El voto kurdo dir¨¢ si Erdogan revalida su mayor¨ªa absoluta
Las encuestas apuntan al ascenso en las urnas del partido izquierdista y laico HDP
Ahmed es el ¨²nico de los limpiabotas alineados frente a la mezquita Nebi que contin¨²a trabajando al caer la noche sobre Diyarbakir, en el sureste de Turqu¨ªa. El resto se marcha, los negocios echan la persiana y el n¨²mero de viandantes se reduce considerablemente en la ciudad vieja de la capital oficiosa del Kurdist¨¢n turco, mientras los blindados de la Polic¨ªa patrullan las calles. El limpiabotas, en cambio, contin¨²a arreglando botines y lustrando zapatos un rato m¨¢s, mientras pega hebra con sus clientes, sentados en un taburete: ¡°En Kobane (Siria), los barbudos han matado a muchos kurdos. Pero aqu¨ª, en Diyarbakir, nosotros tambi¨¦n les hemos dado lo suyo a los barbudos¡±.
Con ¡°barbudos¡±, Ahmed se refiere a los islamistas, metiendo en el mismo saco a organizaciones como el Estado Isl¨¢mico, que opera en Irak y Siria; el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formaci¨®n islamista moderada que gobierna en Turqu¨ªa desde 2002, y otros grupos isl¨¢micos locales. Para el limpiabotas no hay diferencia, son todos ¡°barbudos¡±. ?l es simpatizante declarado de la principal formaci¨®n nacionalista kurda de Turqu¨ªa: el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP, izquierdista y laico), al que muchos llaman, simplemente ¡°El partido¡±, por su fuerte implantaci¨®n en todo el sudeste de Turqu¨ªa y para no liarse con los sucesivos cambios de siglas que ha sufrido la organizaci¨®n. El cambio de nombre ha sido una constante para tratar de evitar que la Justicia turca ilegalizase el partido por sus lazos con el grupo armado PKK, que en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas ha mantenido una guerra con el Estado turco, pero que actualmente negocia con Ankara una salida pac¨ªfica a este conflicto que se ha cobrado m¨¢s de 40.000 vidas.
La lucha contra el Estado Isl¨¢mico durante el ¨²ltimo a?o ha revelado a los kurdos como la mejor baza de Occidente en su lucha contra el yihadismo, y al mismo tiempo ha hecho florecer la identidad nacional de este pueblo sin estado tanto en Irak y Siria como en Turqu¨ªa. Por si fuera poco, en este ¨²ltimo pa¨ªs, los kurdos (un 15 % de la poblaci¨®n) se han convertido en el actor clave de las elecciones generales que se disputar¨¢n el pr¨®ximo 7 de junio, a las que se llega en un ambiente de gran polarizaci¨®n.
El pasado octubre, cuando el HDP llam¨® a sus seguidores a tomar las calles para condenar la falta de apoyo del Gobierno turco a los kurdos de Siria ante la amenaza del Estado Isl¨¢mico, los enfrentamientos se extendieron por toda la regi¨®n, dejando 42 muertos. En los meses siguientes, los choques con otros partidos ¡ªislamistas y ultranacionalistas turcos¡ª se han reproducido de forma espor¨¢dica, dejando otra docena de muertos por el camino. Y todo esto ante la aparente pasividad del Gobierno. ¡°Quiz¨¢s, lo que quiere el Estado es que nos enfrentemos entre nosotros¡±, opina Vedat Turgut, dirigente del H¨¹da-Par, una nueva formaci¨®n fundamentalista que trata de arrebatar al HDP el voto kurdo incidiendo en la religi¨®n.
Desde luego, al AKP le interesa inculcar la idea de que el HDP es un partido violento que ¡°amenaza a los ciudadanos¡±, en palabras del primer ministro, Ahmet Davutoglu. ¡°El HDP quiere erigirse en representante ¨²nico de los kurdos, e imponer un r¨¦gimen desp¨®tico como el de Corea del Norte¡±, cr¨ªtica Seref Aydin, el vicepresidente del AKP en Diyarbakir.
Para el periodista Fehmi Tastekin, el AKP est¨¢ ¡°jugando a enfrentar a kurdos contra kurdos¡± a fin de sacar rendimiento pol¨ªtico
Otra de las estrategias del partido gobernante est¨¢ siendo inflamar los sentimientos religiosos de la conservadora regi¨®n kurda, usando el islam ¡ªque comparten turcos y kurdos¡ª como ant¨ªdoto del ¡°separatismo¡± del HDP, al que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado, entre otras cosas, de promover el ¡°zoroastrismo¡± y de ser ¡°ateo¡± y ¡°antiisl¨¢mico¡±.
Para el periodista Fehmi Tastekin, el AKP est¨¢ ¡°jugando a enfrentar a kurdos contra kurdos¡± a fin de sacar rendimiento pol¨ªtico. Podr¨ªa parecer incongruente cuando, hasta hace unas semanas, las negociaciones de paz ente el Gobierno islamista moderado, el grupo armado PKK y los nacionalistas kurdos parec¨ªan muy maduras, pero se trata de un ejercicio de supervivencia pol¨ªtica para el AKP. Si el HDP logra unos buenos resultados en las elecciones generales del 7 de junio, ello supondr¨¢ el fin de la hegemon¨ªa de los islamistas moderados.
Para tener ¨¦xito, el HDP debe atraerse no s¨®lo a los kurdos m¨¢s conservadores, que apoyan a partidos islamistas, sino tambi¨¦n a parte de la izquierda turca. Pero su implantaci¨®n fuera de las zonas kurdas no est¨¢ exenta de problemas: en los meses previos a las elecciones se han registrado 88 ataques a sedes y casetas electorales de los nacionalistas kurdos, varios de ellos con armas de fuego y dos con paquete bomba, que han dejado un total de 36 heridos. ¡°Estamos tratando de tomar medidas y pidiendo a nuestras organizaciones juveniles que est¨¦n tranquilas y no respondan. Porque sabemos que el AKP busca provocarnos¡±, sostiene el diputado del HDP Ertugrul K¨¹rk?¨¹.
En Turqu¨ªa existe una de las barreras electorales m¨¢s altas del mundo (un 10 %, frente al 3 % de Espa?a), herencia de la dictadura militar que gobern¨® el pa¨ªs a inicios de la d¨¦cada de 1980 y uno de cuyos objetivos es apartar a los nacionalistas kurdos del Parlamento. En anteriores elecciones, el partido kurdo us¨® un truco: present¨® a sus candidatos como independientes por provincia, para los que no rige la cota del 10 % y, as¨ª, en las dos ¨²ltimas legislaturas ha podido contar con una treintena de diputados. Pero, esta vez, el HDP quiere competir de igual a igual con el resto de partidos pol¨ªticos turcos, como modo de demostrar su fuerza, y se presenta a las elecciones en toda Turqu¨ªa. Es una maniobra arriesgada, pues si le sale bien (las encuestas lo sit¨²an con una intenci¨®n de voto de entre el 9 y el 11 %) podr¨ªa doblar su n¨²mero de esca?os y el AKP perder¨ªa as¨ª el dominio del hemiciclo. En cambio, si fracasa y no entra al Parlamento, entregar¨¢ en bandeja al partido fundado por Erdogan su cuarta mayor¨ªa absoluta consecutiva.
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