La Expo de Mil¨¢n pone a prueba a la Italia de Renzi

M¨¢s de 840 millones de personas sufren desnutrici¨®n cr¨®nica en un planeta cuya poblaci¨®n puede llegar a los 9.000 millones de personas en 2050. ?Ser¨¢ posible erradicar el hambre en la tierra durante el siglo XXI? ?Se pueden producir alimentos nutritivos y suficientes para todos sin destrozar el medio ambiente? Estas son las grandes preguntas que se pretenden abordar durante los pr¨®ximos seis meses en la Exposici¨®n Universal que, bajo el lema Alimentar el planeta, energ¨ªa para la vida, se inaugura este viernes en Mil¨¢n.

Pero hay otras cuestiones ¡ªm¨¢s asequibles, aunque tambi¨¦n vitales para los organizadores¡ª que pasan por saber si la Expo de Mil¨¢n lograr¨¢ lavar la imagen internacional de Italia ¡ªdeteriorada en los ¨²ltimos a?os por el desgobierno, la corrupci¨®n y las mafias¡ª y convertirse adem¨¢s en el impulso econ¨®mico necesario para salir de la crisis. Los organizadores est¨¢n convencidos de que as¨ª ser¨¢, pero la v¨ªspera estuvo marcada por las protestas de los colectivos que consideran la Expo 2015 ¡°un fraude¡±.

Si el objetivo es que Mil¨¢n no se caiga de los telediarios de todo el mundo durante los 184 d¨ªas que durar¨¢ la Exposici¨®n, que la capital de Lombard¨ªa se convierta en el escaparate de la capacidad de Italia para reinventarse, las primeras im¨¢genes han captado una realidad muy distinta. La de una ciudad blindada por miles de polic¨ªas ante las protestas, algunas muy violentas, de grupos de j¨®venes con el rostro cubierto que atacaron en la ma?ana de este jueves sucursales bancarias, sedes de grandes empresas y, con especial virulencia, las instalaciones de Manpower, la agencia que est¨¢ gestionando el trabajo temporal en la Expo 2015. ¡°Contra la Expo y la austeridad¡±, se pod¨ªa leer en algunas de las pancartas, ¡°autogesti¨®n en las calles¡±. Algunos manifestantes portaban pancartas en las que advert¨ªan: ¡°Yo no trabajo gratis para la Expo¡±.

Seg¨²n la polic¨ªa italiana, los disturbios de este jueves son solo un aperitivo de lo que se est¨¢ preparando para la jornada de este viernes, hasta el punto de que la primera prueba que tendr¨¢n que superar el recinto de la Expo y la ciudad de Mil¨¢n es la de su propia seguridad. En paralelo a la inauguraci¨®n ha sido convocada una gran manifestaci¨®n bajo el lema ¡°NoExpo¡± en la que, seg¨²n datos de la polic¨ªa, podr¨ªan llegar a participar unas 200.000 personas, entre las que se teme la infiltraci¨®n de grupos violentos que est¨¢n llegando a la ciudad desde, principalmente, Francia, Alemania y Grecia. En los ¨²ltimos d¨ªas, adem¨¢s de controlar las fronteras, la polic¨ªa ha efectuado varias operaciones de registro en las casas ocupadas del extrarradio, incaut¨¢ndose de diverso material de guerrilla urbana en poder de grupos de franceses y alemanes que han sido repatriados. ¡°La alarma es l¨®gica¡±, ha dicho el alcalde de la ciudad, Giuliano Pisapia, ¡°pero tenemos que huir del alarmismo y centrarnos en el ¨¦xito de una Exposici¨®n Universal que va a servir para sacar a Italia de la crisis¡±.

Los organizadores exhiben ya una serie de n¨²meros que avalan un ¨¦xito de afluencia que dan por descontado. Se han vendido ya casi nueve millones de entradas ¡ªm¨¢s de la mitad en el extranjero¡ª, y no solo se espera que la media de visitas diarias a la Expo supere las 100.000, sino que muchos de los italianos y for¨¢neos extiendan su estancia para aprovechar los m¨¢s de 23.000 eventos previstos, desde peque?os divertimentos callejeros a grandes citas con la ¨®pera en La Scala.

En la Exposici¨®n Universal, cuyo recinto ocupa 110 hect¨¢reas a unos 16 kil¨®metros al noreste de la ciudad, participar¨¢n 145 pa¨ªses, algunos con lujosos pabellones propios ¡ªcomo Brasil, Argentina o Espa?a¡ª y otros agrupados alrededor de determinados alimentos o espacios geogr¨¢ficos comunes. Los pa¨ªses que m¨¢s han invertido en sus pabellones son los Emiratos ?rabes (72 millones de euros), China (60) y Alemania (58). Le siguen Estados Unidos (48) y Jap¨®n, M¨¦xico y Rusia, con 42 millones cada uno. La inversi¨®n extranjera se calcula en unos 10.000 millones de euros y est¨¢ previsto que durante los seis meses de celebraci¨®n visiten Mil¨¢n de 40 a 70 jefes de Estado o de Gobierno y m¨¢s de 1.000 ministros.

La gran participaci¨®n extranjera se atribuye al importante trabajo diplom¨¢tico del Ministerio de Asuntos Exteriores, que no solo ha tenido que luchar con la crisis global, sino con la situaci¨®n de inestabilidad cr¨®nica del Gobierno italiano, que tras la salida del poder de Silvio Berlusconi en noviembre de 2011 ha conocido a tres primeros ministros y no pocos sobresaltos pol¨ªticos y econ¨®micos. Adem¨¢s, la construcci¨®n de la Expo ha estado salpicada de frecuentes casos de corrupci¨®n y detenciones de algunos de los responsables tras los que se ha visto emerger la larga mano de las distintas mafias, en especial de la ¡®Ndrangheta. Pese a todo, el primer ministro, Matteo Renzi, se declara exultante: ¡°Parec¨ªa imposible, pero hemos vencido la apuesta. Hace un a?o, cuando heredamos retrasos y esc¨¢ndalos, parec¨ªa imposible, pero nunca prestamos o¨ªdos a aquellos que dec¨ªan no lo conseguir¨¦is jam¨¢s. Italia se va a vestir de orgullo y de belleza frente al mundo, porque la Expo no ser¨¢ solo una fiesta, sino una gigantesca ocasi¨®n para que Italia reflexione sobre s¨ª misma y acepte el desaf¨ªo del futuro¡±.