Holanda solo asistir¨¢ a refugiados que accedan a abandonar el pa¨ªs

El Gobierno de centro izquierda holand¨¦s solo ofrecer¨¢ ayuda de emergencia, entendida en t¨¦rminos oficiales como ¡°cama, comida y ba?o¡±, a los refugiados sin documentaci¨®n que accedan a abandonar el pa¨ªs. Estos grupos, formados en su mayor¨ªa por gente llegada de pa¨ªses en guerra, ser¨¢n reunidos en cinco centros dispuestos en las cinco grandes ciudades (?msterdam, Rotterdam, La Haya, Utrecht y Eindhoven). Dos semanas despu¨¦s de su ingreso, y si colaboran en la devoluci¨®n a su tierra de origen, pasar¨¢n a otro establecimiento con libertad retringida. Desde all¨ª, y en cuanto el procedimiento de expulsi¨®n est¨¦ listo, saldr¨¢n de Holanda. De negarse a cooperar, acabar¨¢n en la calle sin cobertura de ning¨²n tipo. Los ayuntamientos, que se ocupaban hasta la fecha de acoger a los extranjeros ilegales, dejar¨¢n la labor en manos del Ejecutivo. De otro modo, perder¨¢n los subsidios destinados a programas de integraci¨®n.

El acuerdo acaba de ser presentado por el primer ministro Mark Rutte, liberal de derecha, y su ministro de Asuntos Sociales, Lodewijk Asscher, socialdem¨®crata. Ambos son los m¨¢ximos representantes de la actual coalici¨®n en el poder, que a punto ha estado de romperse por ¡°uno de los asuntos m¨¢s controvertidos y dif¨ªciles¡±, en palabras de Rutte. El pacto ha sido cerrado despu¨¦s de que una resoluci¨®n del Comit¨¦ Europeo para los Derechos Sociales indicara que Holanda no pod¨ªa dejar sin techo a nadie. A continuaci¨®n, eso s¨ª, dejaba en manos de las autoridades los detalles pr¨¢cticos de la ayuda prestada.

La sorpresa del compromiso oficial es el giro dado por una tierra que desea seguir manteniendo su imagen de abierta a la acogida. Philip Alston, experto de la ONU en derechos humanos, ha sido de los primeros en denunciarlo. En unas declaraciones a la televisi¨®n p¨²blica holandesa (NOS) ha dicho que el acuerdo ¡°vulnera las reglas internacionales de amparo y criminaliza a gente forzada a escapar de su tierra¡±. ¡°Todos estos detalles sobre centros temporales y la exigencia del sujeto en cuesti¨®n de contribuir a su expulsi¨®n, solo enmascaran la violaci¨®n de los derechos humanos en Holanda¡±, ha a?adido. Amnist¨ªa Internacional, por su parte, lamenta que se ofrezca apoyo durante unos d¨ªas a cambio de marchar. ¡°Adem¨¢s, al ponerlos en la calle si no ayudan, tenemos el mismo problema, tanto desde el punto de vista jur¨ªdico como pr¨¢ctico¡±, seg¨²n sus portavoces.

Los activistas del grupo holand¨¦s We Are Here (Aqu¨ª estamos), que apoyan a un centenar de solicitantes de asilo rechazados, ha subrayado el problema pr¨¢ctico que el Gobierno parece ignorar. Procedentes de Somalia, Libia, Sud¨¢n o Yemen, desde 2012 han estado en iglesias, garajes, edificios abandonados, antiguas c¨¢rceles y hasta un campamento levantado por ellos mismos. ¡°Pero sus embajadas no les reconocen y no contribuyen a su regreso¡±. ¡°Esta acogida temporal muestra el error de percepci¨®n del Gobierno ante el problema del asilo¡±, han denunciado. La Iglesia Protestante de Holanda, forzada a cerrar ya el refugio para ilegales que regenta en La Haya, califica el acuerdo gubernamental no solo de ¡°jur¨ªdicamente imposible de sostener¡±. Asegura que ofrecer as¨ª de mal cama, comida y ba?o, ¡°pospone un problema que debe ser resuelto¡±.