El furor de la calle
Baltimore es una muestra de lo que puede pasar con la minor¨ªa latina sin papeles
Barack Hussein Obama ocup¨® el Despacho Oval con los sue?os de su padre y defendiendo la utop¨ªa. Obama pensaba que el mundo deb¨ªa ser multipolar y que las fuerzas pol¨ªticas que representaba tendr¨ªan algo de sentido com¨²n al final. Gobernar desde los sue?os es algo ¡ªpor lo menos, para llegar al poder¡ª necesario. Otra cosa es que, una vez en el poder, no se sepa la diferencia entre lo que se quiere y lo que se puede.
De golpe, las Am¨¦ricas est¨¢n irrumpiendo en el proceso electoral estadounidense. Queda mucho tiempo, pero prep¨¢rense para ver cosas sorprendentes en la siguiente campa?a presidencial de Estados Unidos. No solo me refiero a esas imp¨²dicas cantidades de dinero invertidas en los llamados SuperPacs (Comit¨¦s de Acci¨®n Pol¨ªtica), que permiten que las aportaciones privadas a los candidatos sean an¨®nimas, sino que habr¨¢ facturas que se pagar¨¢n en espa?ol.
De golpe, las Am¨¦ricas est¨¢n irrumpiendo en el proceso electoral estadounidense
Los ¨²ltimos datos econ¨®micos de grandes pa¨ªses de Latinoam¨¦rica ¡ªcomo M¨¦xico y Brasil¡ª anuncian que, cuando se celebren elecciones en la Gran Rep¨²blica, habr¨¢ otra crisis asociada al desarrollo de esas naciones. Pero ahora uno se pregunta cu¨¢l ser¨¢ el impacto en el balance de la regi¨®n de toda el hambre, pobreza y tristeza que acompa?an esas previsiones econ¨®micas. Mientras tanto, ?qu¨¦ campa?a, qu¨¦ pa¨ªses, qu¨¦ v¨ªnculos o qu¨¦ modelos vamos a utilizar? Estados Unidos ha vuelto a Am¨¦rica Latina: el efecto en cadena afecta no solo a Cuba y Venezuela, sino a todo el continente.
En las ¨²ltimas semanas, Baltimore ha mostrado la no asimilaci¨®n de las minor¨ªas raciales y civiles en Estados Unidos. Es un asunto muy viejo, todav¨ªa m¨¢s inexplicable si consideramos no solo que un afroamericano es el inquilino de la Casa Blanca, sino que, desde la muerte de Martin Luther King hasta ahora, han pasado tantas cosas que resulta incre¨ªble que el problema se centre en una sola comunidad, cuando en realidad el sistema estadounidense es incapaz de asimilar ninguna.
Estados Unidos ha vuelto a Am¨¦rica Latina: el efecto afecta no solo a Cuba y Venezuela, sino a todo el continente
Baltimore son todos los ni?os deportados de forma masiva por Estados Unidos en los ¨²ltimos cinco a?os. Baltimore es la ley pendiente para legalizar a unos 15 millones de inmigrantes indocumentados. Baltimore es una muestra de lo que puede llegar a pasar con la minor¨ªa latina que est¨¢ sin papeles, sin techo y sin familia si no hay una soluci¨®n a la reforma migratoria.
Que Barack Obama, el hombre m¨¢s preocupado por arreglar esa situaci¨®n, sea el presidente que ostenta el mayor r¨¦cord de deportaciones no significa que ¡ªal menos¡ª no haya intentado resolver un problema que, si estalla, ser¨¢ m¨¢s violento que lo que hemos visto hasta ahora en Baltimore.
Baltimore es la ley pendiente para legalizar a unos 15 millones de inmigrantes indocumentados
Sin duda, la emigraci¨®n y la circunstancia de las Am¨¦ricas ser¨¢n clave en la pr¨®xima elecci¨®n presidencial estadounidense. Los Gobiernos latinoamericanos est¨¢n embargados por profundas crisis econ¨®micas, seg¨²n el FMI, y tambi¨¦n est¨¢n en bancarrota moral por los masivos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que impiden ofrecer un mundo mejor a su poblaci¨®n, lo que produce el ¨¦xodo hacia el infierno que viven los ilegales en Estados Unidos.
Los incidentes de Baltimore sirven tambi¨¦n para la regi¨®n latinoamericana porque su no soluci¨®n y que cada d¨ªa nazcan m¨¢s hijos de latinos indocumentados en Estados Unidos solo incrementar¨¢ un conflicto que puede llegar a ser diez veces mayor al que hoy crean unos polic¨ªas que no tienen en cuenta los derechos humanos, sino que primero disparan y despu¨¦s preguntan.
Estados Unidos est¨¢ inestable porque eligi¨® el camino de la fuerza; la fuerza para imponer su ley
Quiz¨¢ la explicaci¨®n de tanta violencia est¨¦ en que las fuerzas policiales de EE UU hoy se nutren, en una parte considerable, de exmilitares de las guerras perdidas de Irak y Afganist¨¢n, dos territorios donde no se aplica la Ley Miranda que garantiza los derechos de los detenidos en el gigante del Norte.
Estados Unidos est¨¢ inestable porque eligi¨® el camino de la fuerza; la fuerza para imponer su ley. Lo est¨¢ porque ha vuelto al escenario latinoamericano con todo su poder, pero tambi¨¦n con todas sus debilidades, la principal de ellas que el pr¨®ximo en ocupar el despacho Oval puede ser elegido con los votos de quienes hablan espa?ol. Eso exige una cierta coherencia en relaci¨®n con el discurso y a las pol¨ªticas. Hoy Estados Unidos es incoherente en su b¨²squeda de un modelo propio.
Cuando uno es afroamericano o latino debe saber que encontrarse a s¨ª mismo ser¨¢ una convulsi¨®n dram¨¢tica
Washington se dio las leyes m¨¢s salvajes y las prisiones m¨¢s inexpugnables, pero hoy la preocupaci¨®n por la seguridad en la primera potencia se refleja en una frase de Trevor Noah, el nuevo presentador de The Daily Show: ¡°Nunca pens¨¦ que me sentir¨ªa m¨¢s inseguro en las calles de Nueva York que en las de Soweto¡±. Se echan de menos los viejos d¨ªas de Sud¨¢frica.
Cuando uno es afroamericano o latino debe saber que encontrarse a s¨ª mismo ser¨¢ una convulsi¨®n dram¨¢tica. Tambi¨¦n debe ser consciente de que los Gobiernos latinoamericanos no solo van a tener un problema de incumplimiento e inestabilidad en sus propios pa¨ªses, sino que tendr¨¢n la imposibilidad de fijar unas pol¨ªticas claras para defender sus intereses en una campa?a electoral que ¡ªya ver¨¢¡ª ser¨¢ a sangre y fuego.
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