La prensa egipcia rompe el silencio sobre los abusos del r¨¦gimen
El Gobierno de Al Sisi argumenta que es ¡°un ajuste de cuentas¡± de tipo personal por parte de los directores de algunos medios
La prensa internacional ha cubierto abundantemente las extendidas violaciones de derechos humanos en el Egipto del presidente Abdelfat¨¢ al Sisi, el general que ejecut¨® un golpe de Estado en verano del 2013. Existe material de sobra: informes de organizaciones civiles sobre la existencia de c¨¢rceles secretas, m¨¢s de 150 personas muertas bajo custodia policial, centenares de historias personales de torturas, etc. Sin embargo, a causa de la docilidad de los medios de comunicaci¨®n egipcios frente a las autoridades, esta realidad permanec¨ªa oculta a la opini¨®n p¨²blica. Ahora bien, durante el ¨²ltimo mes, el robusto muro del silencio se empez¨® a agrietar.
El primer peri¨®dico en abrir la veda a las cr¨ªticas por los abusos cometidos por el ministerio del Interior fue el peri¨®dico al-Dustur. Poco despu¨¦s, al-Masry al-Youm, el diario privado de m¨¢s tirada, public¨® una serie de reportajes que detallaba numerosos casos de torturas en las comisar¨ªas titulado ¡°Agujeros en el uniforme¡±, as¨ª como tambi¨¦n algunas condenas por corrupci¨®n. Incluso el diario oficialista Al Ahram ha publicado alg¨²n art¨ªculo sobre las acusaciones de abusos. Los reportajes han suscitado sorpresa en el pa¨ªs ¨¢rabe, pues todos estos peri¨®dicos se hab¨ªan caracterizado por su apoyo gran¨ªtico al r¨¦gimen.
Desde el ministerio del Interior, que siempre ha negado la existencia de abusos en sus dependencias, se ha atribuido las cr¨ªticas a ¡°un ajuste de cuentas¡± de tipo personal por parte de los directores de algunos medios. El reportero de al-Dustur fue arrestado, y Yosri al-Badri, de al-Masry al-Youm fue convocado a un interrogatorio. ¡°Todo lo que hemos escrito est¨¢ documentado. Tenemos pruebas de todos los casos de los que hemos hablado¡±, se defendi¨® al-Badri, desmintiendo que la l¨®gica detr¨¢s del art¨ªculo sea una venganza de tipo personal.
En cambio, algunos analistas creen que la renovada perspicacia de la prensa egipcia responde a divisiones dentro del r¨¦gimen. ¡°Por un lado, es cierto que detr¨¢s de los art¨ªculos puede haber una inquina personal. Pero tambi¨¦n existe un conflicto entre la presidencia y el ministerio del Interior a causa de los excesos de este ¨²ltimo. El entorno de al Sisi teme que los abusos policiales puedan restarle popularidad al presidente¡±, opina la analista pol¨ªtica Nadine Abdallah. As¨ª pues, es muy probable que los peri¨®dicos recibieran una autorizaci¨®n del r¨¦gimen antes de publicar sus reportajes, que ser¨ªan una advertencia a los altos cargos policiales. De hecho, existe un largo historial de rencillas entre el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa que arranca en la presidencia de Anuar al Sadat.
Y es que cada vez son m¨¢s los egipcios que expresan abiertamente su desasosiego por el comportamiento policial. ¡°Se comportan con la misma impunidad o m¨¢s que con Mubarak¡±, se lamenta Hossam, un joven taxista. Los vaivenes en la imagen p¨²blica de la pol¨ªcia es toda una met¨¢fora de la extrema volatilidad del Egipto posrevolucionario.
No fue casualidad que la Revoluci¨®n que destron¨® a Mubarak en 2011 se iniciara el 25 de enero, fiesta nacional de homenaje a la polic¨ªa, la instituci¨®n m¨¢s odiada del r¨¦gimen por sus abusos sistem¨¢ticos y el cobro de ¡°mordidas¡±. Sin embargo, al haberse sumado a las movilizaciones masivas contra el ex presidente Morsi, y gracias a una poderosa campa?a medi¨¢tica, pareci¨® que el ministerio del Interior hab¨ªa expiado sus pecados, y sus agentes pasaron a ser presentados en la televisi¨®n como ¡°h¨¦roes¡± de la lucha antiterrorista.
Sus excesos son tantos, que es imposible ocultarlos todos a la opini¨®n p¨²blica. Entre los que han causado una mayor conmoci¨®n, el asesinato de la activista laica Shaimaa al-Sabagh, contra la que un agente dispar¨® varios balines a poco metros de distancia en una manifestaci¨®n de conmemoraci¨®n de la Revoluci¨®n. En un gesto in¨¦dito tras el golpe, el Consejo Nacional para los Derechos Humanos, una instituci¨®n p¨²blica, public¨® un informe cr¨ªtico el pasado mes de marzo tras visitar la c¨¢rcel de Abu Zaabal. En el texto, se denuncia la existencia de palizas a los reos, a los que, adem¨¢s, se priva del derecho de acudir al ba?o y de la comida suficiente. Seg¨²n las organizaciones de derechos humanos egipcias, la publicaci¨®n del informe constituye un paso hacia adelante, pero apuntan que no servir¨¢ de nada si no se adoptan medidas concretas para subsanar este problema.
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