones entre ambos, especialmente desde que Rousseff nombr¨® a Joaquim Levy como ministro de Econom¨ªa. Una secci¨®n de los partidos aliados del Gobierno, adem¨¢s de algunos sindicatos, mostraron su repulsa a Levy, formado en la liberal Escuela de Chicago y partidario por implantar medidas de austeridad y ajustes presupuestarios.

Lula da Silva ha aprovechado para recordar a quienes se quejan de la gesti¨®n del PT que, con un Gobierno de la oposici¨®n no habr¨ªa negociaciones con la clase trabajadora. ¡°Ni siquiera llegar¨ªan a Brasilia¡±, asegur¨®. En un discurso de casi 50 minutos, sintetiz¨® la crisis econ¨®mica y la insatisfacci¨®n popular con el Gobierno usando una frase que sol¨ªa repetir en la ¨¦poca en la que era sindicalista, en los setenta y ochenta. ¡°El pe¨®n que come solomillo no quiere volver a comer carne de segunda. El pueblo se ha vuelto m¨¢s exigente¡±. Seg¨²n ¨¦l, las protestas sociales y las reclamaciones, incluso de los que apoyan a Rousseff, suceden porque las personas han progresado social y econ¨®micamente y no quieren renunciar a lo que han conquistado en los ¨²ltimos 12 a?os, el per¨ªodo en el que el PT gobierna en Brasil.

Adem¨¢s de un desgaste con el mayor partido de los aliados, el Gobierno sufre un distanciamiento con sus propios electores. Seg¨²n una encuesta del Instituto Brasile?o de Opini¨®n P¨²blica y Estad¨ªstica (Ibope) publicada este mi¨¦rcoles, la aprobaci¨®n del Gobierno cay¨® del 80% en diciembre a un 34% en marzo entre quienes apoyaron a la presidenta en la reelecci¨®n, el pasado octubre.

En una de las pocas entrevistas que ha concedido desde que empez¨® el nuevo mandato, en enero, Dilma Rousseff garantiz¨® este martes que el Gobierno reducir¨¢ sus propios gastos en pleno reajuste de las cuentas p¨²blicas de Brasil. En una entrevista a Bloomberg, la presidenta avis¨®: ¡°Vamos a cortar y racionalizar los gastos del Gobierno¡±. Seg¨²n ella, as¨ª ser¨¢ posible sanear las cuentas p¨²blicas y Brasil volver¨¢ a ganarse la confianza de inversores y mercados. Y remitir¨¢ el descontento en las calles: el pr¨®ximo d¨ªa 12, los opositores de Rousseff est¨¢n convocados de nuevo a una protesta en varias ciudades del pa¨ªs. El Gobierno teme que esa manifestaci¨®n sea tan multitudinaria como la del pasado 15 de marzo.