Exreclusos de Guant¨¢namo protestan en Uruguay

Desde el viernes acampan frente a la inmensa delegaci¨®n diplom¨¢tica estadounidense y no piensan moverse hasta no ser recibidos por el Embajador. Cinco de los seis presos de Guant¨¢namo trasladados en diciembre del 2014 a Montevideo han decidido rebelarse para exigir mejores condiciones de vida y una compensaci¨®n por 13 a?os de detenci¨®n sin juicio y sin cargos. Por su parte, el Gobierno uruguayo afirma que ¡°son hombres libres¡± y que por lo tanto pueden estar all¨ª el tiempo que quieran.

A mediod¨ªa del lunes tres de los refugiados hacen guardia ante la Embajada, rodeados de periodistas y recibiendo de vez en cuando las muestras de solidaridad de alg¨²n ciudadano. Tienen aspecto relajado, hablan sonrientes con la prensa. Ali al-Shaaban, sirio de 32 a?os, muestra un documento de varias p¨¢ginas propuesto por un organismo de ACNUR, al parecer el detonante de la protesta. La ONU para los Refugiados les exige la firma de un acuerdo que les otorga una vivienda durante un a?o y una asignaci¨®n de 15.000 pesos mensuales (unos 550 d¨®lares). A cambio deben de aprender el idioma espa?ol y seguir con sus respectivos tratamientos m¨¦dicos. Pero ellos esperaban al menos tres a?os de asistencia, un ayuda econ¨®mica m¨¢s importante y avances concretos en el traslado a Uruguay de sus familias. Su rabia no se dirige a las autoridades locales ni a la ONU, sino al Gobierno de Estados Unidos.

El ministro de Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, declar¨® esta ma?ana que el acuerdo de la ONU no significa que al cabo de un a?o los exreclusos quedar¨¢n abandonados: ¡°no los dejaremos a la deriva¡± ha asegura el ministro. El presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez afirm¨® recientemente que consideraba justo el reclamo de los refugiados: ¡°La responsabilidad de todo esto es del gobierno de Estados Unidos, afirm¨® durante la reciente Cumbre de las Am¨¦ricas. En este sentido el Gobierno de Montevideo ha anunciado que est¨¢ ayudando a los refugiados a redactar una carta con sus peticiones.

Pero la situaci¨®n es embarazosa para las autoridades locales: algo se ha torcido en ¨¦sta operaci¨®n de solidaridad ideada por el ex presidente Mujica y que deb¨ªa de servir de ejemplo para otros pa¨ªses latinoamericanos.

El Gobierno uruguayo est¨¢ ayudando a los refugiados a redactar una carta con sus peticiones

Ante la Embajada, los refugiados inician sus rezos e inmediatamente son rodeados de periodistas, camar¨®grafos y periodistas. Ali al-Shaaban trata de explicar en ingl¨¦s su compleja situaci¨®n: su familia huy¨® de la guerra y se encuentra en un campo de refugiados en Jordania donde no hay Internet; por otro lado la comunicaci¨®n telef¨®nica fija le sale un dinero que no puede pagar. Quiere traer a sus hermanas a Uruguay pero no tendr¨ªa c¨®mo mantenerlas, tambi¨¦n le gustar¨ªa reunirse con ellos en Jordania pero no tiene pasaporte. ?Por qu¨¦ no tiene pasaporte?, Ali no lo sabe y se lo pregunta. ?En Uruguay se siente un hombre libre?, el sirio sonr¨ªe y calla.

Dos refugiados abandonan el c¨¦sped donde est¨¢n sentados y empiezan a caminar por la acera. Van r¨¢pido, acompasados, circulan por tramos cortos de ida y vuelta, como si estuvieran en el patio de una c¨¢rcel. Pero est¨¢n en plena rambla de Montevideo esperando que se abran las puertas de la Embajada.