La reserva del frente franc¨¦s

Fran?ois Hollande no tard¨® nada en felicitar a David Cameron al d¨ªa siguiente de su reelecci¨®n. Tras su amplia victoria frente al laborista Ed Miliband, el primer ministro brit¨¢nico recibi¨® una invitaci¨®n para visitar Par¨ªs que se materializ¨® esta semana. M¨¢s all¨¢ de la simple preocupaci¨®n, la perspectiva de un refer¨¦ndum sobre la permanencia o no de Reino Unido en la Uni¨®n Eu?ropea suscita numerosas reservas en Francia. Solo unas cuantas voces aisladas han hablado en favor del Brexit, como el exministro de Nicolas Sarkozy Laurent Wauquiez desde la derecha y Michel Rocard desde la izquierda. Para el antiguo primer ministro socialista, Reino Unido ¡°es en gran parte el origen¡± de la ¡°par¨¢lisis del sistema de decisi¨®n europeo¡±.

Oficialmente, los dirigentes franceses subrayan su deseo de que Londres contin¨²e en el club europeo, pero no est¨¢n demasiado dispuestos a multiplicar las concesiones para ayudar a David Cameron. Seg¨²n ellos, por ejemplo, no piensan aceptar una reforma de los tratados europeos, como reclama Cameron, ni modificar a fondo las normas sobre inmigraci¨®n en los Veintiocho, el caballo de batalla del partido brit¨¢nico antieurope¨ªsta UKIP. ¡°Se puede mejorar el funcionamiento de la UE, pero no cuestionar los principios fundacionales¡±, previno Harlem D¨¦sir, secretario de Estado franc¨¦s de Asuntos Europeos, poco despu¨¦s de la reelecci¨®n de Cameron. ¡°Un solo pa¨ªs no puede poner en tela de juicio la voluntad de los dem¨¢s de seguir avanzando juntos¡±.

Vistos desde Par¨ªs, los debates sobre la pertenencia a la UE, incluida una salida en toda regla de Reino Unido tras el refer¨¦ndum prometido por David Cameron, pueden tener repercusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica francesa: si se hiciera realidad, dar¨ªa argumentos a los medios soberanistas o a la extrema derecha, con Marine Le Pen que ya exige que Francia abandone la uni¨®n monetaria o la suspensi¨®n del espacio Schengen de libre circulaci¨®n de personas.

La preocupaci¨®n es a¨²n mayor porque David Cameron ha prometido organizar el refer¨¦ndum en 2017. Un calendario complicado para el Gobierno franc¨¦s, con elecciones presidenciales y legislativas previstas para ese a?o.

De aqu¨ª a entonces, los dirigentes franceses temen sobre todo una alianza entre David Cameron y Angela Merkel, la canciller alemana, que tiene gran empe?o en que Reino Unido permanezca a bordo de la nave europea. La democristiana ha acariciado a menudo, junto con su ministro de Finanzas Wolfgang Sch?uble, la idea de una reforma de los tratados europeos para consolidar la uni¨®n monetaria. Una insistencia que los brit¨¢nicos no dejan de se?alar cuando reclaman el debate para obtener, desde su posici¨®n externa al euro, nuevas derogaciones de las normas europeas.

Ante esta doble presi¨®n, considerada contradictoria, las autoridades francesas rechazan tanto las demandas brit¨¢nicas como las alemanas: para Francia, la devoluci¨®n de competencias de Bruselas a los Gobiernos nacionales, propuesta por David Cameron, y la integraci¨®n reforzada ¡ªsobre todo presupuestaria¡ª con la que sue?an los alemanes para consolidar la zona euro son ¡°incompatibles¡±. ¡°Mejor no alterar el fr¨¢gil equilibrio actual abriendo la caja de Pandora¡±, dicen en Par¨ªs.

Una nueva reforma de los tratados europeos tendr¨ªa todas las posibilidades de suscitar un debate intenso en Francia, e incluso de quedar derrotada si se sometiera a refer¨¦ndum. Diez a?os despu¨¦s del no a la Constituci¨®n europea, rechazada el 29 de mayo de 2005, Fran?ois Hollande, entonces primer secretario del Partido Socialista, guarda un amargo recuerdo del fracaso del s¨ª, que ¨¦l defendi¨® en contra de la opini¨®n de una buena parte de su formaci¨®n. Una mala experiencia que probablemente recordar¨¢ a David Cameron en los pr¨®ximos meses.

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.