¡°Las monta?as temblaron. Empezaron a caer avalanchas¡±

¡°Desistimos de subir a la monta?a porque estaba peligrosa debido al viento y la nieve, y ahora no podemos salir de aqu¨ª¡±. El alpinista abulense Carlos Soria, de 76 a?os, explica a trav¨¦s del tel¨¦fono sat¨¦lite la situaci¨®n que vive junto a otras nueve personas en el campo base del Annapurna, a 4.200 metros de altitud, despu¨¦s del terremoto. Soria renunci¨® al intento de cima hace unos d¨ªas, y cuando esperaban la llegada de un helic¨®ptero para dejar el campo base y regresar a Katmand¨², la tierra cruji¨® bajo sus pies y en las alturas. ¡°Las monta?as temblaron. Empezaron a caer avalanchas. Nos asustamos, aunque estamos en un lugar donde no pueden llegar. No sab¨ªamos qu¨¦ pasaba. Media hora despu¨¦s lleg¨® otro temblor, y luego m¨¢s, y tambi¨¦n m¨¢s aludes. Esperemos que el epicentro no cambie hasta aqu¨ª¡±, cuenta.

Soria viaj¨® al Annapurna (8.091 metros), en una expedici¨®n patrocinada por el BBVA, con el reto de convertirse en la persona de m¨¢s edad en hollar la cumbre ¡ªya suma 12 ochomiles, nueve de ellos cumplidos los 60 a?os¡ª. Pero la monta?a dijo no y el terremoto le ha aislado en la cordillera. La vuelta estaba prevista en helic¨®ptero, pero la dificultad del terreno, la falta de porteadores suficientes y la cantidad de material hacen que no haya otra forma de salir del campo base que por aire. Y los helic¨®pteros, que solo pueden volar hasta all¨ª a primera hora de la ma?ana, ten¨ªan prioridad en los rescates en el Everest. Ahora esperan ver llegar las h¨¦lices. El grupo tiene comida para unos dos d¨ªas. ¡°No sabemos cu¨¢ndo van a venir a por nosotros. De momento nos arreglamos sin urgencias, pero no mucho tiempo m¨¢s¡±, dice el alpinista. Soria est¨¢ acompa?ado por otros cuatro espa?oles: al alpinista y ge¨®logo Sito Carcavilla, los c¨¢maras Luis L¨®pez y Dani Salas, y el m¨¦dico Carlos Mart¨ªnez. Y por cinco sherpas nepal¨ªes que est¨¢n ¡°hechos polvo¡±. Los porteadores apenas han podido comunicarse con sus familias, y uno de ellos sabe que un pariente ha muerto en una avalancha en el Everest.

A la espera del rescate, el grupo tiene comida para unos dos d¨ªas

Son ya 50 d¨ªas en el campo base del Annapurna, a 200 kil¨®metros al este de Katmand¨². A la decepci¨®n por no subir a la cumbre se ha unido la tragedia por el se¨ªsmo. ¡°Katmand¨² es una ciudad demasiado aglomerada, con muchos problemas de tr¨¢fico. La gente es muy hospitalaria, muy cari?osa. Es un pa¨ªs magn¨ªfico. Pido ayuda para este pueblo por el que siento tanto cari?o¡±, relata Carlos Soria.

La cat¨¢strofe del terremoto ha alcanzado al alpinismo espa?ol. El ultramaratoniano Kilian Jornet, especialista en carreras de alta monta?a, ha viajado a Katmand¨², en una expedici¨®n organizada para adquirir experiencia en el Everest ¡ªpretende batir en el futuro el r¨¦cord de tiempo en ascender y descender el techo del mundo¡ª. Pero ha cambiado sus planes. Ya no se entrenar¨¢ en el Everest, sino que pretende dar ¡°apoyo en la monta?a y en zonas remotas¡± para las tareas de rescate. ¡°Nepal es un pa¨ªs que llevamos en el coraz¨®n, y por ello hemos decidido continuar con el viaje¡±, dijo Jornet.