Dos exreclusos de Guant¨¢namo se casar¨¢n con dos uruguayas
Tres de los seis liberados por EE UU hace seis meses ya tienen pareja en el pa¨ªs de acogida y dos de ellos se casan el 6 de junio
Las novias se llaman F¨¢tima y Samira, ambas son uruguayas convertidas al Islam. El pr¨®ximo s¨¢bado seis de junio contraer¨¢n matrimonio con dos de los exreclusos de Guant¨¢namo que llegaron a Uruguay hace siete meses: el sirio Abd Hadi Omar Mahmoud Faraj (40 a?os) y el tunecino Abdul bin Mohamed (50 a?os). Adem¨¢s, el ¨²nico palestino del grupo, Mohamed Tahamatan (35 a?os), tambi¨¦n tiene una pareja uruguaya y la semana que viene se mudar¨¢ a vivir con ella.
La ceremonia tendr¨¢ lugar en unos locales de la Embajada de Egipto en Montevideo que funcionar¨¢n como mezquita. Poco se sabe de las dos mujeres: F¨¢tima ser¨ªa una uruguaya de familia musulmana que vivi¨® en el extranjero hasta hace poco y Samira se habr¨ªa convertido al Islam hace cuatro meses, seg¨²n la prensa local.
La ceremonia tendr¨¢ lugar en la Embajada de Egipto en Montevideo que funcionar¨¢ como mezquita?
El compromiso se anuncia despu¨¦s de que finalizaran varias semanas de acampada de los refugiados ante la Embajada estadounidense en Montevideo para solicitar m¨¢s apoyo econ¨®mico. Los seis exreclusos, que pasaron m¨¢s de una d¨¦cada encerrados sin cargos en la base cubana, obtuvieron un aumento de la ayuda financiera que reciben y as¨ª como apoyo para alquilar un apartamento. En los pr¨®ximos d¨ªas abandonar¨¢n la casa en la que viven todos juntos y que fue prestada por el sindicato Pit-CNT.
Esta protesta y varios comunicados de los expresos denunciando sus malas condiciones de vida en Uruguay hab¨ªan ensombrecido la operaci¨®n humanitaria ideada por el expresidente Jos¨¦ Mujica y concretada ¨C tras muchos esfuerzos ¨C en diciembre del 2014. Los refugiados hab¨ªan sido criticados en Uruguay por rechazar ofertas de trabajo y varios de ellos hab¨ªan anunciado su intenci¨®n de abandonar el pa¨ªs.
Pero las campanas de boda vuelven a mostrar la cara m¨¢s esperanzadora del traslado. Los seis hombres, que todav¨ªa no hablan espa?ol y est¨¢n en tratamiento m¨¦dico por diferentes dolencias, empiezan a integrarse en la min¨²scula comunidad musulmana de Uruguay, compuesta por poco m¨¢s de 300 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de Susana Mangana, profesora de Estudios Arabes de la Universidad Cat¨®lica de Uruguay.
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