¡°La crisis ha abierto a China la puerta de los mercados occidentales¡±
El excorresponsal en Hong Kong, presenta el libro que cierra la trilog¨ªa china
Los periodistas Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araujo, ex corresponsales en China, acaban de publicar La imparable conquista china (editorial Cr¨ªtica), un largo reportaje por varios pa¨ªses que cierra su trilog¨ªa sobre la creciente presencia e influencia del gigante chino en el mundo. Cardenal (Barcelona, 1963) detalla en esta entrevista celebrada en Madrid c¨®mo los inversores chinos, vinculados casi siempre directa o indirectamente al Partido Comunista, han aprovechado la crisis econ¨®mica que atenaza Occidente para incrementar notablemente su presencia en sectores diversos. Y c¨®mo los Gobiernos occidentales se han acomodado a las peticiones chinas con tal de salir de la recesi¨®n. Cardenal y Araujo son autores de Silenciosa conquista china y de El imperio invisible.
Pregunta. ?Consideran lo ocurrido con el Banco Asi¨¢tico de Inversiones en Infraestructuras (BAII), una iniciativa china que pese a la reticencia inicial ha atra¨ªdo a 150 pa¨ªses, una confirmaci¨®n de su tesis sobre la imparable conquista china del mundo?
Respuesta. No sabemos c¨®mo funcionar¨¢, ni si China tendr¨¢ derecho a veto... pero creo que es un gesto extraordinario de la diplomacia china. No dir¨ªa que ha desafiado a Bretton Woods [el orden financiero internacional impuesto tras la Guerra Mundial]. No me sorprende que hayan querido plantear una instituci¨®n alternativa, es un s¨ªmbolo de los nuevos tiempos descritos en el libro. Aunque no tenga el recorrido que intuimos ahora, demuestra su poder¨ªo.
P. Utilizan la palabra conquista en este libro y en el anterior. ?El fin ¨²ltimo de China es conquistar el mundo o influir m¨¢s?
R. No, yo creo que es desarrollarse como pa¨ªs y eventualmente convertirse en una potencia global. No hay que entender el t¨¦rmino conquista en t¨¦rminos militares. Ellos tienen una necesidad estrat¨¦gica, garantizarse el suministro futuro de las materias primas, lo que explica su presencia en el mundo en desarrollo. Y, por otro lado, la crisis les ha abierto la puerta a entrar en los mercados occidentales antes de lo que cualquiera hubiera previsto y, con ello, logra activos estrat¨¦gicos, como tecnolog¨ªa, que es la pieza del puzle que les falta. As¨ª est¨¢n consiguiendo que sus empresas se conviertan en jugadores globales.
P. Pero aunque las empresas chinas est¨¢n ah¨ª, pocas son reconocidas por el p¨²blico.
R. Pero est¨¢ cambiando. Huawei es la segunda teleco del mundo. Nosotros tratamos de explicar que hay un cambio de tendencia. Vamos a ver empresas chinas en los pr¨®ximas a?os y en algunos casos ser¨¢ porque los chinos las han comprado.
P. De los ejemplos recogidos en su libro, que al final es un reportaje largo, ?cu¨¢l es el que mejor ilustra esta ¡°imparable conquista¡±?
R. Me gusta mucho el ejemplo de Reino Unido. La relaci¨®n ha sido siempre muy tirante, China le culpabiliza de casi todo lo malo que le ha pasado en su historia. Y sin embargo (Londres) ha decidido dar un giro a su pol¨ªtica con Tibet y con gestos para crear un clima diplom¨¢tico institucional ¨®ptimo para que puedan brotar los negocios. Se visualiza en la llegada de los bancos chinos a la City y la participaci¨®n de China como financiador y constructor de la pr¨®xima oleada de centrales nucleares, del tren de alta velocidad, etc¨¦tera. Y todo eso ha provocado que los Gobiernos occidentales en tanto en cuanto perciben a China como pa¨ªs fundamental para la recuperaci¨®n econ¨®mica han estado dispuestos a acomodarles pol¨ªtica o legislativamente o a pagar un precio pol¨ªtico. Tratan de no enfadar al emperador.
P. Pero las relaciones internacionales se basan en defender tus intereses, siempre se han hecho negocios con gente muy desagradable.
R. Soy idealista.... s¨ª, sin duda.
P. Y aqu¨ª el pastel es mucho mayor.
R. La pol¨ªtica de los intereses sin duda la entiendo. China tiene su agenda, sus intereses y probablemente lo est¨¢ haciendo bien, de acuerdo con sus intereses. Mi queja es que se normalice a una dictadura. Me preocupa que en Occidente, sobre todo en Europa, o no ven o no han querido ver un factor clave: qui¨¦n es el inversor, empresas estatales, fondos soberanos, el Estado, el Partido Comunista. Suponen en torno al 80% de las inversiones en el extranjero. Huaewi no es una estatal pero sus v¨ªnculos con el Gobierno son obvios. Y si nada cambia, China acabar¨¢ con un mont¨®n de activos, algunos estrat¨¦gicos, en sus manos.
P. ?China se adaptar¨¢ al mundo, o el mundo a China?
R. Mi sensaci¨®n es que vemos muchos signos del mundo adapt¨¢ndose a China, pero no sabemos si es temporal. Ejemplos: en Groenlandia, donde estuvimos, China es el mejor colocado en grandes proyectos de tierras raras y miner¨ªa, aunque a¨²n no ha empezado ninguno. El Parlamento de Groenlandia en un asunto sobre el que Dinamarca tiene poder de veto decidi¨® cambiar la ley (reducir el salario m¨ªnimo) en un pa¨ªs n¨®rdico donde todo lo sociolaboral es sacrosanto. Luego est¨¢ el tema del precio pol¨ªtico, el tema de los derechos humanos est¨¢ fuera de agenda, hemos claudicado completamente en ese tema. Quiz¨¢ el mejor ejemplo es el de la justicia universal en Espa?a. Es un traje a medida para dinamitar los dos casos que hab¨ªa en la Audiencia Nacional. El Gobierno de Espa?a fue vulnerable a las presiones de China. Y lo demuestra no solo lo que documentamos de c¨®mo fueron las presiones sino por el timing con el que lo hicieron, por el procedimiento de urgencia. Adem¨¢s creo que erraron el tiro. China no te respeta m¨¢s por convertirte en el mejor amigo de China en la UE.
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