Nebraska prueba la lenta agon¨ªa de la pena de muerte en Estados Unidos
Ya son 18 Estados de los 50 de la Uni¨®n que rechazan la brutal pr¨¢ctica y la conmutan por la cadena perpetua
Que un Estado tan conservador como Nebraska haya enterrado la brutal pr¨¢ctica de la pena de muerte es una muestra m¨¢s de la lenta agon¨ªa que est¨¢ sufriendo la pena capital en Estados Unidos, que en quiz¨¢ menos de una generaci¨®n podr¨ªa estar obsoleta. Nebraska se convirti¨® en la noche del mi¨¦rcoles en el primer estado republicano en abolir la pena de muerte en 40 a?os (Dakota del Norte lo hizo en 1973) despu¨¦s de que su Capitolio llegara a la conclusi¨®n de que la m¨¢xima pena es un castigo aberrante e indefensible. ¡°Si a esa conclusi¨®n puede llegarse en el coraz¨®n de la Am¨¦rica m¨¢s conservadora, puede llegarse en cualquier lado¡±, editorializaba el diario The New York Times.
De los 50 Estados de los que se compone la Uni¨®n, 18 han abolido la pr¨¢ctica de la pena de muerte (19 si se cuenta el Distrito de Columbia) y 32 la mantienen en sus ordenamientos jur¨ªdicos, aunque en algunos de ellos est¨¢ en suspenso debido a la falta de medicamentos para aplicar la inyecci¨®n letal -el caso de Oklahoma- o simplemente llevan a?os sin practicarla -Colorado; Kansas; y el Gobierno Federal y el estamento Militar-.
La opini¨®n p¨²blica estadounidense la rechaza como nunca antes en los ¨²ltimos 40 a?os, dato este importante si el Tribunal Supremo tuviera que definirse sobre su constitucionalidad. De un 80% a favor a mediados de la d¨¦cada de los noventa, el apoyo a la m¨¢xima pena ha ca¨ªdo a un 56%, seg¨²n datos de abril del Pew Research Center. Nebraska es una prueba de esa tendencia. En la actualidad, 10 hombres esperan su cita en el corredor de la muerte de este estado, despu¨¦s de que un preso muriera el pasado domingo a causa de un c¨¢ncer cerebral. Nadie ha sido ejecutado en Nebraska desde 1997.
Otros asuntos sociales, como el aborto o los matrimonios del mismo sexo, viven una experiencia similar a la de la caida en la opini¨®n p¨²blica de la pena de muerte, con cada d¨ªa m¨¢s estadounidenses defini¨¦ndose a favor de ambos.
Las razones detr¨¢s de la abolici¨®n en Nebraska atienden a motivos pr¨¢cticos, financieros y religiosos, con algunos senadores republicanos declarando que atienden la llamada de los l¨ªderes de la iglesia cat¨®lica que se oponen a la pena de muerte. En 2013, Nebraska perdi¨® su capacidad para ejecutar presos debido a la falta de uno de los tres componentes necesarios para acabar con la vida del condenado, lo que hizo que parte de los legisladores se cuestionaran la viabilidad. Dentro del terreno de la practicidad, la pena de muerte es un castigo irreversible en un terreno sujeto a la falibilidad, como han probado las pruebas de ADN exonerando a m¨¢s de 150 personas desde 1973.
La pena de muerte, adem¨¢s de una pr¨¢ctica salvaje, es cara. Cada ejecuci¨®n le cuesta a los estados m¨¢s de una media de dos millones de d¨®lares y supone tres veces el coste de tener a alguien encerrado en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad durante 40 a?os. En Florida, por ejemplo, uno de los estados con m¨¢s condenados a muerte junto a California y Texas, mantener en pie el mortal sistema asciende a 51 millones de d¨®lares al a?o. El Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte (DPIC, siglas en ingl¨¦s) es responsable de un estudio que en principio podr¨ªa sonar c¨ªnico. Su t¨ªtulo: "Reconsiderando la pena de muerte en tiempos de crisis".
Adem¨¢s de irresoluble, la pena de muerte es arbitraria y est¨¢ enquistada. Mientras que se hace cada vez m¨¢s infrencuente en una parte del pa¨ªs en otra se enquista como una epidemia inmune a la vacuna de la raz¨®n. Las 73 sentencias a muerte que se dictaron en 2014 provienen de solo un 2% de los condados de todo el pa¨ªs y las 35 ejecuciones se llevaron a cabo en un 1% de esos condados, seg¨²n el DPIC. El 85% de todos los condados de la naci¨®n no ha llevado a cabo una sola ejecucui¨®n en m¨¢s de 45 a?os.
A la tendencia abolicionista se han sumado a los largo de los a?os algunas otras buenas noticias en contra de la pena de muerte. Desde 2005 no se ejecuta a j¨®venes por orden del Tribunal Supremo. Desde 2002 tampoco se acaba con la vida de aquellas personas con discapacidades o enfermedades mentales. Y en un cap¨ªtulo aparte siempre se detalla la relaci¨®n de las mujeres con la m¨¢xima pena. Desde el a?o 76 solo se ha acabado con la vida de 15 mujeres. Con fecha de abril de 2010 resid¨ªan en los corredores de la muerte 62 mujeres -el 1,9% del total de la poblaci¨®n que espera morir a manos del Estado-.
Pocos se imaginaban en enero pasado, cuando el senador Ernie Chambers present¨® por en¨¦sima vez en 40 a?os su iniciativa para abolir la pena de muerte en el feudo conservador de Nebraska, que finalmente prosperar¨ªa.
Tampoco se lo imaginaba el republicano Ricketts, que confiaba en su poder de convicci¨®n para forzar un cambio de voto en algunos de los senadores y, de esta forma, impedir que la votaci¨®n de este mi¨¦rcoles alcanzase los apoyos necesarios. Sin embargo, obtuvo 30 votos a favor y 19 en contra.?
El gobernador vet¨® la ley de Chambers, que la semana pasada fue apoyada por 32 votos a 15. Su campa?a logr¨®, no obstante, que este mi¨¦rcoles dos de los 32 senadores que hab¨ªan apoyado inicialmente la abolici¨®n se retractaran.
Antes de votar, Chambers pidi¨® a sus colegas que no se dejaran intimidar por la "presi¨®n pol¨ªtica" de los partidarios de la pena capital, que ha incluido numerosas llamadas, correos, visitas e incluso amenazas. "Hoy estamos votando algo que me trasciende a m¨ª, que trasciende a este estado y que trasciende a esta legislatura", afirm¨®.
En lo que va de a?o, han sido ejecutados 14 presos en EE UU, seis menos que en 2014 por estas fechas.
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