Miliband vira hacia el centro y promete responsabilidad fiscal

La ¡°responsabilidad fiscal¡± es la bandera del manifiesto electoral del Partido Laborista brit¨¢nico que su l¨ªder, Ed Miliband, present¨® este lunes con el compromiso de reducir el d¨¦ficit y de no contribuir ¡°en un solo penique¡± al endeudamiento de las arcas p¨²blicas. Ese mensaje, que perfectamente podr¨ªa suscribir un candidato conservador, persigue contrarrestar la percepci¨®n negativa de los laboristas como gestores econ¨®micos, aunque a costa de decepcionar al ala izquierda de sus filas y a los potenciales aliados que, seg¨²n todos los sondeos, les ser¨ªan imprescindibles para gobernar.

A menos de cuatro semanas de las legislativas del 7 de mayo, y cuando los sondeos conceden una ligera ventaja de tres puntos al laborismo frente a los tories, Miliband apuesta por una prudencia que apunta al voto centrista y que en su discurso de Manchester le aconsej¨® eludir a toda costa la palabra ¡°austeridad¡±. En lugar de utilizar los dr¨¢sticos recortes sociales del Gobierno conservador de David Cameron como dardo electoral, se present¨® como un ¡°protector de las finanzas de la naci¨®n¡± que nunca recurrir¨¢ a nuevas promesas de gasto p¨²blico sin antes haber garantizado los fondos para sufragarlas. A diferencia de los anteriores programas del Labour, subray¨®, el presente ¡°no es una lista de la compra con un rosario de pol¨ªticas de gasto¡±.

El objetivo de reducir el d¨¦ficit progresivamente en cada a?o fiscal hasta conseguir el super¨¢vit ¡°lo m¨¢s pronto posible¡±, aunque sin marcarse el horizonte sin reservas del 2020 como han hecho los conservadores, no va a ser incompatible con el blindaje de la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas, asegur¨® Miliband. La prometida inversi¨®n de 2.500 millones de libras en el sistema de salud del Estado (NHS) ser¨ªa compensada con el impuesto sobre las viviendas con un valor igual o superior a los dos millones de libras, conocida como mansion tax, una medida especialmente temida por los propietarios de inmuebles en Londres, donde la recalificaci¨®n de una casa no especialmente lujosa podr¨ªa entrar en ese baremo a tenor de la creciente burbuja.

Una nueva banda impositiva para las rentas m¨¢s altas y pol¨ªticas de firmeza contra los evasores fiscales permitir¨ªan encarar una agenda social en la que Miliband destac¨® el apoyo a las guarder¨ªas gratuitas, la congelaci¨®n de las facturas del gas y la electricidad hasta el 2017 y el recorte de las tasas universitarias. Su declaraci¨®n en Manchester intent¨® aunar, en un dif¨ªcil equilibrio, lo que queda de la tradicional cara social del laborismo con la credibilidad a la hora de cuadrar las cuentas del Estado.

¡°Estoy preparado para asumir el poder¡±, asegur¨® el aspirante laborista, que tiene en su pobre imagen de l¨ªder el segundo de sus flancos m¨¢s d¨¦biles, esgrimiendo sus cuatro a?os como jefe de la oposici¨®n frente al actual Gobierno de Cameron, ¡°tan fuerte con los m¨¢s d¨¦biles, y d¨¦bil con los m¨¢s fuertes¡±.

Pero incluso si Miliband acaba convenciendo y los electores brit¨¢nicos se decantan por un cambio en el color pol¨ªtico de su primer ministro, la victoria no ser¨¢ rotunda, vaticinan un¨¢nimemente las proyecciones demosc¨®picas que denotan el cansancio de los ciudadanos con los dos grandes partidos del establishment. Hasta un 26% de los sondeados (m¨¢s del doble que en las elecciones de 2010) se declaran tentados de entregar su voto a otras formaciones minoritarias, una tendencia que, de cumplirse, aniquilar¨ªa las expectativas laboristas en el territorio esencial de Escocia a manos de los independentistas del SNP. La l¨ªder de esta formaci¨®n abiertamente contraria al programa de austeridad, Nicola Sturgeon, ya dej¨® claro este lunes que ve en las l¨ªneas econ¨®micas defendidas por los laboristas la perspectiva de nuevos e inaceptables recortes presupuestarios. Si Miliband pretende ocupar el n¨²mero 10 de Downing Street con apoyos externos, vino a decir, el suyo le va a resultar muy caro.