El Pent¨¢gono abre oficina en Silicon Valley
Ashton Carter, Secretario de Defensa de EEUU, quiere beneficiarse de la innovaci¨®n tecnol¨®gica
Militares y civiles unidos por la seguridad de los Estados Unidos, ese es el sue?o que Ashton Carter, Secretario de Defensa quiere hacer realidad. Durante una conferencia en la escuela de Negocios de Stanford, centro donde estudi¨® su postdoctorado, anunci¨® la apertura de un centro de defensa en Silicon Valley. Estar¨¢ a pocos kil¨®metros de Facebook y Google, en Moffet Field, una antigua base de la NASA, donde se encuentra actualmente la Singularity University y su incubadora de startups. Su nombre oficial ser¨¢ Unidad X de Innovaci¨®n de Defensa. La X es una referencia a la experimentaci¨®n, una de las claves que hacen de la bah¨ªa de San Francisco un lugar especial.
La intenci¨®n es atraer talento, hacer que los desarrolladores y expertos de Silicon Valley, tambi¨¦n con perfil acad¨¦mico, se impliquen en la defensa de su pa¨ªs. Carter tiene claro que no podr¨¢n competir con los desorbitados sueldos de esta zona, tambi¨¦n que no ser¨¢ un empleo a largo plazo. ¡°En Washington la burocracia sirve para protegerse, en el mundo actual no tiene tanto sentido. Aqu¨ª es todo m¨¢s abierto y se puede buscar talento m¨¢s activo. Queremos hacer de este centro un lugar flexible. Sabemos que no seremos tan atractivos como el sector privado, pero la relevancia de la misi¨®n nos ayudar¨¢ a atraer a los mejores. Esperamos que los aspirantes lo vean como un hito vital. Tenemos que ser abiertos en la contrataci¨®n, aunque sea por un tiempo limitado. Por desgracia, mucho de lo que hacemos debe ser secreto, pero s¨¦ que los profesionales asumir¨¢n el compromiso de confidencialidad¡±, subray¨®.
Entre sus planes entra contar con capital riesgo para promover la investigaci¨®n de nuevas armas y sistemas de monitorizaci¨®n, pero sin entrar en la vor¨¢gine inversora de Silicon Valley: ¡°No vamos a comprar empresas o jugar a inflar valores. Queremos buscar resultados y mejorar este pa¨ªs. Tenemos problemas excitantes y retamos a las personas, pero no nos interesan las finanzas por s¨ª solas¡±.
El m¨¢ximo responsable del Pent¨¢gono reconoci¨® un ataque de h¨¢ckers rusos que dej¨® al descubierto algunos de sus servidores. ¡°No ¨¦ramos conscientes de ello. Durante 48 horas tomaron informaci¨®n. Minimizamos su impacto, pero este episodio evidencia la necesidad de defender nuestras redes, como cualquier otro consejero delegado de una empresa. El problema es que no sabemos lo que no sabemos¡±, expuso para reforzar la necesidad de impulsar la colaboraci¨®n entre empresas y gobierno. Durante el debate posterior surgi¨® una duda: ?C¨®mo encajar la ruptura del h¨¢cker con la disciplina militar?
¡°Es complicado, la frescura y el compromiso no se suelen llevar bien. Por eso hemos venido aqu¨ª, para aprender. Vengo de Washington es un sitio de trajes y zapatos para impregnarme de Silicon Valley, un lugar de sudaderas y zapatillas deportivas¡±.
El ataque a Sony ha marcado un antes y un despu¨¦s en este aspecto, tanto que ha abierto la puerta a responder con fuerza similar: ¡°Las consecuencias de cada agresi¨®n se ver¨¢n caso por caso. En el caso de Sony, el presidente se mostr¨® firme. Fue un ataque deliberado contra la libertad de expresi¨®n de EEUU¡±.
El centro, cuya directiva no se ha desvelado, tendr¨¢ como prioridad mantenerse al tanto de las amenazas mundiales, con un equipo listo para operar cuando se requiera, la vigilancia del Departamento de Defensa y todas sus dependencias, as¨ª como el territorio de los Estados Unidos, sus empresas y los intereses de las mismas fuera de sus fronteras. Dentro del programa se incluye un punto en el que ya incidi¨®, sin demasiado ¨¦xito, el presidente Obama en su ¨²ltima visita en este mismo centro, la creaci¨®n de alianzas para detectar futuros ataque colaborando con empresas tecnol¨®gicos.
Carter no dej¨® de lado una de las ¨²ltimas preocupaciones de la industria: ¡°No podemos perder de vista el reto ecol¨®gico que afrontamos. El consumo de energ¨ªa y las emisi¨®n de di¨®xido de carbono son dos factores a minimizar. No es solo un problema de EEUU, sino mundial¡±.
Antes de llegar a la administraci¨®n Carter ejerci¨® como profesor universitario, de ah¨ª que insiste en la necesidad de contar con acad¨¦micos en puestos dedicados a la estrategia: ¡°Tenemos que hacer el sistema m¨¢s permeable, que compartir conocimiento sea parte de la carrera de alguien, una forma de enriquecer a la sociedad y no un freno para su carrera¡±.
Tras su paso por Stanford, Carter se dirigi¨® a Facebook, a pocos kil¨®metros del centro educativo de mayor prestigio de la Costa Oeste, para encontrarse con la n¨²mero dos de la red social. Despu¨¦s, con Andreessen Horowitz, uno de los grandes inversores de Silicon Valley, cuya fortuna se fragu¨® con Netscape, el primer navegador de Internet pensado para todos los p¨²blicos.
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