Peque?a Gran Breta?a
Reino Unido boxea por debajo de su peso en el mundo y es reacio a subir al cuadril¨¢tero
Gran Breta?a ya no gobierna los mares, ni levanta la bandera en el exterior; Londres no mueve un soldado para reducir a Boko Haram en su antigua colonia de Nigeria. Tampoco sabe a qu¨¦ carta quedarse en relaci¨®n con la Uni¨®n Europea, al tiempo que su relaci¨®n especial con Estados Unidos se debilita. Su pol¨ªtica exterior es mercantilista, alentada por el esp¨ªritu del tendero que tan bien encarn¨® lady Thatcher; el pa¨ªs se conforma con ser una Holanda comercial y exportadora, tambi¨¦n otrora un imperio.
Sin embargo, su democracia es ejemplar, sus instituciones s¨®lidas, cuenta con cient¨ªficos de primera fila y universidades de prestigio. Es un pa¨ªs enormemente civilizado, exc¨¦ntrico, con una atractiva capital multicultural. La City (el 12% del PIB brit¨¢nico) es el primer centro financiero mundial, en competici¨®n con Nueva York. Forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU y posee una fuerza submarina de disuasi¨®n nuclear. A pesar de ello, Reino Unido boxea por debajo de su peso en el mundo, incluso ¡ªafirma The Economist¡ª es reacio a subir al cuadril¨¢tero. El resultado es una peque?a Britannia que sobrevive con una ambici¨®n reducida.
Este el tel¨®n de fondo con el que este pa¨ªs acudir¨¢ a las urnas el 7 de mayo. Sin olvidar, si triunfa Cameron, el desencadenamiento del proceso de su salida de la UE, tras un refer¨¦ndum. Sus ¨¦lites tradicionales se han cuarteado al tiempo que la f¨¦rrea jerarquizaci¨®n social. Para Vernon Bogdanor, profesor del King¡¯s College de Londres, Reino Unido estar¨ªa en una transici¨®n desde una sociedad dominada por grandes bloques socioecon¨®micos basados en la ocupaci¨®n y en el trabajo, que explicaban el natural turnismo de conservadores y laboristas, a otra m¨¢s fragmentada pol¨ªtica y geogr¨¢ficamente. En 1951, cuando Churchill regres¨® al 10 de Downing Street, la C¨¢mara de los Comunes solo ten¨ªa seis diputados extra?os a los dos grandes partidos; hoy son 85. Casi se nac¨ªa laborista o tory.
El Parlamento resultante de las elecciones se fragmentar¨¢ con la entrada del UKIP, antieuropeo y xen¨®fobo, los Verdes, y el ascenso del Partido Nacionalista escoc¨¦s, que puede convertirse en la bisagra para que el laborismo vuelva a gobernar. El laborista Miliband, un indeciso izquierdista rom¨¢ntico sin maneras de l¨ªder pero minusvalorado por Cameron, podr¨ªa dar la sorpresa. Ser¨ªa en coalici¨®n, con los nacionalistas escoceses. Los liberaldem¨®cratas, la bisagra actual, han acabado triturados tras su paso por el Gobierno.
Cameron puede presumir, al igual que Rajoy, de recuperaci¨®n econ¨®mica con un crecimiento del 2,8%, no sentida todav¨ªa por amplios sectores. El laborismo trata de conciliar el capitalismo fiscalmente responsable con pol¨ªticas de equidad, sin rendirse al mercado. La opci¨®n: repetir el fr¨ªo conservadurismo compasivo de Cameron o la improbabilidad de Miliband. Cualquiera de los dos deber¨¢ mantener la austeridad debido al gran d¨¦ficit p¨²blico. En fin, una peque?a Gran Breta?a a su pesar.
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