El primer ministro iraqu¨ª pide m¨¢s ayuda para la batalla de Ramadi
Al Abadi intenta recuperar Ramadi, pero afronta nuevos ataques a la refiner¨ªa de Baiji y en la ruta de abastecimiento a Tikrit
Los combates contin¨²an este lunes en Ramadi, la ciudad iraqu¨ª tomada por el Estado Isl¨¢mico (EI) hace nueve d¨ªas. Durante este fin de semana, las tropas gubernamentales han lanzado una contraofensiva apoyadas por milicianos chi¨ªes para tratar de recuperar ese enclave, especialmente simb¨®lico por tratarse de la capital de Al Anbar, el feudo de los ¨¢rabes sun¨ªes de Irak, a apenas un centenar de kil¨®metros al oeste de Bagdad. De su ¨¦xito depende la credibilidad del primer ministro, Haider al Abadi, que lleg¨® al Gobierno el a?o pasado con voluntad de integrar a todos y ahora pide m¨¢s ayuda a la comunidad internacional.
¡°Me rompe el coraz¨®n ver que hemos perdido Ramadi, pero le puedo asegurar que vamos a recuperarla pronto¡±, ha declarado Al Abadi en una entrevista con la BBC. ¡°Necesitamos m¨¢s ayuda internacional¡±, ha reiterado.
El primer ministro dej¨® claro su empe?o cuando al d¨ªa siguiente de que las huestes del EI provocaran la huida de las fuerzas de seguridad, firm¨® la autorizaci¨®n para que intervinieran las unidades de Movilizaci¨®n Popular (Hashid Shaabi, en ¨¢rabe), como se conoce a las milicias chi¨ªes. Fue una decisi¨®n dif¨ªcil que tanto Al Abadi como su aliado EE UU hab¨ªan estado evitando ante la lectura sectaria que suscita la presencia de esos paramilitares en una regi¨®n eminentemente sun¨ª.
Pero m¨¢s all¨¢ de ese cambio de actitud, la p¨¦rdida de Ramadi ha puesto sobre el tapete problemas de estrategia y diferencias entre Bagdad y Washington. Al Abadi ha pedido m¨¢s apoyo de la coalici¨®n internacional, cuyo esfuerzo militar (bombardeos a¨¦reos y asesores militares) es esencialmente estadounidense. Sin embargo, desde el otro lado del Atl¨¢ntico, el mensaje ha sido duro.
¡°Podemos darles entrenamiento, podemos darles equipos, lo que obviamente no podemos es darles es la voluntad de luchar¡±, dijo el secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, en declaraciones a la CNN el domingo.
Una ciudad clave en el oeste del pa¨ªs
Ramadi, la capital de la provincia iraqu¨ª de Al Anbar, en el oeste del pa¨ªs, a s¨®lo un centenera de kil¨®metros de Bagdad, cay¨® en manos del Estado Isl¨¢mico hace 10 d¨ªas tras cinco meses de ataques.
La ciudad, que ten¨ªa unos 800.000 habitantes antes de la guerra con el Estado Isl¨¢mico, es especialmente simb¨®lica por ser el feudo de los sun¨ªes de Irak
Sin embargo, este lunes el vicepresidente Joe Biden telefone¨® a Al Abadi para reafirmarle "el apoyo de EE UU al Gobierno de Irak en su lucha" contra el Estado Isl¨¢mico, inform¨® la Casa Blanca en un comunicado.? "El vicepresidente reconoci¨® el enorme sacrificio y la valent¨ªa de las fuerzas iraqu¨ªes en los ¨²ltimos 18 meses en Ramadi y en otras partes", a?ade.
Carter constat¨® la dura realidad de que, como sucediera hace un a?o en Mosul? y otras regiones del norte de Irak, polic¨ªas y soldados se retiraron a pesar de que superaban en n¨²mero a los yihadistas. En su descarga, Al Abadi ha recordado que los terroristas les sorprendieron con un ataque brutal de camiones cargados de explosivos cuyo efecto ha comparado con ¡°una peque?a bomba at¨®mica¡±. Biden tambi¨¦n se refiri¨® a esa t¨¢ctica en su conversaci¨®n con Al Abadi, al incluir en la ayuda que se compromete a prestar de modo inmediato el equipamiento y entrenamiento necesarios para combatir los camiones bomba.
Esta nueva t¨¢ctica no eclipsa sin embargo la sospecha de que muchos de los polic¨ªas y soldados (en su mayor¨ªa chi¨ªes) no parecen sentir el mismo apego por esta regi¨®n (sun¨ª).
Resulta significativo que el pasado viernes, un intento del EI para tomar Haditha, al noroeste de Ramadi, para consolidar su control de Al Anbar, pudo ser rechazado por las fuerzas de seguridad con la ayuda de milicias tribales (sun¨ªes). Pero los grupos pol¨ªticos chi¨ªes que respaldan el Gobierno de Al Abadi se han mostrado renuentes a armar a los sun¨ªes por temor a que se pasen al enemigo o le vendan sus armas. La situaci¨®n en la provincia se ha agravado por la toma del ¨²ltimo puesto fronterizo entre Irak y Siria bajo control estatal.
Ir¨¢n, el otro aliado de Bagdad, tienen menos remilgos en el apoyo a las milicias chi¨ªes y, seg¨²n fuentes del Departamento de Defensa estadounidense, incluso ha enviado algunos soldados para operar artiller¨ªa y otras armas pesadas, en defensa de la refiner¨ªa de Baiji. Esa instalaci¨®n, que produce una cuarta parte de las necesidades de gasolina de Irak, vuelve a estar bajo el ataque de los terroristas, para quienes supondr¨ªa una importante fuente de ingresos. Seg¨²n la cadena Al Yazira, el EI han incendiado partes de la refiner¨ªa.??
Adem¨¢s, el EI sigue atacando las l¨ªneas de abastecimiento al sur de esa ciudad y al norte de Tikrit, cuya reconquista el pasado marzo, ha sido el mayor ¨¦xito del Gobierno desde la ca¨ªda de Mosul.
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