Hillary Clinton anuncia que ser¨¢ candidata a las elecciones de 2016
La dem¨®crata, de 67 a?os, es la primera aspirante del partido a suceder a Obama
Hillary Rodham Clinton apret¨® este domingo el bot¨®n de reinicio, dando paso a Hillary 2.0. Admitiendo por fin lo evidente, que quiere ser presidenta de Estados Unidos, la ex secretaria de Estado intentar¨¢ de nuevo lo que no logr¨® en 2008, cuando un joven senador negro de Illinois le arrebataba la nominaci¨®n dem¨®crata a la Casa Blanca.
¡°Cada d¨ªa, Am¨¦rica necesita un defensor, y yo voy a ser ese defensor¡±, asegura la exsenadora en el v¨ªdeo que ha utilizado para anunciar su candidatura de manera oficial. Sin embargo, la ya candidata no aparece en ese v¨ªdeo hasta pasado un minuto y treinta segundos. Las im¨¢genes muestran diversidad, ya sea racial, econ¨®mica y social. Hillary Clinton apela al votante, a todos los votantes, con un mensaje cercano basado en la econom¨ªa: ¡°Me voy a lanzar a la carretera para conseguir su voto¡±. Iowa, el primer Estado de la naci¨®n que celebra caucus le esperaba.
A los 67 a?os, Hillary Clinton ya no puede permitirse los errores cometidos en 2008, porque es muy probable que sea ahora o ya nunca. Si entonces su campa?a desembarc¨® en Iowa como un ej¨¦rcito que daba por ganada la batalla, en esta ocasi¨®n la ex secretaria de Estado ha optado por un perfil bajo para el gran anuncio (todo lo bajo que se puede permitir quien aspira a ser la primera mujer presidenta de EEUU). Si en 2008 el lema fue Hillary Para Presidenta, hoy es Hillary Para Am¨¦rica, a pesar de que detr¨¢s de esa tres palabras vaya a haber finalmente m¨¢s de 2.500 millones de d¨®lares recaudados para la causa. 2016 no ser¨¢ sobre ella, ser¨¢ sobre el pa¨ªs.
Clinton explica en el v¨ªdeo por qu¨¦ ha decidido apostar por la presidencia. ¡°Los americanos han luchado fuerte para salir de las dificultades econ¨®micas pero la balanza todav¨ªa est¨¢ inclinada a favor de los que est¨¢n arriba¡±, relata. La ex secretaria de Estado aboga en el v¨ªdeo por una econom¨ªa en la que se pueda lograr algo m¨¢s que solo ¡°tirar para delante¡±. ¡°Hay que poder situarse en cabeza y mantenerse ah¨ª, porque cuando las familias son fuertes, Am¨¦rica es fuerte¡±, concluye.
No son actores quienes han participado en la grabaci¨®n de 2 minutos y 18 segundos de duraci¨®n, aseguran desde la camapa?a. Ni los hermanos hispanos que enfrentan la apertura de un negocio con emoci¨®n; ni la pareja gay que asegura que se casar¨¢ este verano; como no lo es la madre que explica que se cambia de barrio para que su hija pueda ir a un major colegio ni la pareja de negros que espera su primer hijo con ilusion.
Todo aquello que pretende defender Clinton durante la larga campa?a que se avecina podr¨¢ hacerlo en los pr¨®ximos d¨ªas en Iowa. Primero el martes? en Monticello, con profesores y estudiantes. El mi¨¦rcoles en Norwalk, con due?os de peque?os comercios.
La gran noticia deb¨ªa ocurrir este domingo al mediod¨ªa de Washington. Y sin embargo pasaban los minutos, primero y luego hasta tres horas y nada suced¨ªa. Hasta que el veterano asesor de los Clinton John Podesta anunci¨® en un correo electr¨®nico lo inevitable. Se acab¨® la espera, una de las mujeres m¨¢s famosas del planeta entraba en campa?a.
Lejos queda la imagen del ¡®Hill-A-Copter¡¯, como llam¨® su campa?a entonces al avi¨®n en el que aterriz¨® Clinton en Iowa en 2008 en su primer intento de alcanzar la Casa Blanca. ¡°Le faltaba cercan¨ªa¡±, dice Stephanie Highfill, de paso por Des Moines desde Cedar Rapids para asistir a una boda. ¡°Creo que en esta ocasi¨®n estrechar¨¢ m¨¢s manos¡±, a?ade Beth Meisner sobre una mujer que lleva viviendo en el interior de la burbuja del poder desde que en 1979 entr¨® en la mansi¨®n del Gobernador de Arkansas como esposa de Bill Clinton.
Hillary Clinton intenta un cambio de imagen. Una variaci¨®n en la narrativa de la partitura que le permita parecerse m¨¢s a su marido, un animal social que conquista votantes, que al ¨²nico presidente de EE UU que ha dimitido del cargo. ¡°Me recuerda a Nixon¡±, declara Pat Buchanan, asesor de Richard Nixon y Ronald Reagan, a la revista New York. Se acab¨® el Im In For Win (estoy aqu¨ª para ganar) de 2008. Caduc¨® el aire de grandeza, la sensaci¨®n de derecho adquirido a ocupar el 1600 de Pensilvania Avenue.
La mujer que durante un discurso el a?o pasado en una convenci¨®n de vendedores de coches reconoc¨ªa no haber conducido uno desde 1996, no quiere ver su nombre junto a la palabra coronaci¨®n. Tras el anuncio, la ex senadora se sub¨ªa a un autob¨²s y visitar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas los 99 condados con los que cuenta Iowa. Participar¨¢ en peque?os actos, entrar¨¢ en caf¨¦s y se acercar¨¢ a los votantes, para escuchar sus preocupaciones y sobre todo explicar por qu¨¦ quiere ser presidenta.
Todo concuerda con el cap¨ªtulo que la ex secretaria de Estado a?adi¨® a su biograf¨ªa el pasado viernes. ¡°Convertirme en abuela me ha hecho pensar mucho en la responsabilidad que todos tenemos como administradores del mundo que heredamos y que un d¨ªa dejaremos en herencia. Ser abuela, en lugar de hacerme querer bajar el ritmo, me ha animado a acelerar¡±.
¡°Estoy ahora m¨¢s convencida que nunca de que nuestro futuro en el siglo XXI depende de asegurarnos de que un ni?o nacido en los Apalaches en el delta del Misisipi o en el valle del r¨ªo Grande tiene las mismas posibilidades de ¨¦xito que tendra Charlotte [su nieta]", escribi¨® Clinton.
Para alguien que lleva mucho tiempo sin hacer campa?a, una primera aproximaci¨®n en distancia cortas resultar¨¢ beneficioso y entrenar¨¢ a la ex primera dama, cuyas ¨²ltimas apariciones ante la prensa no han sido precisamente triunfantes ¨Cl¨¦ase la comparecencia que tuvo en la sede de Naciones Unidas para explicar el caso de los correos electr¨®nicos, donde se la vio perdida y casi novata en la puesta en escena¨C.
A Hillary se le ha esperado meses, quiz¨¢ a?os. Ya ha llegado. La espera se ha acabado. 2016 ya tiene a su primer candidato dem¨®crata.
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