Guatemala se rebela en Twitter
Las multitudinarias protestas contra el Gobierno se convocan en Internet, aunque no han frenado la barrera del racismo
El movimiento que cada s¨¢bado inunda las plazas de Guatemala pidiendo la renuncia del presidente, Otto P¨¦rez Molina, presenta una caracter¨ªstica in¨¦dita en este pa¨ªs centroamericano: el uso de las redes sociales. El pasado 16 de mayo, 30.000 personas se congregaron en la Plaza Mayor de la capital guatemalteca. R¨¦plicas igualmente masivas de este movimiento se suceden en las capitales de provincia y poblaciones importantes de la Guatemala profunda. Todas y cada una de ellas, convocadas v¨ªa Twitter.
¡°Las redes han permitido que toda esa energ¨ªa permanezca neutral¡±, comenta Mar¨ªa del Carmen Ace?a, analista del Centro de Investigaciones Econ¨®micas Nacionales (CIEN). Puntualiza que las reformas inspiradas en los Acuerdos de Paz permitieron una ley muy abierta en campos como la telefon¨ªa, lo que ha hecho posible que la poblaci¨®n disponga de un m¨®vil y, con ello, a las redes sociales. En esta apreciaci¨®n coincide el soci¨®logo Carlos Guzm¨¢n B?ckler, uno de los intelectuales m¨¢s connotados del exilio durante las dictaduras militares, quien se?ala que las redes han sido muy importantes. ¡°Solo con la prensa: tradicional, manejada por grupos con intereses empresariales muy marcados, estas convocatorias no ser¨ªan posibles. Son las redes las que han servido para despertar las conciencias¡±. No obstante, Guzm¨¢n se?ala un elemento que la fuerza de la costumbre hace que haya pasado desapercibido: el racismo. ¡°Llama la atenci¨®n que las manifestaciones ind¨ªgenas est¨¦n completamente divorciadas de las de los ladinos [mestizos]. Los indignados de las ciudades no se suman al clamor de los campesinos. A estas alturas, el racismo contin¨²a siendo la ideolog¨ªa m¨¢s fuerte en Guatemala¡±.
Incertidumbre colectiva
Una incertidumbre, nada menor, se relaciona con el futuro a corto plazo de estas movilizaciones. La analista Ace?a alerta sobre lo que puede ocurrir de ahora hasta el 14 de enero, fecha en la que se producir¨¢ el cambio de mando.
¡°Si P¨¦rez Molina, que ya no goza de la confianza de los ciudadanos, no presenta una agenda con acciones concretas que inspiren una certeza de que los cambios van a ir m¨¢s all¨¢ de lo cosm¨¦tico, el panorama puede complicarse. No ser¨¢ f¨¢cil. Es todo un reto a la paciencia de la poblaci¨®n¡±, asegura. Cinco d¨ªas despu¨¦s de la congregaci¨®n multitudinaria de la capital, P¨¦rez Molina despidi¨® a tres de sus 13 ministros para transmitir una imagen de lucha contra la corrupci¨®n.
Guzm¨¢n comenta que en las actuales circunstancias de Guatemala, el futuro es impredecible, aunque visualiza un hilo conductor.
¡°La indignaci¨®n seguir¨¢ creciendo en la medida en que la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) contin¨²e sacando a luz casos concretos de corrupci¨®n. Esperamos, a la brevedad, el golpe que acabe de una vez con los grupos de corruptos que mantienen secuestrado al Estado: sacar a la luz p¨²blica el origen del financiamiento de los partidos. Cuando se conozca, el desprestigio de los ladrones que se preparan para relevar a P¨¦rez Molina y sus secuaces ser¨¢ total. Hablo de los presuntos opositores, porque del Partido Patriota [en el poder] ya solo quedan los despojos¡±, precisa.
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