Los derechos laborales en tiempos de revoluci¨®n
Ser funcionario en Ecuador es un reto, la Revoluci¨®n Ciudadana de Correa no parece haber llegado al ¨¢mbito del empleo p¨²blico
La Constituci¨®n Pol¨ªtica del Ecuador reconoce que el trabajo es un derecho y un deber social, un derecho econ¨®mico, fuente de realizaci¨®n personal y base de la econom¨ªa. La misma carta pol¨ªtica se?ala que el Estado deber¨¢ garantizar a las personas trabajadoras el pleno respeto a su dignidad, una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones justas y el desempe?o de un trabajo saludable y libremente escogido o aceptado.
Esta disposici¨®n, en concordancia con lo se?alado en materia de seguridad social, ha transformado el marco laboral que rige las relaciones de trabajo en el pa¨ªs. Actualmente, las personas jur¨ªdicas de derecho privado y las personas naturales que son empleadoras muestran un respeto alt¨ªsimo por los derechos laborales y el cumplimiento de las normas legales vigentes en esta materia. As¨ª, el n¨²mero de empleadores en mora en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) cada vez es menor, como menor es el n¨²mero de trabajadores que no gozan de este derecho, quiz¨¢s porque el estado emple¨® el derecho penal como medida coercitiva: de 3 a 7 d¨ªas de c¨¢rcel es la sanci¨®n para el empleador por no afiliar al IESS.
La falta de estabilidad laboral y el temor de que los contratos no sean renovados es una constante entre los empleados p¨²blicos
La realidad es bastante distinta en el sector p¨²blico, sin embargo. Existen n¨²meros alt¨ªsimos de empleados contratados bajo el modelo de ¡°contrato por servicios ocasionales¡±, lo que mantiene a los mismos en zozobra permanente. La falta de estabilidad laboral y el temor casi semestral de que los contratos no sean renovados es una constante entre los empleados p¨²blicos. Una sensaci¨®n de inseguridad que alcanza su peor momento durante el primer trimestre de cada a?o: el presupuesto general de cada instituci¨®n no es acreditado de manera puntual lo que significa contratos vencidos, personal que ignora si ser¨¢ recontratado, no aportaciones al seguro social y pasar los d¨ªas (o meses) creyendo en la promesa de que ¡°apenas llegue el presupuesto se les hace firmar contrato¡±.
No es f¨¢cil decirle a alguien que se ahorre la incertidumbre buscando otro trabajo. No es una opci¨®n cuando el petr¨®leo ha ca¨ªdo; la econom¨ªa nacional est¨¢ afectada; las nuevas leyes laborales generan m¨¢s temor que alegr¨ªa; y la experiencia en el ¨¢rea p¨²blica no siempre encuentra un espacio de desarrollo similar en el ¨¢rea privada. Ser empleado p¨²blico es un reto y no precisamente por la responsabilidad del cargo.
Los empleadores privados muestran un gran respeto por los derechos laborales, ya que pueden afrontar de 3 a 7 a?os de c¨¢rcel
Lo m¨¢s preocupante en estas situaciones son sus efectos en la seguridad social y el acceso a la salud. Ofrezco un ejemplo: Llega febrero y a¨²n no has renovado el contrato prometido, que probablemente tenga duraci¨®n de 6 meses, y al ser ¨¦poca invernal comienzas a presentar todos los s¨ªntomas de una enfermedad como el dengue o la chicunguya. No puedes diagnosticarla ni tratarla porque desde diciembre no has aportado al IESS y tampoco estas recibiendo sueldo, pero la promesa incluye que tu contrato nuevo ser¨¢ retroactivo y te pagar¨¢n el sueldo por estos meses, digamos que en abril.
En conclusi¨®n, no est¨¢s en capacidad para que un m¨¦dico te atienda porque tienes trabajo pero s¨®lo en discurso. La desesperaci¨®n lleva a muchos a recurrir a pr¨¦stamos, no siempre seguros, para acceder a tratamientos con m¨¦dicos privados, cuyos costos son m¨¢s elevados y afectan su ya d¨¦bil econom¨ªa familiar.
Es importante destacar que el empleado p¨²blico en ning¨²n momento deja de trabajar, sino que asume estos baches laborales como parte del riesgo de apostar por el Estado como empleador. Un empleador que se libra de la sanci¨®n penal porque est¨¢ arriba, all¨¢ donde dicen que el pa¨ªs ya es de todos. La Revoluci¨®n Ciudadana de Correa no parece haber llegado al ¨¢mbito del empleo p¨²blico.
Karla Morales es abogada especializada en Derechos Humanos. Colabora como columnista de varios medios impresos y digitales en Ecuador y Estados Unidos. Twitter @karlamoralesr
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