La Marina italiana recupera un pesquero secuestrado frente a Libia

Eran las tres y media de la madrugada de este viernes y el pesquero italiano Airone estaba faenando a unas 50 millas de las costas de Libia. Hasta aqu¨ª todas las certezas. Lo que ocurri¨® a continuaci¨®n contiene las altas dosis de confusi¨®n que rodean un pa¨ªs y unas aguas que son escenario estos d¨ªas de la desesperada aventura, demasiadas veces mortal, de miles de inmigrantes africanos que huyen del hambre o la guerra. La reconstrucci¨®n m¨¢s aproximada de los hechos indica que el pesquero sufri¨® un abordaje por parte de milicianos libios, pero la valerosa reacci¨®n de los tripulantes ¡ªtres sicilianos y cuatro tunecinos¡ª y la providencial llegada a la zona de un buque de la Marina Militar italiana evitaron el secuestro, capturaron a uno de los atacantes y pusieron en fuga el remolcador con el que pretend¨ªan llevarse la embarcaci¨®n italiana.

La primera llamada de alerta parti¨®, a las nueve de la ma?ana, de Giovanni Tumbiolo, un dirigente de la Cosvap (una organizaci¨®n para el desarrollo de la pesca en el Mediterr¨¢neo): "Uno o dos libios armados han subido a bordo del Airone, pero la tripulaci¨®n ha logrado inmovilizarlos y encerrarlos en una cabina". Tumbiolo a?adi¨® que Alberto Figuccia, el capit¨¢n del pesquero con base en la localidad siciliana de Mazara del Vallo, estaba intentando alejarse lo m¨¢s r¨¢pidamente posible del remolcador, que en un primer momento la Marina Militar atribu¨ªa "presumiblemente" a las fuerzas de seguridad libias. Pero el dirigente de la Cosvap no las ten¨ªa todas consigo. "Estamos extremadamente preocupados", reconoc¨ªa, "porque todav¨ªa no conseguimos comprender si se trata de pirater¨ªa o de secuestro por parte de militares".

Para terminar de complicar la situaci¨®n, durante la intervenci¨®n de la Marina Militar italiana se produjo un disparo, al parecer fortuito, que hiri¨® a uno de los pescadores de nacionalidad tunecina que forman parte de la tripulaci¨®n del Airone. Una vez a bordo del barco, los militares italianos ¡ªque se encontraban en la zona dentro de la operaci¨®n Mar Seguro que trata de evitar los naufragios de inmigrantes¡ª apresaron al supuesto secuestrador libio sin que pusiera resistencia y lo trasladaron, junto al tunecino herido, a la nave militar. A pesar del feliz desenlace, el suceso pone sobre la mesa varias cuestiones preocupantes.

La primera, aunque conocida de sobra, es la falta de control que tiene Libia ¡ªun pa¨ªs con dos Gobiernos pero donde los se?ores de la guerra siguen dominando amplias zonas¡ª sobre sus costas. Los inmigrantes que logran llegar a territorio italiano relatan historias terribles de vejaciones y abusos, adem¨¢s de los astron¨®micos precios que tienen que pagar ¡ªalrededor de 1.500 euros¡ª a los traficantes por apenas un hueco en viejos pesqueros o en lanchas neum¨¢ticas, sin que las autoridades libias hagan nada por evitarlo. La segunda es cu¨¢l era el motivo real del abordaje. La presencia de un remolcador induce a pensar a los investigadores que los piratas estaban m¨¢s interesados en hacerse con el barco que con la tripulaci¨®n. Esta sospecha viene avalada por un suceso, tan confuso como todo lo que sucede en el Canal de Sicilia, a principios de semana, cuando un remolcador y una nave islandesa de la operaci¨®n Trit¨®n estaban ayudando a un pesquero lleno de inmigrantes. Cuando los hab¨ªan puesto a salvo, apareci¨® una lancha libia con cuatro milicianos que intentaron, a tiros, rescatar el barco. La explicaci¨®n ser¨ªa que al negocio tan lucrativo de traficar con personas se le est¨¢n acabando los barcos para llevarlo a cabo.