Renzi logra una nueva ley electoral para Italia

Italia dispone de una nueva ley electoral, y Matteo Renzi, de un nuevo triunfo pol¨ªtico para consolidar su liderazgo. A pesar de tener a toda la oposici¨®n en contra y a una parte de su partido sublevada, el joven primer ministro italiano logr¨® la aprobaci¨®n, por 334 votos a favor y 61 en contra, de un sistema electoral destinado a terminar con la inestabilidad cr¨®nica de los gobiernos italianos. La ley, bautizada Italicum, entrar¨¢ en vigor en julio de 2016. Renzi declar¨® a trav¨¦s de Twitter: ¡°Compromiso mantenido. Promesa respetada. Italia necesita de quien no siempre dice no. Adelante con humildad y valent¨ªa¡±.

Hasta ahora, Italia y gobernabilidad eran dos palabras dif¨ªciles de emparejar. La ley electoral hac¨ªa pr¨¢cticamente imposible que de las urnas surgiesen gobiernos fuertes y duraderos capaces de llevar a la pr¨¢ctica sus pol¨ªticas. Los peque?os partidos y los grupos de poder se aprovechaban del caos ¨Ch¨¢bitat natural de la pol¨ªtica italiana¡ª para torpedear las reformas que Italia pide a gritos desde a?os. De ah¨ª que la aprobaci¨®n de una nueva ley electoral capaz de ofrecer la estabilidad necesaria al pa¨ªs fue la gran promesa de Matteo Renzi al llegar a la jefatura del Gobierno. O lo lograba, o se iba, sol¨ªa amenazar a los sectores cr¨ªticos de su propio partido. Y, el lunes por la tarde, pese a la gran bronca parlamentaria provocada por sus maneras expeditivas de entender la pol¨ªtica, al fin lo consigui¨®.

Renzi no se ha cansado de repetir que su objetivo es que los italianos, al igual que sucede con la elecci¨®n de alcaldes, sepan desde el d¨ªa siguiente de las elecciones generales qui¨¦n gobernar¨¢ Italia los pr¨®ximos cinco a?os. Y eso es lo que la nueva ley electoral, llamada Italicum, garantiza al otorgar un premio de mayor¨ªa ¨Cel 55% de los esca?os¡ª a la lista que supere el 40% de los votos. En el caso de que ninguna de las listas alcanzase tal umbral, las dos m¨¢s votadas ir¨ªan a una segunda vuelta. Adem¨¢s, las listas tendr¨¢n que estar formadas por un partido ¨Co por m¨¢s de uno que decidiesen de antemano concurrir juntos--, nunca por una coalici¨®n. Los partidos que no logren un 3% de los votos se quedar¨¢n sin esca?os. Italicum tambi¨¦n prev¨¦ la divisi¨®n del territorio italiano en 100 circunscripciones. En cada una de ellas, los electores podr¨¢n elegir a sus representantes a excepci¨®n del n¨²mero uno de la lista, que ser¨¢ impuesto por el partido.

El joven primer ministro no ha tenido m¨¢s remedio que sacar adelante su reforma electoral a trancas y barrancas, a ratos con el apoyo de Silvio Berlusconi y a ratos no ¨Cel viejo tah¨²r rompi¨® el pacto cuando Renzi no le consult¨® el nombre de Sergio Mattarella como sustituto de Giorgio Napolitano al frente de la presidencia de la Rep¨²blica--, a veces con la anuencia del PD y otras con las viejas glorias del centroizquierda ¨CPier Luigi Bersani, Massimo D¡¯Alema, Rosy Bindi¡­-- levantadas en armas contra ¨¦l. El ¨²ltimo encontronazo fuerte se produjo cuando Renzi, en una estratagema para evitar el bloqueo de su ansiada reforma, opt¨® por aprobarla utilizando la moci¨®n de confianza. Se trata de una prerrogativa constitucional que el Gobierno puede utilizar para poner al Parlamento entre la espada y la pared: o se aprueba su propuesta o el Gobierno cae. Una ruptura que se hizo gr¨¢fica a la hora de la votaci¨®n, cuando los grandes partidos de la oposici¨®n ¨CForza Italia, Movimiento 5 Estrellas y Liga Norte¡ª salieron del aula para dejar constancia de que la nueva ley, aunque aprobada, solo responde a la voluntad del ¨²nico hombre que gobierna Italia.