La reina de Inglaterra oficializa el refer¨¦ndum sobre Europa

Sentada en su trono de la C¨¢mara de los Lores, con las m¨¢s de 3.000 joyas de la Corona Imperial del estado en la cabeza y arropada por toda la pompa que rodea a esta celebraci¨®n de uno de los cuerpos legislativos m¨¢s antiguos del mundo, la reina Isabel II ha le¨ªdo esta ma?ana el discurso que contiene las prioridades legislativas del primer a?o del nuevo Gobierno de David Cameron. La hoja de ruta, resumida en 1.008 palabras, del primer Ejecutivo enteramente conservador al frente de Reino Unido desde hace casi 20 a?os.?

Casi exactamente a la mitad del discurso lleg¨® el anuncio, no por esperado menos trascendente, de la consulta que con toda probabilidad marcar¨¢ los primeros dos a?os de? legislatura. ¡°Se introducir¨¢ una legislaci¨®n temprana para proporcionar un refer¨¦ndum sobre la permanencia en la Uni¨®n Europea antes del final de 2017¡±, ley¨® la reina.

Est¨¢ previsto que el Gobierno presente ma?ana mismo el proyecto de ley en el Parlamento, antes de que Cameron se embarque en un viaje rel¨¢mpago de dos d¨ªas por cinco capitales europeas que, finalmente, pueden quedarse en cuatro. La primera parada del primer ministro iba a ser Copenhague, donde ten¨ªa previsto reunirse con su hom¨®loga danesa Helle Thorning-Schmidt. Pero la visita se ha cancelado tras el anuncio de Thorning-Schmidt de que habr¨¢ elecciones anticipadas en su pa¨ªs el pr¨®ximo 18 de junio.

El resto del viaje, que llevar¨¢ a Cameron a La Haya, Par¨ªs, Varsovia y Berl¨ªn, sigue en pie. La intenci¨®n del primer ministro es reunirse con todos los l¨ªderes europeos para que a nadie pillen por sorpresa sus planes de renegociaci¨®n de los t¨¦rminos de la relaci¨®n entre Reino Unido y la UE.

La gran sorpresa del discurso, aunque ya adelantada en las horas previas, fue la decisi¨®n de posponer la controvertida derogaci¨®n del Human Rights Act, una legislaci¨®n introducida por los laboristas en 1998 que traslada a la legislaci¨®n brit¨¢nica la Convenci¨®n Europea de los Derechos Humanos. Los conservadores planean derogarla y remplazarla por una carta de derechos brit¨¢nica que ¡°rompa el lazo formal entre los tribunales brit¨¢nicos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos¡±.

Los liberales-dem¨®cratas, socios de Gobierno en la anterior legislatura, impidieron a los tories seguir adelante con esta medida que obligar¨ªa a los ciudadanos a acudir directamente a Estrasburgo para denunciar violaciones de la Convenci¨®n. Finalmente el Gobierno no ha incluido la medida en su discurso de la reina, limit¨¢ndose a anunciar ¡°propuestas¡± para una carta de derechos brit¨¢nica. Es decir, el Gobierno excluye por el momento la pol¨¦mica legislaci¨®n en s¨ª, temeroso acaso de no poder sacarla adelante con su fr¨¢gil mayor¨ªa de 12 diputados.

La segunda sorpresa vino con el anuncio de la ¡°modernizaci¨®n¡± de las leyes de vigilancia de las comunicaciones digitales, para otorgar todav¨ªa m¨¢s poderes de los previstos a la polic¨ªa y los servicios secretos. Estos no incluir¨¢n solo, como estaba previsto, la potestad de rastrear la actividad en Internet y en redes sociales de los ciudadanos, sino que se permitir¨¢ la intercepci¨®n masiva del contenido de dichas comunicaciones. La ampliaci¨®n de las medidas respecto a lo previsto en el programa puede obedecer a la inesperada mayor¨ªa absoluta que libera a Cameron de pactar con los liberales-dem¨®cratas, ex socios de Gobierno que se opusieron reiteradamente a la medida durante la anterior legislatura.

Entre las medidas anunciadas en el ¨¢rea de Interior est¨¢ tambi¨¦n la prohibici¨®n de sustancias psicoactivas hasta ahora legales, drogas de dise?o que imitan los efectos de otras drogas tradicionales. Para la historia quedar¨¢ ese momento en que la anciana reina, desde su trono en la C¨¢mara de los Lores, pronunci¨® las palabras ¡°nueva generaci¨®n de drogas psicoactivas¡± durante su 62? discurso de apertura del Parlamento.

Entre las 26 medidas anunciadas por la reina, hay tres bloques legislativos encaminados a profundizar en la descentralizaci¨®n de la Administraci¨®n brit¨¢nica. Por un lado, el Gobierno introducir¨¢ en el parlamento ¡°la legislaci¨®n para asegurar un fuerte y duradero acuerdo constitucional¡± devolviendo m¨¢s poderes a Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Tambi¨¦n las grandes ciudades, empezando por Manchester, tendr¨¢n m¨¢s competencias siempre que decidan incorporar la figura de un alcalde electo. Y por ¨²ltimo, anunci¨® el tambi¨¦n esperado cambio en el funcionamiento de la C¨¢mara para asegurar que las decisiones que afecten a Inglaterra se puedan tomar solo con el consentimiento de la mayor¨ªa de los diputados que representen a esos territorios¡±. Un cambio de enorme trascendencia teniendo en cuenta que los nacionalistas escoceses son ahora la tercera fuerza en el Parlamento con 56 diputados.

En el plano econ¨®mico, que ocup¨® la primer aprte del discurso, el Gobierno continuar¨¢ con su ¡°plan a largo plazo de proporcionar estabilidad econ¨®mica y seguridad¡± al pa¨ªs. ¡°Controlar las finanzas p¨²blicas y reducir el d¨¦ficit¡± seguir¨¢ siendo la prioridad. Se introducir¨¢n medidas para incrementar la productividad. Y se cumplir¨¢ la promesa, realizada para presionar a los laboristas en la campa?a, de prohibir por ley las subidas de impuestos durante los pr¨®ximos cinco a?os.

Las medidas incluyen tambi¨¦n un ataque a los sindicatos. Se colocan m¨¢s obst¨¢culos para convocar huelgas en el sector p¨²blico y se introduce un cambio en la financiaci¨®n, al hacer que los afiliados no paguen sus cuotas por defecto sino que deban decidir activamente pagarlas. La onda expansiva de la medida afectar¨¢ al Partido Laborista, en pleno proceso de redefinici¨®n y elecci¨®n de l¨ªder, cuyos principales financiadores son precisamente los sindicatos.